A raíz de la pandemia, una compañía de Barcelona eliminó la subvención por comida de 4,17 euros al día que daba a sus trabajadores. Alegaba que, si habían saltado a una modalidad de teletrabajo, ya no necesitaban ese ingreso por dietas y, como era de esperar, el comité de empresa llevó a juicio a la compañía.
Ahora el Tribunal Supremo ratifica lo que ya sentenció el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, la empresa deberá abonar la subvención no sólo de ahora en adelante, sino también con carácter retroactivo, entregando todo lo que debe a sus trabajadores desde que dejó de hacerlo el pasado 14 de marzo de 2020, cuando estalló la pandemia y empezaron a trabajar en remoto. La clave está en que era un derecho adquirido.
El teletrabajo no puede comportar una modificación de las condiciones
El sistema se instauró antes de la pandemia como un suplemento que se entregaba por día efectivo trabajado y los empleados que se beneficiaban de este sistema, pese a haber saltado a una modalidad de teletrabajo, en realidad seguían cumpliendo con el requisito pactado para poder beneficiarse de ese bonus: trabajar.
El Supremo recoge que el cambio supone "una modificación sustancial de condiciones de trabajo" y, al realizarse el cambio sin negociarlo con sus trabajadores y de forma unilateral pese a afectar a más de un tercio de su plantilla, "la medida ha de ser declarada nula".
Aunque el Estatuto de los Trabajadores lo refleja en su artículo 41, la decisión supone un alivio para quienes, tras el teletrabajo o un cambio en su forma de trabajar, se encuentren en una situación similar respecto a bonos previamente adquiridos y quieran pelear por sus derechos.
Imagen | Jenny Ueberberg
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