Si no consigue apelar la sentencia, Intel tendrá que pagar casi 1.000 millones de dólares a una compañía que ya no existe. Según reportan en Techspot, el gigante tecnológico habría perdido una batalla judicial contra VLSI, un fabricante de circuitos integrados desaparecido que dejó de operar hace años. Sin embargo, dicha condición parece no haberle afectado ya que, desde hace un tiempo, se dedica a realizar demandas por patentes para conseguir millones de dólares.
Según la sentencia en cuestión, un jurado consideró que Intel tendrá que pagar 949 millones de dólares por infringir una patente de hace casi dos décadas. Ya que el registro data de 2005, VLSI está en su derecho de reclamar hasta 2025 a todos aquellos que considere que hacen uso de la tecnología que patentó. Y, al tratarse de una técnica que alivia los defectos causados por la tensión aplicada en las almohadillas de unión, tiene en el punto de mira a gigantes como Intel.
Intel ya ha tenido otras demandas de esta compañía
En la nota de Techspot señalan que la patente en cuestión es la US724755B2, un registro que hace alusión a una tecnología que mejora el diseño del chip antes del proceso de fabricación. Para ello, añade líneas metálicas ficticias a las capas de interconexión, una maniobra con la que consiguen aumentar la densidad metálica. Y, según considera VLSI, Intel habría utilizado esta tecnología con Skylake y Cascada Lake, los procesadores que lanzó en 2015 y 2019 respectivamente.
Sin embargo, la firma norteamericana apunta que para esos elementos utilizó una tecnología que desarrollaron de forma interna. Por ello, informó de su intención de presentar una apelación ya que, tal y como afirmaron, no quieren pagar esa suma de dinero por una tecnología que no funciona en sus chips más recientes. De momento, se desconoce el estado de esta apelación y el resultado final de la misma.
Esta no es la primera vez que Intel debe asumir una demanda multimillonaria por utilizar, presuntamente, tecnología de VLSI. Aunque esta última desapareció hace tiempo, en los últimos años ha dedicado sus esfuerzos a demandar el uso de sus patentes para conseguir pagos de miles de millones. De hecho, en marzo de este mismo año, ya consiguieron que un jurado aceptase que Intel debía asumir un pago de más de 2.000 millones de dólares.