Análisis de Gran Turismo 6. Pasión por la velocidad

Análisis de Gran Turismo 6. Pasión por la velocidad
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Gran Turismo, uno de los grandes nombres de la velocidad en los videojuegos, vuelve. Kazunori Yamauchi y el resto de su equipo nos brindan en esta ocasión un juego mejor que su predecesor, uno que por fin se apoya en unas buenas físicas y un comportamiento realista y que, pese a que todavía exhibe algunos problemas, sí que invita a mirar al futuro con optimismo. GT6 sí corre.

La serie Gran Turismo no pasa por su mejor momento. La entrega de PlayStation 3 dejó un sabor agridulce entre muchos aficionados, y es que a pesar de que era un muy buen juego de conducción, lo cierto es que estaba a años luz de los sobresalientes niveles de calidad a los que la saga nos había venido acostumbrando en los últimos tiempos. El salto a la, por entonces, nueva generación no le sentó bien a Polyphony Digital, como a tantos otros estudios nipones, y al final las novedades del producto y sus avances no fueron tan poderosos como se esperaba.

Así pues con enorme ilusión recibimos tanto en la redacción de 3DJuegos como entre los aficionados un nuevo episodio, una entrega destinada a ofrecer por fin la gran simulación de velocidad exclusiva que una máquina como PlayStation 3 merece. ¿El resultado? Gran Turismo 6, obviamente, es un videojuego de velocidad mejor que su predecesor; y ha conseguido ese progreso mejorando el realismo y la veracidad de su simulación, a pesar de que la falta de progresos en la inteligencia artificial sigue invitando a menudo a la desesperanza. Una evolución, por lo tanto, necesaria y agradecida en un camino largo y repleto de curvas que Kazunori Yamauchi y el resto de su estudio quieren recorrer sin miedo al desaliento.

Disfruta la Velocidad

Uno de los problemas de Gran Turismo 5 es que trató de abarcar demasiado. Tantas modalidades jugables, tantos vehículos y tan aparentemente generosa oferta de entretenimientos tenía una contraprestación que era fácil de identificar, y que acabó alejando al programa de las cotas de excelencia que antaño había venido exhibiendo. Nos sirve el viejo lema de que "quien mucho abarca...". El nuevo capítulo, en cambio, nos brinda un acercamiento que no es necesariamente más contenido en comparación, pero sí que hablemos de uno que por el contrario consigue mejores resultados en casi todas las parcelas que aborda.

Esto no significa, como decimos, que los números no sean uno de los fuertes del nuevo capítulo, de hecho es más bien todo lo contrario. El título de Polyphony Digital exhibe con orgullo casi 1.200 vehículos que podemos escoger para pilotar, y que en algunos casos cuentan con el espectacular Vision GT para contemplarlos en su máximo esplendor en cuidadas cinemáticas o bocetos que se irán ampliando en número con futuras actualizaciones de contenido. ¿En cuanto a las pistas? La cifra también es digna de admiración con 100 trazados de circuitos prestos para que los recorramos, divididos en las diferentes series disponibles en el modo carrera y también en las modalidades arcade que nos permiten visitarlos con libertad.

La presentación vuelve a no ser el punto fuerte de una entrega de Gran Turismo en cuanto a interfaces y puesta en escena de sus modalidades. Cierto que el título ha cambiado con fuerza su rostro para conseguir un lavado de cara que lo convierte en una producción más cómoda y efectiva a la hora de permitirnos movernos por sus opciones, pero todavía queda trabajo que hacer para estar a la altura de las grandes producciones en este ámbito. Es un detalle menor y sin importancia en términos de valoración, pero es algo que siempre cabe destacar puesto que generalmente se dan por hechos mejores resultados en estas parcelas.

Gran Turismo 6 pone mejora notablemente elementos como el peso o la física de los vehículos, y eso le permite subir algunos enteros con respecto a entregas anteriores.
Gran Turismo 6 pone mejora notablemente elementos como el peso o la física de los vehículos, y eso le permite subir algunos enteros con respecto a entregas anteriores.

