Chema Mansilla
Editor - Cine y TVEn el mundo del cómic, como en muchas otras disciplinas creativas, hay figuras clave que definen épocas enteras sin recibir el reconocimiento que merecen. Detrás de cada gran historia de superhéroes, cada saga mítica y cada etapa legendaria, suele haber una mente editora, una figura con visión, criterio y, sobre todo, agallas. Ese fue el caso de Jim Shooter, un nombre que, si no eres muy de mirar los créditos de las grapas, probablemente no te suene. Pero si has vibrado alguna vez con los cómics de Marvel de los años 80, si has seguido con pasión las aventuras de los X-Men, de Daredevil o de los Vengadores… entonces le debes más de lo que imaginas.
Jim Shooter fallece a los 73 años
Ayer 30 de junio, el guionista Mark Waid compartía en redes sociales una triste noticia: Jim Shooter fallecía a los 73 años a causa de un cáncer de esófago, enfermedad contra la que llevaba luchando desde hacía tiempo. La noticia, recogida por medios especializados como Forbes o Bleeding Cool, ha desatado una ola de homenajes en el sector, especialmente entre aquellos autores que compartieron con él sus años más intensos en la industria. Shooter fue una figura controvertida, pero también indiscutiblemente influyente. Su carrera es la historia del cómic norteamericano durante los últimos cincuenta años. Y todo comenzó mucho antes de lo que uno imaginaría.
Un niño prodigio que puso en jaque a DC Comics con solo 14 años
Jim Shooter entró en la industria a los 14 años, una hazaña inaudita. Su primer trabajo publicado llegó en Adventure Comics número 346, en plena era dorada de La Legión de Superhéroes. El joven Shooter no solo escribió su primer guion, sino que lo acompañó con sus propios dibujos, enviados directamente al editor de DC, Mort Weisinger, quien, impresionado, le dio una oportunidad sin saber que estaba contratando a un adolescente.
Shooter no tardó en convertirse en el escritor regular de la colección, y fue responsable de crear personajes clave como Karate Kid y Ferro Lad y la Princesa Projectra. También fue el responsable del primer gran crossover de DC entre Superman y Flash, con aquella carrera mítica publicada en 1967.
Stan Lee junto a Shooter en las oficinas de Marvel
El heredero de Stan Lee: el arquitecto del Marvel moderno
En 1978, con apenas 26 años, Shooter fue nombrado Editor en Jefe de Marvel Comics, sucediendo a un breve desfile de editores que no lograron estabilizar la editorial tras la marcha de Stan Lee al departamento de medios y televisión. Shooter heredó un Marvel caótico, con títulos desorganizados y constantes retrasos. Y lo transformó en la potencia editorial más influyente de los años 80, marcando una etapa que muchos consideran la edad de oro moderna de Marvel. Durante su mandato se lanzaron o consolidaron líneas editoriales fundamentales como: La Patrulla-X de Chris Claremont y John Byrne, donde nacería Fénix Oscura; Daredevil, con Frank Miller al frente, redefiniendo el tono noir del personaje; Thor, bajo el talento rompedor de Walter Simonson; Iron Man, en la era de David Michelinie y Bob Layton; y por supuesto, su propia creación: Secret Wars (1984), el primer crossover editorial masivo de Marvel. Este evento no solo fue un éxito comercial, también introdujo elementos claves del canon moderno, como el traje negro de Spider-Man que daría pie al nacimiento de Venom.
Un editor con mano dura, pero corazón creativo
Pese a su enorme éxito, Shooter fue siempre una figura divisiva. Su estilo editorial era firme, casi inflexible. Impuso normas internas como que los escritores no podían editar sus propios guiones, lo que le costó la marcha de pesos pesados como Roy Thomas o Marv Wolfman. Su cruzada por mantener los calendarios a raya y su obsesión por la claridad narrativa chocaron con algunos creadores.
Aun así, incluso sus detractores reconocen su impacto. Bill Sienkiewicz, artista de Caballero Luna y Los Nuevos Mutantes, afirmó: "Shooter defendía a los freelancers como casi nadie en su posición lo ha hecho". Por su parte, el historiador Danny Fingeroth declaró: "Sin él, Marvel no habría sobrevivido a los años 80".
Tras ser despedido de Marvel en 1987, Shooter no se rindió. Con el apoyo de inversores, fundó Valiant Comics, una de las editoriales independientes más relevantes de los 90. Allí relanzó personajes como Solar, Magnus y Turok, y creó nuevos como Bloodshot y X-O Manowar. Más tarde intentaría repetir la fórmula con Defiant y Broadway Comics, con menor fortuna. Shooter también regresó en varias ocasiones a sus primeras pasiones: volvió a escribir a la Legión de Superhéroes en los 2000, y colaboró con Dark Horse para revivir algunos de sus personajes clásicos y licencias como la de Indiana Jones.
Gracias por las historias, Jim
Jim Shooter dedicó su vida al cómic, y su huella es imborrable. Profesionalizó la industria, defendió los derechos de los creadores, y supervisó algunas de las etapas más memorables del género. Fue un hombre complejo, pero sobre todo, un narrador incansable. Ahora que ya no está, es buen momento para repasar su legado. Volver a leer aquellas aventuras de la Secret Wars, redescubrir la Patrulla-X de los 80, o dejarse llevar por la nostalgia de los cómics de Valiant. Porque, aunque su nombre no te sonara de nada… Jim Shooter escribió parte de la historia del cómic que llevas en el corazón.
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