Es probable que ya te hayas cruzado con este extraño vídeo en alguna red social. Durante un partido en el Superclásico entre Boca y River, un balón lanzado a la portería termina rebotando con el poste y sale despedido en dirección contraria. Apenas un segundo después, la pelota está en manos del portero que aparentemente ha llegado a tiempo para evitar que suceda lo que tus ojos acaban de ver. ¿Qué narices acaba de pasar?
Ver el vídeo a cámara lenta tampoco ayuda demasiado a intentar comprender qué ha ocurrido. Ver la pelota en dirección al poste a gran velocidad, se aprecia a la perfección cómo sale despedida con gran impulso tras rebotar y, como por arte de magia, ahí está, otra vez, en las manos del portero. Brujería, exclamarían algunos en el siglo XV. Ahora... Ahora la Inquisición de las redes sociales han cambiado las brujas por la conspiración, los microchips y la IA.
"¿Hablamos de como Adidas manipula los resultados en el futbol con sus chips implantados en los balones, para darle más "velocidad" y mejor "dirección" a los tiros, por supuesto, incluidos los de socio favorito Lionel Messi? O algún equipo de su interés? Un claro ejemplo aquí."
Para qué sirve la IA en los balones de fútbol
Aunque el anuncio sobre la IA en el fútbol pasó a estar en boca de todos durante el último Mundial, lo cierto es que llevamos tiempo jugueteando con la idea de que sea una máquina la que, con precisión milimétrica, sea la encargada de sustituir a los árbitros, e incluso al VAR, a la hora de decidir jugadas polémicas que pueden decantarse a favor de un equipo u otro por milímetros.
De la mano de sensores en el propio balón y receptores alrededor del campo, la idea es crear un modelo 3D de la situación que una IA pueda analizar para definir con exactitud qué acaba de pasar. ¿Entró el balón? La máquina no miente, pero incluso en ese caso sigue dependiendo de una aceptación arbitral a la hora de esgrimirse una sentencia.
Pero la tecnología no sólo está dispuesta a servir como un VAR hipervitaminado. Que jugadores y entrenadores puedan acceder a ese tipo de información también puede servir para entender cómo mejorar su posesión, los regates, o incluso la potencia de disparo para mejorarla hasta el punto de lanzar tan fuerte y rápido el balón que incluso podemos llegar a confundirlo con el vuelo de un ave que casualmente pasaba por allí. Probablemente la explicación más lógica y terrenal a lo ocurrido en el vídeo.
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