Pueden parecer medusas y generar miedo entre quienes vayan a la playa y se topen con el espectacular manto azul que ahora se extiende por zonas como las de la Costa Daurada, pero en realidad no hay nada que temer. Se llaman velellas y, de hecho, su historia es bastante triste porque están condenadas a situaciones como las que ahora se están viviendo en Tarragona.
Estos pequeños hidrozoos de color azul se alimentan de plancton gracias a unos diminutos tentáculos con células urticantes, pero lo más llamativo de este curioso animal es que lo hacen mientras recorren el mar empujadas por el viento gracias a la distintiva vela que poseen en la parte superior.
Qué son esas pequeñas medusas azules que aparecen en las playas
Al no tener medio de locomoción propio, dependen de la naturaleza para desplazarse, y eso conlleva varamientos masivos como los que se producen no sólo en España, sino también en otras zonas como la Costa Oeste de América del Norte, el Océano Atlántico, el Pacífico, y en otros mares templados y tropicales.
Al ser empujadas hasta las playas en grandes grupos con la llegada de la primavera y sus vientos, las velellas se quedan varadas en la arena sin posibilidad de escapar, quedándose a merced de posibles depredadores y de una muerte casi segura en la que el calor y la descomposición provocada por el fenómeno hará el resto.
A pesar de no suponer un peligro para quienes se acerquen a este espectacular fenómeno que el mar se encargará de limpiar con el paso de los días, hay que evitar que las velellas entren en contacto con ojos o heridas abiertas para que esas células urticantes que poseen en los tentáculos no terminen afectándonos más de lo debido.
Imagen | Ingrid Taylar
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