Aunque creamos que el uso de los videojuegos como herramienta educativa se impulsase de la mano de fenómenos como Minecraft y Fortnite, adaptando su jugabilidad clásica a distintas materias para que tenga sentido introducirlo en los colegios, en realidad ese concepto nació mucho antes. En concreto fue en 1971 con la aventura The Oregon Trail.
Lo que hoy en día catalogaríamos como una mezcla a medio camino entre el RPG y el género roguelike, se vendió en su día como una simulación que invitaba a los estudiantes a revivir la Ruta de Oregón que en el siglo XIX recorrieron muchos colonos estadounidenses. Su fama entre los estudiantes de los 70 y los 80 ha provocado ahora que Apple quiera hacer una película sobre él.
El primer gran juego educativo de la historia
La historia de The Oregon Trail nace de la mano de tres integrantes de la Universidad de Minnesota que, aprovechando el auge de los videojuegos a principios de los 70, deciden llevar la fiebre un paso más allá. Para ello, Don Rawitsch se une a otros dos compañeros, Bill Heinemann y Paul Dillenberger, con la intención de crear una herramienta educativa e interactiva con la que enseñar cómo era la vida de los pioneros durante la colonización del oeste americano.
Aprovechando el ordenador que la escuela del distrito acababa de adquirir, Bill y Paul utilizaron lo que habían aprendido de lenguaje BASIC para crear un programa informático que simulase la aventura. Con cada acción, el ordenador imprimiría una nueva página explicando los eventos ocurridos y ofreciendo nuevas opciones.
La idea partía de hacer que los estudiantes se enfrentasen a aquellos desafíos teniendo que lidiar con las enfermedades de la época, la necesidad de conseguir recursos para poder sobrevivir, y hacer frente a las adversidades que, en forma de desastres climáticos o ataques de animales salvajes, ponían en jaque a aquella caravana de pioneros que realizaba la mítica ruta.
Como si fuese un roguelike de la actualidad, las dos únicas opciones que planteaba el juego eran las mismas a las que se enfrentaban los citados colonos. O llegaban a salvo hasta Oregon, o problemas como el hambre y la disentería los dejaba por el camino. De hecho, es probable que alguna vez te hayas topado con el meme de "Has muerto de disentería" que tiene su origen en ese Game Over.
De las aulas a las casas
La clase fue un éxito, pero al terminar el semestre Don Rawitsch abandonó la escuela, borró el programa y saltó a trabajar en la MECC, la organización de Minnesota encargada de informatizar las escuelas. Con ordenadores que se repartirían por todo el estado, y más tarde por todo el país, Rawitsch introdujo una nueva versión modificada del programa en ellos, convirtiéndose así en la herramienta educativa más popular y utilizada de todo Estados Unidos.
De la mano de minijuegos como teclear las letras BANG para cazar animales lo más rápido posible, cualquier crío que se acercaba a la experiencia quedaba enganchado al reto. Tras publicarse el código del mismo en una revista informática, alguien lo introdujo como un programa adicional para el ordenador Apple II y, al saltar la MECC a la marca de la manzana, el juego educativo terminó de explotar entre la cultura popular norteamericana.
Tras 13 años apoderándose de las aulas informáticas con aquella versión primigenia, en 1985 se lanzaba The Oregon Trail, una nueva versión pixelada bastante más apetecible a nivel visual que, saltando de los colegios al gran público, se vendió a gran escala como un videojuego más para ordenadores Apple.
Con los años, The Oregon Trail ha vivido distintas revisiones que, manteniendo el mismo concepto, invitan a grandes y pequeños a enfrentarse al desafío de encarnar a aquellos pioneros. Ahora, en forma de película de acción y humor producida por la propia Apple, el camino hacia Oregón volverá a la vida desde una nueva perspectiva de la mano de Kenny y Keith Lucas, los guionistas que se llevaron la nominación al Oscar por la película Judas y el mesías negro.
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