De un día para otro, la vida de cientos de desarrolladores cambió de forma radical. La semana pasada, PlayStation se sumó a la imparable ola de despidos en la industria de los videojuegos anunciando recortes con los que prescindió de más de 900 puestos de trabajo. Desde entonces, son muchos los profesionales que se han visto obligados a actualizar sus CV para encontrar una nueva oficina, aunque este proceso está siendo extremadamente doloroso para algunos desarrolladores. Y este es el caso de Santiago Gutierrez, artista que, tras 18 años en Naughty Dog, fue alcanzado por la decisión de Sony.
Gutierrez, como muchos otros profesionales del sector, ha ido hasta LinkedIn para anunciar su intención de buscar un nuevo trabajo (vía Jason Schreier en X). Sin embargo, el artista lo hace con un largo mensaje que evidencia el mal trago que se está viviendo en la industria: "Hace casi 18 años, empecé mi aventura en Naughty Dog… Hasta ahora", empieza el post. "Para mí, años de mi vida dedicados a la compañía, la repentina e inesperada finalización se sintió como un giro cruel del destino. Caras que se hicieron familiares a lo largo de entrenos, comidas, caminatas en el edificio, fiestas, chats, chistes y… largas, largas horas de trabajo juntos, sufriendo, elevando el listón en cada juego que hacíamos a lo largo de incontables desafíos y triunfos, ahora está hecho pedazos, dejando tras de sí un vacío que ningún email de despedida podría resolver adecuadamente… Sí, mi corazón está totalmente roto. Porque me importa dónde trabajo".
Y es que hablamos de casi dos décadas en las que, además de trabajar, Gutierrez ha formado un estrecho vínculo con Naughty Dog, sus proyectos y su equipo: "La tristeza de los últimos dos días de mi despido no es sólo por perder un trabajo, es más por perder un propósito, una comunidad, un equipo que adoro con todo mi corazón… Una rutina que se había entrelazado con la rutina de la vida diaria", continúa el mensaje de LinkedIn. "Te deja con una profunda sensación de desorientación y tristeza general que persiste mucho después de que te corten el Internet, porque incluso en estos momentos no tienes permitido decir adiós en persona… Después de 18 años, ¿qué daño podría hacer?".
"Quiero compartir toda mi experiencia, construir equipos, hacer juegos y ser feliz. Otra vez"
Pese a todo esto, Gutierrez es consciente de que el único camino es seguir hacia delante: "El cierre de un capítulo profesional se convierte en la puerta de entrada a oportunidades inexploradas, particularmente con el vibrante paisaje de nuevos estudios", sigue la publicación. "Ser despedido se transforma no sólo en una puerta hacia nuevos estudios, sino también en una entrada a un viaje transformativo, donde la riqueza de la experiencia ganada a lo largo de los años encuentra un nuevo lienzo en el que pintar. La puerta cerrada no simboliza un final, sino un principio de una aventura emocionante e impredecible, cargada de promesas sobre posibilidades inexploradas. Así que sí, estoy buscando un nuevo trabajo. Quiero compartir toda mi experiencia, construir equipos, hacer juegos y ser feliz. Otra vez".
Y, si bien es cierto que estas palabras aluden a la experiencia de un solo desarrollador, estamos seguros de que más de un profesional siente lo mismo que Gutierrez. Porque la ola de despidos ha hecho que miles de personas pierdan su trabajo en el sector de los videojuegos. Y, según apuntan expertos del sector, es posible que esta mala situación se prolongue dos años más.
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