Esta último lustro puede ser denominado como el de las tensiones entre las grandes potencias mundiales. Podemos citar casos más tradicionales, como los militares y usar la guerra en Ucrania como ejemplo, pero también estamos frente a tensiones comerciales, tecnológicas y de ciberseguridad entre Estados Unidos, Rusia o China. Y frente a esos problemas, parece que los últimos están intentado pivotar con nuevos objetivos en mente.
En zonas como en Europa, la guerra comercial y las tasas de Donald Trump ya están siendo aceptadas por la Comisión Europea. Por ello, China estaría trabajando para contar con otros clientes para sus productos. Según informaban el pasado mes de abril en el Financial Times, el país asiático estaría invirtiendo en la creación de productos baratos para mercados en desarrollo.
"China está realmente interesada en vender a los 7500 millones de personas que no viven en Estados Unidos", cuenta a este medio James Johnstone, codirector de mercados emergentes y fronterizos de Redwheel, una gestora de inversiones. En el texto se menciona que las exportaciones chinas a economías en desarrollo se han doblado desde que Trump fuera elegido presidente por primera vez en 2017, desde 670 mil millones de dólares a 1.350 mil millones de dólares.
Además del Sudeste Asiático, Oriente Medio o Arabia Saudí, China estaría haciendo un gran desembarco en África; y lo estaría haciendo a través de la energía solar. Sudáfrica, que ha tenido problemas de abastecimiento eléctrico, ha impulsado la demanda de paneles solares. Fabricantes chinos como JA Solar o Sigenergy abastecen a empresas como el Grupo Herholdt, compañía que ha multiplicado sus ingresos desde 38 millones de dólares en 2018 a 461 en 2023.
"China ha invertido unos 66 millones de dólares en proyectos energéticos en África"
La tendencia sigue al alza, y en más países de África. En mayo de 2025 las importaciones de paneles solares desde China a este continente alcanzaron el récord de 1.57 GW en un único mes. Países como Argelia han sufrido un incremento de la demanda de estos productos de un 6300%, mientras en Wired hablan que Chad habría importado tal cantidad de paneles como para reemplazar su generación eléctrica total previa.
Esto no funciona en un único sentido, porque desde 2010 hasta 2024, China ha invertido unos 66 millones de dólares en proyectos energéticos en África, con un 59% destinados a energía solar y eólica. Eso ha producido que entre 2020 y 2024, las exportaciones de tecnología solar y eólica china hacia África hayan aumentado un 153%. No sólo venden los productos, sino que forman a los ingenieros locales y han dado con paneles pensados para climas tropicales.
"Con vastos recursos terrestres, una gran cantidad de población que aún carece de acceso a la electricidad y un abundante potencial solar, el continente tiene una demanda de energía renovable mayor que muchas otras regiones y su potencial como mercado de energía solar es inigualable", explica Qian Jing vicepresidenta de la compañía china JinkoSolar.
Foto de American Public Power Association en Unsplash
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