El programa comienza solicitándonos que demos una primera vuelta en un circuito para hacernos con sus particularidades de conducción, opción nada ajena a los videojuegos de esta clase. En esta primera toma de contacto vamos a comenzar a darnos cuenta del avance que supone este nuevo episodio, aunque no será hasta próximos apartados cuando vamos a comenzar a desgranarlo. Lo que nos interesa ahora es el siguiente paso en nuestro acomodo a lo que ofrece el juego de Polyphony Digital, y es su modo carrera. Escogemos nuestro nombre, y ya estamos listos para comenzar nuestra andadura en diferentes series de muy distinto tipo. Todo se estructura en varias columnas a través de las que nos desplazamos horizontalmente, y que nos permiten tener en nuestra mano de un golpe de vista la integridad de las opciones que pone ante nosotros el programa.

Fuera de las alternativas jugables destaca el garaje donde podemos contemplar todos nuestros vehículos, además de darnos un paseo con ellos o de acceder a todas las opciones de ajustes que nos permiten alterar las prestaciones de nuestro bólido en los clásicos aspectos de neumáticos, suspensión, caja de cambios, transmisión, potencia y carrocería. Muchas de las opciones que aquí se ofrecen pueden dividirse en grandes bloques de características predeterminadas como las de Competición, Deportivas o las que se caracterizan por su comodidad, pero como es obvio el título deja suficiente manga ancha como para que podamos definir con mayor exactitud por ejemplo kits de embrague o de turbo, tubos de escape o incluso las características del ordenador de abordo entre decenas de opciones más. Si poseemos las alternativas, sencillamente nos movemos entre las pestañas para activar las que nos interese, y si no las tenemos invertimos el dinero in-game en forma de créditos que hemos ganado en las distintas pruebas. También existen piezas exteriores, ruedas y una larguísima retahíla de ofertas cosméticas y de rendimiento que se complementan con la visita al taller, donde podemos llevar a cabo acciones tan corrientes como lavar nuestro bólido, cambiarle el aceite o revisar su motor.

La personalización del vehículo y la posibilidad de hacerse con un gran número de piezas ofrece un sin fin de alternativas para el usuario.
La personalización del vehículo y la posibilidad de hacerse con un gran número de piezas ofrece un sin fin de alternativas para el usuario.

Universo de Asfalto -Modalidades-

Es raro en estos casos, pero el Modo Carrera es la mejor forma de entrar en Gran Turismo 6 por su cuidada curva de aprendizaje. Su propuesta se compone de seis grandes series, Novato, Internacional B, Nacional B, Internacional A, Nacional A y la definitiva, Súper. Cada una de ellas se dividen en copas, campeonatos y otros eventos, y vamos obteniendo estrellas por cada prueba que se van sumando, y que nos permiten ver en el interfaz del torneo cómo de completo lo llevamos. Además éstas sirven para que, cuando alcancemos el número estipulado, podamos acceder al examen final de licencia que nos permita dar el salto a la siguiente serie de competición.

Hay pruebas independientes y otras que suman posiciones que hayamos ido cosechando para la consecución del éxito, pero lo que debe quedar claro es que en este ámbito tenemos un interesante y arquetípico esquema de incentivos progresivos en forma de recompensas de créditos y de desbloqueos de nuevas pruebas. Se establece así una interesante y adictiva mecánica de alicientes, tan vieja casi como el género de velocidad mismo, pero que es capaz de mantenernos pegados a la pantalla liberando coches nuevos y más potentes, así como desafíos mayores.

