En muchas ocasiones he hablado de las maravillas del DualSense, el mando de PS5, alabando sus nuevas funcionalidades como los gatillos adaptativos o la vibración háptica. Si bien en función del juego he disfrutado más o menos de él, siempre he creído que es una forma muy ingeniosa de elevar la inmersión y la jugabilidad sin necesidad de ir a parar a extremos más lejanos como la Realidad Virtual. Cada vez que tengo ocasión, le pongo Astro's Playroom a algún amigo que todavía no conoce las virtudes del mando para que disfrute con la sensación de pisar el hielo o de ir sobre unos muelles.
Cuando se me presentó la oportunidad de probar el DualSense Edge, la versión más puntera del mando, la pregunta sobre qué podía ofrecer no dejaba de darme vueltas. Tan sólo había visto algunos detalles al respecto y sabía que el objetivo era ofrecer una experiencia de juego mucho más precisa, pero ya está. No se me ocurría en qué podía mejorar a un mando que ya consideraba bastante bueno, pero ahora he podido salir de dudas y el resultado me ha convencido.
Así es jugar con el DualSense Edge de PS5
Antes de contaros todas las novedades que implementa el nuevo controlador de PlayStation, permitidme deciros que he podido probar el mando con cuatro experiencias distintas: God of War:Ragnarok, Need for Speed, Call of Duty Modern Warfare 2 y FIFA 23. Como podéis ver, son cuatro juegos con sus particularidades, tanto por temática como por jugabilidad, que requieren de unas necesidades diferentes a la hora de abordarlos. Si bien a nivel estético las diferencias son pequeñas, incluso mantiene las mismas dimensiones, a nivel de personalización la cosa cambia bastante.
La experiencia confortable se percibe prácticamente al empezar a jugar
Esto es así debido a múltiples factores, pero personalmente me quedo con la facultad de poder establecer la resistencia de los gatillos adaptativos a mi gusto. Por ejemplo, jugando a The Callisto Protocol me di cuenta de que acaba con cierto cansancio en la mano al tener que usar la porra durante el combate prácticamente todo el tiempo; o con God of War: Ragnarok podía decir lo mismo: tenía tantas ganas de jugar que las largas sesiones de peleas hacían que acabara con las yemas de los dedos resentidas, cosa que adaptando a mi gusto la resistencia no me ha pasado con este mando.
Sí que es cierto que el tiempo de juego ha sido inferior, pero la experiencia confortable se percibe prácticamente al empezar a jugar. Además, esta resistencia se cambia al momento sin necesidad de salir del juego a través de un pequeño regulador de tres posiciones en la parte trasera del mando, cerca de los gatillos. Lo interesante es que cada gatillo puede tener una dureza distinta para el tipo de acción que hagamos con cada uno.
Diferentes jugadores, diferentes perfiles
Esto es muy útil si tenemos en cuenta que a través del menú de la consola vamos a poder establecer diferentes perfiles con controles personalizados. De hecho, ahora el mando viene con dos botones adicionales, (más bien palancas), también en la parte trasera. De manera que añadimos dos acciones más sin necesidad de combinar botones. Por ejemplo, si lanzamos el hacha de Kratos y configuramos que regrese con una de esas palancas el tiempo de actuación es mucho más inmediato. Además, estas pueden ser de dos tipos, más largas o más cortas.
Una vez con todo a mi gusto, han habido juegos en los que he percibido todas estas mejoras de forma más notable
Uno de los principales miedos que tenía era que la configuración de dichos perfiles fuera muy compleja. Es decir, que el que cada jugador pueda establecer sus botones a gusto personal no fuera intuitivo. Por suerte esto no es así e incluso se puede cambiar de perfil sin salir del juego. La configuración apenas dura unos minutos.
Una vez con todo a mi gusto, han habido juegos en los que he percibido todas estas mejoras de forma más notable quedándome con la experiencia de Call of Duty. No es que el mando no se pueda usar para toda clase de juegos, pero creo que brilla especialmente en aquellos que requieren de una jugabilidad más precisa. En este caso, poder elegir entre seis perfiles distintos la precisión de los movimientos o determinar las zonas muertas es muy útil para ser infalible. Lo extrapolo también a otro tipo de shooters o a títulos battle royale como Apex o Fortnite.
Detalles secundarios del DualSense Edge, pero útiles
Ya fuera de lo que es este apartado, hay otros detalles que me han parecido un acierto. El primero sería con respecto a los joysticks y es que no solo se pueden cambiar las almohadillas a tres versiones diferentes sino que los propios controladores son extraíbles. Esto es ideal, ya que seguramente los usuarios que más interés tengan en el mando sean los que más horas dedican a jugar y por lo tanto, los que más riesgo tienen de que se les rompa uno de ellos. Al ser extraíbles, en caso de rotura, tan sólo hay que reemplazar el que está estropeado y no el mando entero. Es tan fácil como hacer click acoplando y desacoplando.
La funda también me ha gustado especialmente, porque permite cargar el mando desde dentro gracias a una ventanita en la que conectar el cable. Yo, que soy muy torpe, encuentro en este detalle un añadido útil para dejar de escuchar el mando caerse cada vez que me tropiezo o cuando uno de mis gatos decide que está bien ver qué pasa al tirar cosas al suelo y hacer ruido.
¿Merece la pena el DuanSense Edge?
En definitiva, me ha parecido un mando muy completo, con un diseño sobrio y toda clase de añadidos que permiten que cada jugador pueda adaptar a su gusto la forma de jugar. Dicho esto, decir que es esencial para disfrutar de una experiencia completa de juego sería desacertado. El DualSense que conocemos ya ofrece un buen nivel y una gran experiencia y lo que hace esta nueva versión es llevar el nivel de detallismo un paso más allá. Si estáis pensando que sin él vais a disfrutar menos, no es así. Yo lo recomiendo personalmente para usuarios habituales que pasen muchas horas jugando, -da igual a qué- , para aquellos que hagan uso de juegos rápidos como FIFA u otra clase de competitivos o simplemente para aquellos a los que les haya entrado por los ojos y lo quieran sí o sí.
Wireless Controller PS5 DualSense Edge, Sony, Blanco
Por último, me quedo con ganas de saber si todas estas ventajas tienen como consecuencia una mayor accesibilidad para personas que tengan algún tipo de discapacidad. Si consigo recabar información al respecto, os iré informando, ya que considero que puede ser un valor añadido para un nicho de jugadores amplio que requieren de adaptabilidad en los videojuegos.
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