Al miedo a despertarnos con una picadura de mosquito en el pie en medio de la noche ahora tocará sumar otra adicional, la perpetrada por la Universidad Nacional de Tecnología de la Defensa de China con su nuevo micro-dron. Con el tamaño de los odiados insectos, este nuevo dispositivo ha demostrado moverse con la agilidad de un mosquito con dos particularidades que lo hacen esencial en sistemas de defensa: ni emite ruido ni firma térmica.
Vendido de la misma forma que se han presentado hasta ahora con este tipo de robots, los investigadores chinos aseguran que puede ser ideal para necesidades de monitorización ambiental y búsqueda en derrumbes y otras catástrofes en las que el acceso humano puede llegar a resultar tan complejo como limitado. Los expertos en defensa, en cambio, lo ven como una clara amenaza.
Mosquitos espías que parecen de ciencia ficción
De apenas 2 centímetros de largo y 0,3 gramos de peso, sus alas flexibles le permiten desplazarse con facilidad y sus tres patas hacen que posarse con estabilidad en cualquier superficie sea coser y cantar. Sin embargo, pese a la evidente utilidad de un invento así, su cercanía a inventos de ciencia ficción distópicos a la altura de Black Mirror, hacen que la carrera tecnológica de los micro-drones haya puesto en alerta a los sistemas de defensa.
Difíciles de percibir hasta que no los tienes delante, el miedo a posibles episodios de piratería de datos y vigilancia masiva hacen de estos unidades de reconocimiento un peligro real ante el que países como Estados Unidos, Israel y los miembros de la OTAN ya han dado un paso al frente tanto para intentar frenarlos como para adoptar herramientas similares.
Las implicaciones éticas de una tecnología así son enormes, y frente a enormes drones que a día de hoy ya sirven de base nodriza y son capaces de desplegar enjambres de drones sin que la población o los sistemas de inteligencia se percaten, el distópico futuro que nos presentan este tipo de avances puede parecer estar a años vista cuando, en realidad, ya está a la vuelta de la esquina.
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