El Modo Arcade es, quizá, una de las mejores opciones para foguearnos cuando ya hemos conocido las dinámicas, puesto que puede resultar algo árido introducirnos en él aunque suavicemos notablemente todas las opciones. Las alternativas son Carrera Única, Contrarreloj y Prueba de Derrapes, con ofertas jugables que ya desde su nomenclatura son muy esclarecedoras en cuanto a lo que ofrecen. Sí nos interesa más el hecho de que desde aquí tenemos acceso a los circuitos en cuatro grandes divisiones (mundiales, originales, urbanos y de nieve/tierra), y que antes de saltar al asfalto escogemos la dificultad de la carrera entre las alternativas disponibles (Principiante, Intermedio y Profesional), y también el número de vueltas entre una y el infinito.

El multijugador, por su parte, no está abierto hasta que alcanzamos la licencia Nacional A. Una decisión que parece entroncar con la intención de Polyphony Digital de no permitir que cualquiera sin ningún tipo de experiencia o habilidad pueda colarse y entorpecer las partidas de otros usuarios por mala intención o falta de habilidad. Una medida un tanto elitista que, seguramente, traerá cola, pero que no parece descabellada a la hora de mejorar el disfrute on-line para los aficionados que quieran una experiencia profunda y ciertamente hardcore. Toda la oferta se divide en las Salas Online para enfrentarnos en carreras rápidas, y en los Eventos de Temporada que facilitan la opción de participar en torneos. Una gran oferta de alternativas jugables que incluyen rondas de práctica y sesiones de clasificación y que, tanto antes de la puesta a la venta como después, hemos disfrutado sin problemas con los servidores o la latencia, y en los que después de su lanzamiento hemos observado la desaparición de la opción de la partida rápida. Ahora al aficionado sólo le queda la posibilidad de estudiar los lobbies en los que quiere introducirse, pero sin demasiada información sobre cuáles son las condiciones de conducción o las restricciones del garaje que se exponen.

El incentivo de hacerse con créditos suficientes para comprar un buen coche es una forma estupenda de "engancharse" a Gran Turismo 6.
El incentivo de hacerse con créditos suficientes para comprar un buen coche es una forma estupenda de "engancharse" a Gran Turismo 6.

De hecho toda esta vertiente se activó poco tiempo antes del lanzamiento del programa con el parche 1.01, el tiempo suficiente para descubrir que se trata de una alternativa muy útil para prolongar la vida del videojuego, y que por fin nos pondrá al frente de los siempre impredecibles seres humanos como forma de luchar contra la discreta IA. La posibilidad de customizar las pruebas con gran detalle es bienvenida en la vertiente competitiva contra otros aficionados, e incluso se añaden a las opciones más habituales del off-line el poder fijar penalizaciones por salidas en falso, determinar las necesarias paradas en boxes e incluso activar los daños mecánicos (¡aquí sí!). Por otra parte, si hacemos uso del Modo Arcade para varios jugadores, podemos disfrutar de la pantalla dividida como método de juego acompañado local.

Hay, además, la posibilidad de comprar créditos in-game con dinero real, en lo que viene a consolidar la política de transacciones que se había venido rumoreando en los últimos tiempos y que ahonda en la intención anunciada por parte de Sony de monetizar ciertos aspectos del programa. Ya están disponibles los packs, y recientemente anuncíabamos a través de algunas fuentes precios que oscilan entre 4,99 euros y 49,99, para adquirir respectivamente paquetes de créditos que sí hemos visto y que se dividen en cuatro vertientes: 500.000, 1.000.000, 2.500.000 y 7.000.000 de créditos. También existe una sección denominada Herramientas, aunque de momento está vacía.

Gracias al extraordinario apartado gráfico la vista desde la cabina es, entrega tras entrega, una forma de sumergirse cada vez más lograda.
Gracias al extraordinario apartado gráfico la vista desde la cabina es, entrega tras entrega, una forma de sumergirse cada vez más lograda.

