Mi hijo debía tener poco más de dos años y estaba en pleno apogeo de pasión por Mickey Mouse, así que cuando fuimos al parque de atracciones de Disneyland París y me topé con una cola de 3 horas para poder acercarte al ratón de Disney, hice lo que todo padre español habría hecho. Me acerqué a mi hijo y le dije "ahora cuando salga ese niño vas corriendo y le das un abrazo". Lo que ocurrió a continuación fue totalmente inesperado.
Ante la atónita mirada de todos los padres y niños que hacían la cola, mi crío corrió hacia Mickey Mouse y ambos se fundieron en un abrazo que hoy recuerdo yo más que él. Pensaba que el ratón de Disney se quitaría al niño de encima rápido, o que lo esquivaría para evitar darle más protagonismo del que sin duda merecía alguien que se había saltado a todos los que esperaban, pero por aquél entonces no había oído hablar de la regla no escrita de los abrazos.
La regla de los abrazos de Disneyland
Tras ponerse de moda durante los últimos meses gracias a los videos en TikTok e Instagram, la regla de los abrazos de Disneyland ha vuelto a la palestra para recordarnos que, ante el abrazo de un niño a cualquiera de los personajes y mascotas, ya sea el clásico Goofy o una princesa como Elsa de Frozen, el abrazo sólo se terminará cuando el pequeño se despegue de su héroe favorito.
Los vídeos en los que niños y niñas se quedan pegados durante minutos, mientras los personajes los abrazan con el mismo entusiasmo, son una buena muestra de hasta qué punto es algo generalizado entre todos los actores y animadores que se disfrazan a diario para repartir algo de magia por el parque.
Pero lo mejor de todo, lo que hace que esto sea especialmente mágico, es el hecho de que nadie les obliga a ello. Las preguntas a miembros del parque a través de foros y redes sociales ha hecho evidente que la regla de los abrazos es una película de Disney que nos hemos montado nosotros.
Digamos que no hay ninguna norma dentro de sus funciones que establezca que debe abrazar a todo niño que se lo pida, ni que deban ser los críos los que den por finalizado el abrazo. Parece que simplemente es algo que los personajes Disney del parque ya dan por hecho. Una regla no escrita que, en cierto sentido, se remonta hasta el propio Walt Disney.
Se dice que en algún punto dijo que "nunca sabes cuánto puede necesitar un abrazo ese niño", pero lo cierto es que dar con la fuente original de la frase ha resultado imposible, así que la sociedad la ha terminado dando por buena y se la atribuye al creador de Mickey y compañía. Como con los abrazos, hemos decidido creer en la magia.
Imagen | Alice_victoire en Midjourney
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