Análisis de FIFA 14. Fútbol imprevisible, realista y exigente

Análisis de FIFA 14. Fútbol imprevisible, realista y exigente
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Con enorme interés hemos esperado las versiones Next-Gen de una serie FIFA que ha venido ofreciéndonos durante el anterior ciclo algunos de los mejores videojuegos deportivos de todos los tiempos. Después de testear las versiones de PlayStation 4 y Xbox One hemos quedado satisfechos con el salto visual, aunque la esencia jugable se haya modificado más bien poco.

Como ya mencionamos en los análisis de consolas de la anterior generación, para la serie FIFA la temporada 2013-2014 está siendo clave a modo de transición. Con este análisis, de hecho, inauguramos el debut de la franquicia en consolas de nueva generación y, además, hablamos también de la primera ocasión en la que se implementa un prometedor motor Ignite que busca aportar grandes cambios al mundo de los deportes virtuales. Hace unas semanas tuvimos unas versiones para PlayStation 3 y Xbox 360 que nos brindaron en todos los sentidos la vena continuista de la marca, y quedamos entonces a falta de observar novedades importantes en la edición del próximo ciclo de máquinas que hemos catado ahora como parte del catálogo de lanzamiento de ambas.

FIFA 14 es, tanto en PlayStation 4 como en Xbox One, un videojuego que observa muchos cambios sutiles con respecto a las ediciones de las consolas del anterior ciclo. Pequeñas modificaciones repartidas por los apartados visuales y técnicos para acrecentar las sensaciones de naturalidad de una experiencia de juego de altos vuelos. No es un salto brutal el que se observa, ni en uno ni en otro ámbito, pero si deseamos contar con la versión que mejor luce, la más optimizada y la que está cargada de detalles aquí y allá que buscan mejorar la fórmula de la entrega de este año, sin duda, debemos optar por las ediciones destinadas a estas nuevas máquinas.

Nota: Si ya lo leíste en su momento el análisis de FIFA 14 para Xbox 360 y PlayStation 3, puedes consultar directamente en la última sección, "Fútbol de Próxima Generación -Gráficos y Sonido-", las diferencias con las versiones de Xbox One y PlayStation 4.

Deporte de Equipo

Los primeros minutos con FIFA 14 son confusos, ya que los cambios tardan en hacerse notar y en primera instancia parecerá que estamos jugando al episodio del año pasado. Con el paso del tiempo los iremos percibiendo, notando cómo la IA ahora nos pone las cosas más difíciles, cómo los partidos son más lentos y cómo en líneas generales el balón parece más libre de nuestros pies en sus movimientos. Todos estos "fichajes" jugables contribuyen a mejorar la experiencia, y hacen los partidos más realistas, y reducen el efecto de importancia máxima de la velocidad de los futbolistas que tenía el mucho más vertiginoso FIFA 13.

Aquí todo es más lento, y hay que trabajar más para conseguir sacar adelante las jugadas, y ya prefiramos un estilo de juego más elaborado u otro más directo el desafío será alto incluso en los niveles de dificultad intermedios. El oponente se cierra mejor, y ahora es dificultoso desmontar su defensa con paredes como antaño porque las ayudas son realistas y no es tan sencillo sacar a los centrales de su sitio para encontrar espacios a sus espaldas. Eso no es óbice para dejar claro, asimismo, que es relativamente sencillo crear superioridades numéricas en banda doblando con nuestros carrileros, y que todavía caen en ciertas rutinas, aunque éstas cada vez son más exigentes.

Eso sí en su capacidad de presión seguimos observando severas incongruencias que ya en pleno año 2013 comienzan a ser del todo imperdonables: hablamos por ejemplo de situaciones en determinadas circunstancias y dificultad intermedia en las que nuestro central, por ejemplo, aguanta el balón en su propia área mirando a banda y nadie del rival se molesta en entrarle, esperando todos pacientemente a que el crono transcurra incluso un tiempo entero. Si el defensa efectúa un giro y mira hacia su portería sorprendentemente la presión se activa, y todos corren como posesos a hacer un marcaje uno a uno que los reparte como fichas en nuestra área e inmediaciones dejando unos espacios bochornosos en su campo, y poniéndonos en la mano llevar a cabo un balón largo a nuestros puntos y acto seguido una fugaz contra con la que podamos crear superioridades sin mucho esfuerzo. Al final de cuentas, y como defienden muchos técnicos, el fútbol es un deporte en el que hay que conseguir superioridades en todas las partes del campo, y en FIFA 14 sucede exactamente lo mismo.

FIFA 14 se ha hecho esperar algo más en la Next-Gen, pero sus mejoras gráficas hacen que haya merecido la pena.
FIFA 14 se ha hecho esperar algo más en la Next-Gen, pero sus mejoras gráficas hacen que haya merecido la pena.