Vive Deprisa -Al Volante-

Cuando ponemos nuestras manos sobre el pad para comenzar a acometer nuestras primeras pruebas de velocidad con Gran Turismo 6, no nos va a costar ni unos segundos darnos cuenta de que las cosas han cambiado. Ya desde el comienzo la sensación de peso está mejor lograda, lo que se traduce en que al lanzamiento el resulta más sencillo ser veraz y realista en los comportamientos de los vehículos. ¿Quién se beneficia de esto? Directamente la experiencia de conducción, e indirectamente nosotros mismos.

Por otra parte la propuesta de Gran Turismo 6 es tan seria y exhaustiva en cuanto a alternativas a la hora de pormenorizar qué tipo de experiencia buscamos como cualquiera de este tipo que se precie en pleno año 2013. Decidir si queremos que la transmisión sea manual o automática, o el tipo de neumático que mejor se adapte a las condiciones en las que vamos a competir son las alternativas en lo que hace referencia a nuestro manejo directo del coche. En otro orden de cosas también están presentes las clásicas ayudas a la conducción que podemos también detallar: la trazada, el indicador de punto ciego, la suavidad de la dirección activa, la gestión de estabilidad, el ABS, el anti-derrape o incluso la sensibilidad de los giros con nuestro mando.

¿Por qué es todo esto tan importante? Porque por fin Polyphony Digital se ha tomado en serio todo lo que tiene que ver con dotar de vida a las máquinas que pueblan el videojuego, y en este sentido ha conseguido que la personalidad de éstas en cuanto a su manejo sea fácilmente detectable incluso en todo el abanico de coches de gama baja. Gracias a esto conseguimos que con sólo cambiar desde nuestro garaje de uno a otro coche que hayamos adquirido (o alquilado), una pista sea percibida por el jugador de manera totalmente diferente en función del automóvil que corre bajo su volante, y eso en un videojuego de conducción es algo muy importante. Hay una tecnología muy importante detrás de todo esto, una que se ha formado por fin con importantes alianzas entre el estudio desarrollador y distintos fabricantes, y eso acaba produciendo que la experiencia de pilotaje sea sólida. No sobresaliente, porque todavía faltan algunas cosas para ello, pero definitivamente notable y recomendable. La ausencia de función rebobinado ayuda, además, a que las carreras acaben siendo un ejercicio de conservadurismo de lo más lógico y realista, lástima que como viene siendo absurda tradición el daño mecánico esté desactivado del modo off-line. Algo imperdonable, puesto que ofrece un castigo cero a quien arriesga en exceso y se propasa en el juego limpio y se lleva por delante mucho del realismo que el programa sí logra en otras facetas.

Desde vehículos extraordinarios y muy especiales hasta los más corrientes. La enorme alternativa de automóviles de Gran Turismo 6 es una gran noticia.
Desde vehículos extraordinarios y muy especiales hasta los más corrientes. La enorme alternativa de automóviles de Gran Turismo 6 es una gran noticia.

Las salidas y las primeras vueltas, por ejemplo, siguen sin estar a la altura. Es algo que principalmente tiene que ver con la idiosincrasia de esta saga de simulación en particular, pero también de la IA, y se lleva por delante buena parte del realismo pero también de la diversión. Los primeros minutos de cada prueba deberían ser una feroz lucha por alcanzar una posición que permita afrontar con garantías el discurrir de ésta, sin embargo nada más lejos de la realidad, deviniendo al final en que los compases iniciales son a menudo del todo inofensivos, algo que tristemente se incrementa con el progreso del título al añadir éste más y más coches más por disparar sus números que por aportar algo con éstos. En buena medida se debe a, como decimos, su inteligencia artificial, que por fin no muestra los grotescos errores de comportamiento y de pésima elección de trazados de la anterior entrega, pero que todavía tiene mucho que aprender en términos de veracidad, de conducta agresiva cuando es necesario, y de adaptarse a las circunstancias cambiantes de cada carrera.

