La pregunta ya no es si pasará, sino cuándo se generalizará. Las marcas saltan de los influencers a una estrategia más barata

Durante los últimos años hemos vivido situaciones similares en no pocas ocasiones. Dejando de lado la publicidad tradicional, las marcas se agarraron a influencers bajo la promesa de grandes impactos entre sus seguidores y, de la noche a la mañana, un escándalo tiraba por tierra su estrategia atando su imagen a la polémica en cuestión. 

Precisamente por eso cada vez más marcas han empezado a juguetear con la idea de los influencers sintéticos, con marcas como Prada, Calvin Klein o BMW agarrándose a personajes creados con inteligencia artificial que limitan los riesgos y el coste de las campañas con influencers tradicionales. A esas tímidas introducciones, ahora hay que sumarle la última campaña de Vodafone. 

Esta influencer es falsa, pero a las marcas les importa cada vez menos

Con las marcas cosechando una gran cantidad de seguidores en sus propias redes, a su publicidad le falta esa sensación de cercanía que sí ofrecían los influencers de toda la vida. Ahora, en busca de ese realismo y autenticidad, la última campaña de la firma de telefonía ha optado por un influencer sintético que, a pocas horas del lanzamiento de la publicidad en territorio alemán, ya acumulaba decenas de comentarios remarcando que "algo no está bien" en la imagen. 

Con imperfecciones en la cara que cambian de posición y esa sensación de estar ante un "valle inquietante", ese punto en el que no difieres bien si lo que tienes delante es real o no y termina provocando rechazo, la marca no tardó en salir al paso de las declaraciones para confirmar que sí, que la publicidad estaba hecha con inteligencia artificial y que la intención es probar hasta qué punto el público es capaz de dar su aprobación a un influencer sintético. 

El debate alrededor de la idea no se ha hecho esperar, agarrándose a los límites éticos de la IA en la incursión del mundo de la publicidad y la creación de contenido y, por descontado, en qué situación deja eso a los influencers de toda la vida que pueden llegar a verse desplazados de este tipo de campañas por una opción más barata y segura a largo plazo.

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