De todas formas, y salvo excepciones contadas como la ya mencionada que obedecen más al carácter de explotar deficiencias puntuales de la inteligencia artificial que a otra cosa, podemos seguir achacándole a FIFA muchas cosas sobre la IA, pero éstas están cada vez más circunscritas al frente ofensivo. En defensa las mejoras son obvias en cuanto a posicionamiento, rigor y orden. En ataque, en cambio, los problemas de lógica siguen estando ahí: De una forma muy poco realista, el rival dirigido por "la máquina" siempre apuesta por el juego vertical hasta extremos contraproducentes incluso para él mismo, renunciando a cualquier rastro de juego en mediocampo por poblado que lo tenga, y obcecándose por avanzar siempre directo hacia el área rival sin optar nunca por maniobras tan recurrentes en el fútbol actual como el pase atrás para oxigenar, o los cambios de juego para que el rival bascule.

Ahora que el fútbol es más pausado, se nota más todo lo que tiene que ver con el proceder de "la máquina" tanto para lo bueno como para lo malo, y eso nos permite ver también de una forma más sencilla las obvias mejoras que ésta ha sufrido. Todo, junto con elementos que describiremos más adelante, provocan que la experiencia sea más aleatoria y no tan fácilmente identificable en cuanto a cómo va a acabar tal o cuál situación. Ese componente imprevisible que hace del fútbol un deporte tan apasionante ha sido una obsesión para Electronic Arts desde hace mucho tiempo, y poco a poco la verdad es que van consiguiendo lograr ese efecto eliminando barreras hasta extremos que parecían difíciles hace unos años.

El nuevo uso de Ignite permite algunas cosas estupendas como pugnas aéreas de más de dos jugadores.
El nuevo uso de Ignite permite algunas cosas estupendas como pugnas aéreas de más de dos jugadores.

El Balón es el Protagonista

Hay dos cosas en las que se ha centrado Electronic Arts cuando llevamos el balón en los pies, y son como es lógico el esférico y el propio futbolista. Lo mejor que se puede decir del avance en ambos es que no son cambios meramente cosméticos, puesto que si bien es cierto que en ambos casos se nota un fuerte efecto visual en la mejora de maniobras y golpeos, lo cierto es que los mejores réditos son para una experiencia jugable que gana muchos enteros. La idea vuelve a ser la misma que con la inteligencia artificial: reducir el efecto correcalles a únicamente momentos puntuales como contragolpes, y obligarnos a madurar en mayor medida las jugadas en el resto de ocasiones.

Para el esférico EA Sports ha trabajado todavía más por lograr la que debe ser la obsesión de cualquiera que esté desarrollando videojuegos de fútbol: una pelota realista. Poco a poco, y FIFA a FIFA, la serie ha conseguido unos valores que han pasado de lo estimable a lo más que notable, y la entrega de la temporada 2013-2014 tiene intención de alcanzar por fin la ansiada excelencia. El veredicto es muy positivo, y nos deja probablemente con el que es sin duda uno de los mejores esféricos que hemos disfrutado en la historia de este deporte en su versión interactiva. Todo tiene que ver con un peso más acusado para el balón, que nos deja un comportamiento a ras de suelo inapelable y, por si fuera poco, un rendimiento en balones por alto en cuanto a centros mucho más impredecible por veraz que los "enlatados" centros laterales de antaño. La mejor parte, sin embargo, se la llevan los disparos a portería, gracias a todo lo que tiene que ver con la implementación de una nueva técnica que permite nuevos tipos de disparo, con efectos que multiplican su realismo y recursos a menudo utilizados por los futbolistas como el bote justo antes de llegar al portero o curvas verticales como la conocida "folha seca".

Por otra parte bajo el rimbombante "Precision Movement" se esconde un incremento superlativo de las animaciones de los deportistas, especialmente en las plataformas Next-Gen, tanto en cuantía como en calidad. Será un cambio que sólo notarán los hardcore de la serie, casi como el del comportamiento de la bola, pero lo cierto es que si se ha invertido el suficiente tiempo en los títulos de la franquicia uno puede percibir con presteza que todas las acciones incluyen un mejor encadenado de los movimientos, una mayor riqueza de éstos y un montón que debutan no para aportar grandes cosas nuevas, sino más bien para mejorar cómo los anteriores se unían entre sí o para rellenar huecos o ausencias que en el pasado podían provocar ciertas incongruencias. Todas estas mejoras pueden sonar superfluas para algunos paladares, pero consiguen de forma notable eliminar todas esas situaciones que en el pasado provocaban reacciones ortopédicas en circunstancias que se salían de lo previsto.