En otro orden de cosas, no pedimos al lanzamiento, como es obvio, que muestre el extraordinario feedback de la competencia en la relación aficionado-pad, puesto que el mando de PlayStation 3 no está habilitado para hacerlo de una forma tan particular, pero es algo que, por ejemplo, acaba componiendo uno de los elementos diferenciales entre uno y otro, y aquí ni siquiera se saca un partido medianamente interesante de la función de vibración de DualShock 3 para comunicar las circunstancias del coche al usuario... Es algo que es de obligada mención, aunque no acabe teniendo reflejo en ningún momento en la valoración puesto que cada título se juzga de forma independiente teniendo en cuenta únicamente las posibilidades de la plataforma en la que aparece.

Gran Turismo 6 es, por su parte, un videojuego muy versátil en cuanto a las condiciones climáticas en las que podemos disfrutar de su propuesta. Definir la hora del día en la que vamos a correr o incluso cómo de rápido va a pasar el tiempo puede cambiar mucho el rostro de una carrera, y es de especial importancia la presencia de una lluvia que también podemos escoger con precisión, incluso en su presencia sobre el asfalto formando balsas de agua o sobre el realismo que exhibirá el agarre de los neumáticos en la superficie mojada.

Belleza de formas -Gráficos y Sonido-

Desde el punto de vista visual, Gran Turismo 6 es un videojuego realmente vistoso, y uno que exhibe una muy buena recreación de todos los elementos que presenta en pantalla. La serie siempre se ha caracterizado por su potencia sensorial y, en los últimos coletazos de una PlayStation 3 que sigue demostrando su potencial, la serie de velocidad ofrece unos resultados estéticos muy interesantes. Dista de ser el referente del género, pero definitivamente su espectacularidad está garantizada.

Hablamos de un videojuego que pertenece al catálogo de una consola que de ahora en adelante, obviamente, va a pugnar para mantener el tipo frente a su hermana mayor, y en este sentido es digno de admirar el trabajo que ha llevado a cabo Polyphony Digital para lograr un acabado estético fenomenal. Esto es aplicable a muchísimos de los vehículos, por ejemplo, que exhiben un detalle y una iluminación y reflejos que les otorgan un look fuera de toda duda en cuanto a realismo. Sin embargo el empeño de sus responsables por mantener los descomunales números que han venido caracterizando a los últimos episodios de la marca supone también que todavía quedan en el garaje de automóviles un sin fin de coches con minúsculas mejoras estéticas desde la generación de PlayStation 2, lo que en cuanto a texturas o carga poligonal les da un aspecto completamente anacrónico. Las pistas, por otro lado, son más uniformes en cuanto a los resultados puramente cosméticos, de gran calidad, y también en cuanto a una creación de trazados impecable y, gracias a sus números, garante de una enorme variedad de cara al aficionado.

No todo son carreras, hay pruebas de muy distinto tipo como entretenimientos de puntuaciones o incluso pruebas de derrapes.
No todo son carreras, hay pruebas de muy distinto tipo como entretenimientos de puntuaciones o incluso pruebas de derrapes.

En cuanto a la representación de los daños visuales en los vehículos, las conclusiones vuelven a ser encontradas. Por un lado aunque estemos hablando de una simulación, es obvio que no esperamos que los coches se destrocen hasta quedar hechos pedazos en un choque de 200 por hora contra un muro, aunque sería eso lo que sucedería en realidad, pero sí es cierto que ansiábamos una mejoría en este sentido con respecto a lo visto en el pasado, puesto que sigue sin estar a la altura. Una colisión contra un elemento sólido y resistente a una velocidad vertiginosa se traducirá en unos roces y raspados en el capó delantero, lo que se traduce en similares resultados estéticos a otras circunstancias como, por ejemplo, las que en nuestros costados representarán habituales y a menudo inevitables fricciones con otros bólidos en las carreras.

