Conforme avanzan los meses de 2023, Twitch recibe cada vez más críticas acerca de las políticas implantadas por la plataforma desde que reina la creación de contenido en directo a raíz de la pandemia de 2020. Si bien aún sigue siendo un titán imbatible, poco a poco parece que la media comienza a bajar y el número de espectadores es cada vez menor.
Muchos grandes streamers de Twitch han sido muy críticos con la plataforma, pero las que más suenan y las que más razón tienen son las de los creadores de contenido más longevos que han visto la enorme evolución de la página desde que cambió su nombre allá por el 2014.
Uno de ellos es Asmongold, un famosísimo streamer estadounidense considerado por muchos el "Rey de los MMO", ya que es el principal creador de contenido de juegos de este tipo, siendo World of Warcraft el más característico de este personaje.
El streamer, a través del podcast East and Eggs que lleva junto a Emiru y Tectone, criticó la cultura actual de Twitch y la forma en la que observa todo lo que haces mientras haces directo.
"Para ser honesto, odio la cultura de Twitch. Creo que apesta. 'Oh, vaya. Esta nueva broma genial, vamos a repetirla en el chat 400 veces.'Oh venga, vamos a jugar Marco Polo. Tú dices esta palabra, yo digo este emoticono. Qué inteligente y divertido'”.
"¿Alguna vez has tenido un gato y has levantado tu brazo y el gato ha seguido mirando lo que hacías? Ahí piensas que el gato te dice, 'te controlo, tío'. Puedo sentirme así cuando estoy haciendo directos en Twitch. Hay tantas cosas raras que la gente hace en Twitch. Es muy extraño."
A su vez, el streamer comenta que su amor por Youtube es actualmente superior a la de Twitch, y no tiene ninguna duda sobre que elegiría primero: "Si tuviera que elegir una sola plataforma para retransmitir o crear contenido por el resto de mi vida, elegiría siempre Youtube".
Desde luego, cada vez más streamers avisan a Twitch sobre sus políticas tan abusivas que han ido surgiendo a lo largo de los últimos meses. El copyright, los baneos inexplicables y la injusta paridad de ganancias ha provocado el enfado general de los creadores de contenido y no sería de extrañar ver una fuga de talentos a otras plataformas.
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