Los dragones han invadido la literatura fantástica. Primero fue Canción de Hielo y Fuego o Eragon y ahora le llega el turno a la saga Empíreo. Cuando Rebecca Yarros comenzó a pensar en Alas de Sangre, se encontró con la ardua tarea de diferenciarse de Juego de Tronos y buscar sus propias fórmulas, pese a los elementos en común que comparten ambas obras. La autora encontró su propio hueco en el romantasy y en la escuela de jinetes; un lugar al que acceder no es nada sencillo y que cuenta con su propia prueba de selección. Pero, ¿tiene sentido este examen? Si bien supone un inicio espectacular, visto con la perspectiva de las novelas posteriores, ¿era necesario?
La Trilla no es un examen, es una muerte absurda
Alas de Sangre comienza con una dura prueba de selección para acceder al cuadrante de jinetes. Un examen lleno de dificultades y muerte que sirve a la perfección para describir al personaje de Violet, que supone todo lo contrario al perfil apto para sobrevivir.
La primera parte de la prueba consiste en pasar por un parapeto estrecho que conecta dos torres. Entre medio, los azotes del aire, la caída al vacío, lo resbaladizo del suelo y la falta de equilibrio son los causantes de que decenas de posibles aspirantes encuentren una muerte segura. Los pocos que sobreviven se tienen que poner frente a los dragones y de estos seres depende que sean elegidos o que acaben chamuscados en una elección completamente arbitraria.
Llegados a este punto, me es imposible pensar: ¿no era mejor saltarse la primera parte? Si la elección depende de una decisión totalmente impredecible, ¿qué más da si tienen suerte o no a la hora de cruzar un puente? La propia elección de Violet indica que la habilidad física no es decisiva a la hora de ser elegido jinete. Ella no es ni fuerte ni es capaz de montar por sí misma a su dragón. De la misma manera, se ha visto que los estos seres pueden elegir a personas con moral cuestionable, por lo que tampoco es una cuestión de valores.
También hay que tener en cuenta un detalle que señalan los compañeros de Screen Rant: cada vez son menos los dragones que se vinculan con humanos, por lo que no tiene mucho sentido que una universidad se empeñe en matar a posibles alumnos. Ahora bien, que dicha prueba no tenga demasiado sentido a nivel argumental no significa que no cuente con las dosis de espectacularidad necesarias para enganchar al lector desde el primer momento.
En 3DJuegos | En Juego de Tronos solo dos razas habitaban Poniente al principio de su historia, y ninguna de las dos eran los humanos
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