Los videojuegos hace dos décadas se consideraba como algo menor por gran parte de la sociedad, incluso como un hobby que te alejaba de todo y que no hacía sino mal al que los jugaba. La percepción de la industria ha cambiado de forma notable y, aunque con límites, los videojuegos pueden ser usados incluso para la enseñanza como bien mostró un profresor usando Assassin's Creed Odyssey para enseñar historia. Hoy hablamos de otro tutor, uno que ha coleccionado 36 Game Boy y las ha llevado a su clase para que cada alumno pueda usarlas con fines de aprendizaje.
Al igual que aquel historiador usando Icaro para sobrevolar las Termópilas, tenemos que cruzar el charco hacia Estados Unidos. Allí, y según recogen los compañeros de GamePro, un profesor ha desafiado las convenciones tradicionales de la enseñanza al incorporar Game Boy como herramienta educativa en sus clases, con el objetivo de aumentar la participación y el compromiso de los estudiantes en sus propias clases.
Este profesor usa los juegos para fomentar el análisis y aprendizaje
En lugar de ver a las consolas como una distracción, este profesor, que en Reddit tiene el nombre de usuario AnonymousCerealBowl, ha pasado meses buscando, comprando y mejorando hasta 36 de las míticas consolas de Nintendo para integrarlas en su plan de estudios. Con el mensaje "está bien, clase, ¡coged vuestras GameBoys", el profesor ha sorprendido a muchos usuarios con la cercanía hacia sus estudiantes.
Según cita, la metodología es simple pero efectiva: la clase elige un juego al que jugarán juntos, seguido de una semana de escritura creativa relacionada con el juego. Posteriormente, se analizan en profundidad varios aspectos del juego, como los personajes, el tema y la historia. Una buena forma de no ver los videojuegos como algo que va a hacerte "perder tiempo", sino como algo de lo que se puede aprender.
Si bien es normal ver ciertas voces discordantes y que valoran que quizá esta metodología no funciona, el mismo profesor asegura que los ensayos producidos por los estudiantes cumplen con los estándares y la dirección está contento con ello. Además, lejos de aplicar estas técnicas a estudiantes muy pequeños, hablamos de estudiantes de secundaria, de 15 a 18 años, y que aunque de seguro jamás han tocado una Game Boy, cuentan con una mayor capacidad para discernir el fin de este ejercicio que los más jóvenes.
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De hecho, lo mejor de todo es que ni siquiera usa estas GameBoy, sino que su clase es un "patio de juegos digital". Su aula también cuenta con consolas más modernas como una Xbox Series S, otra PS5 y varias Nintendo Switch. Asimismo, los juegos son variados, desde los más clásicos Pokémon Rojo y Azul, hasta Hades, The Elder Scrolls V: Skyrim o The Stanley Parable, perfecto para abordar temas como el destino y las relaciones entre creador y jugador.
A pesar de lo interesante, no todo ha sido un camino de rosas. El profesor asegura que ha sido un proceso largo y meticuloso obtener la aprobación de los padres antes de implementarla en el aula. Ahora, los estudiantes pueden disfrutar de estas consolas y juegos, así como su amor por este medio, en clase sin temor a represalias, fomentando así un ambiente educativo más participativo y dinámico.
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