Como ya hemos comentado el videojuego ha mejorado de forma notable el realismo de su propuesta, y lo hace gracias a un sin fin de cálculos que el programa lleva a cabo al vuelo y que lejos de lastrar la experiencia jugable con un frame-rate errático nos regalan un disfrute caracterizado en todo momento por su generosa fluidez. Es algo imprescindible para alcanzar una sensación de velocidad tan lograda como la que muestra el producto, pero tiene el coste de unos tiempos de carga largos hasta lo crispante. Hay agradables detalles cosméticos, además, como la posibilidad de definir el aspecto físico de nuestro piloto. Elegir el casco de competición con el que contará, el mono que llevará puesto o incluso los trajes especiales que portará son algunas de las alternativas que tenemos en nuestro poder. También encontramos, además, matices algo menos sutiles como el efecto de la lluvia en el parabrisas, una idea estupenda pero que no acaba de estar tan bien realizada como esperábamos.

Tanto desde el punto de vista de las pistas como de los vehículos, el acabado gráfico del programa es fantástico.
Tanto desde el punto de vista de las pistas como de los vehículos, el acabado gráfico del programa es fantástico.

Por otra parte, Gran Turismo 5 contó en su momento con un gran soporte post-lanzamiento en forma de abundantes parches y contenidos descargables, una forma que se reveló como muy acertada no sólo para conseguir que el programa acabara contando con muchas de las cosas que se prometieron y que no estaban disponibles de salida, sino también para agregarle con el paso del tiempo algunas funcionalidades que era imperdonable que no estuvieran en una propuesta de velocidad como la suya: como los daños mecánicos, por ejemplo. El juego, de hecho, nos da la bienvenida con la descarga de un primer y gigantesco parche de 1,2 GB que fija la versión del programa en 1.01. Y es que Polyphony Digital, en esta ocasión, ha prometido llevar a cabo la misma política de completar la oferta del simulador de conducción, y a pesar de que no han dado detalles concretos seguramente lanzarán actualizaciones para completar algunas de las cosas que hemos adelantado en el texto que le faltan a su lanzamiento, y seguramente seguirán ampliando su oferta de circuitos y vehículos con suculentos contenidos descargables.

En cuanto al audio, volvemos a hablar de una parte que no está tan cuidada como seguramente debiera. Los motores no están a la altura de lo que hemos visto en otras producciones recientes en cuanto a calidad de su reproducción o en términos de variedad de representación de motores o de alternativas en función de las circunstancias. El efecto para las colisiones es, literalmente, desolador: carente de personalidad y sin la más mínima intención de variar con fuerza en función del dramatismo de éstas. Por otro lado, la música es bastante inocua y no demasiado generosa en cuanto a partituras, y la práctica totalidad de los mensajes que el título intercambia con nosotros se llevan a cabo a través de rótulos de texto renunciando así a las voces.

Excelente

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Gran Turismo 6

Por: El equipo de 3DJuegos
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Gran Turismo 6 mejora lo visto en su predecesor, pero todavía le falta subir una marcha más para estar a la altura de las grandes propuestas del género. La propuesta en general está francamente bien lograda, aunque hay algunas cosas que siguen faltando, y el empeño de Polyphony Digital de renunciar a algunos de los avances que el género ha experimentado en los últimos años puede resultar frustrante para algunos. Sin embargo por fin los grandes números en cuanto a coches y pistas se ven acompañados de una conducción sólida y realista. Un gran paso adelante para recuperar la antaño innegociable excelencia de la franquicia.

Comprar Gran Turismo 6
  • El manejo del vehículo responde francamente bien.
  • Las pistas y la mayoría de los coches presentan un acabado extraordinario.
  • Es un videojuego que incluye incontables horas de entretenimiento gracias a sus grandes números.
  • Las colisiones siguen sin ser convincentes, y es increíble que no exista el daño mecánico en la parte off-line.
  • El sonido en líneas generales deja mucho que desear.
  • La Inteligencia Artificial continúa presentando problemas, pero más ocasionales.
Jugadores: 1-16
Idioma: Textos en español
Duración: Incalculable
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