Asimismo, la conjunción de estas novedades sobre el futbolista y el balón provocan resultados extraordinarios en cuanto a impedirnos presagiar cómo se van a zanjar los escenarios tácticos. Los controles en circunstancias extremas son más difíciles de llevar a cabo que nunca, y los jugadores van cada vez más en la línea de una naturalidad y un realismo que ya no nos permite tener el balón pegado a los pies incluso en sprints como antaño, y que les ha hecho ganar en peso para sus maniobras más complejas en tanta medida como a la propia pelota. Por poner el caso en función de un sinfín de variables puede que el primer empujón al balón en la conducción en carrera sea más bien corto, y puede que en circunstancias muy parecidas con un mismo jugador y sólo algunos cambios de matiz éste se vaya mucho más lejos y desemboque en una pérdida. FIFA 14, con este balón menos pegado al pie, fomenta en mayor medida que haya que construir nuestras maniobras ofensivas de una forma más meditada, puesto que lo que en el episodio del año pasado nos podía valer para llevar la bola hasta el área rival con un control prodigioso y una elegante carrera con él en los pies, puede acabar en esta ocasión ignominiosamente en jugadas que darán una y otra vez con una defensa o un mediocampo adelantado medianamente ordenado.

Las bases del juego en la actual generación de consolas y la pasada son idénticas, pero los cambios sutiles los notarán los más veteranos.
Las bases del juego en la actual generación de consolas y la pasada son idénticas, pero los cambios sutiles los notarán los más veteranos.

Si todas estas alteraciones, como ya hemos afirmado anteriormente, son difíciles de percibir (o al menos de identificar) en primera instancia, se debe principalmente a que los controles del título son virtualmente idénticos a los de entregas anteriores salvo pequeñas excepciones. Sí que ha cambiado el hecho de que ya no nos hace falta mantener pulsado el botón de acciones especiales para llevar a cabo los espectaculares regates, que se efectuarán al trote sencillamente con dibujar con el stick derecho la maniobra que queramos efectuar. Esto se debe a que los "empujones largos" sobre el esférico se reservan únicamente para las maniobras que se llevan a cabo con esprint y los controles orientados, ya no se pueden llevar a cabo "en seco". Por lo demás casi el resto de opciones de manejo son idénticas a las de años anteriores, salvo contadísimas excepciones. Eso sí, bajo el abrigo de los controles de corte tradicional Electronic Arts ha logrado muchas cosas, como por ejemplo el que ahora tienen mucha más importancia aspectos como el cambio de ritmo puro y duro, algo que se debe a que los esprints son más explosivos y menos efectivos en uso prolongado, y que nos obliga a hacer un empleo más táctico de todo ello. De hecho de la mano de esta ganancia en realismo obtienen también muchos puntos algunos aspectos como la habilidad de pivotar y proteger el balón con el cuerpo para esperar ayudas al estilo Hombre Objetivo de la vieja escuela del tipo Drogba o Lewandowski, que siempre había estado ahí pero que nunca había tenido tanta importancia como en este episodio.

Todo lo que tiene que ver con la entrada a los partidos ha cambiado su rostro para mejorar y hacernos sentir más dentro.
Todo lo que tiene que ver con la entrada a los partidos ha cambiado su rostro para mejorar y hacernos sentir más dentro.

Todos los Caminos Llevan al Fútbol

Muchos a menudo mencionan la robustez de las licencias oficiales como uno de los puntos fuertes de la serie FIFA, sin embargo éstas no van más allá de lo cosmético y de la inmersión, y aparte de la innegable brillantez de lo que propone jugablemente, lo cierto es que el otro gran pilar del entretenimiento y valor a larguísimo plazo que ofrece la franquicia es el de sus variadas y ricas modalidades. Cualquier perfil de aficionado al fútbol tiene a buen seguro un hueco en sus propuestas, ya le interesen los torneos on-line, las carreras como entrenador a largo plazo o logros tan adictivos como el ya sobradamente conocido Ultimate Team. Todas estas alternativas retornan con más bien pocos cambios en estas versiones Next-Gen, a parte de un lavado de cara en cuanto a colores y tonalidades para los interfaces, y es que ya en las ediciones de PlayStation 3 y Xbox 360 la principal modificación viene de mano de un menú que cambia radicalmente su aspecto para volverse más cómodo y obligarnos en menor medida a recorrer opciones y opciones para alcanzar nuestro interés. Ahora se divide en ventanas y éstas se agrupan temáticamente conteniendo otras que podemos desplegar usando el stick derecho. Puede sonar algo confuso sobre el texto y la primera impresión será chocante, sin duda, pero a largo plazo es un estilo cómodo y efectivo puesto que pone por delante las modalidades que más frecuentamos, y nos permite, por ejemplo, seguir nuestra carrera o nuestro Ultimate Team con sólo apretar un botón puesto que lo pone en primer plano.

Dentro de sus alternativas vuelve a haber Partidos Amistosos, Repeticiones de los grandes partidos de la semana que se van renovando periódicamente a través de nuestra conexión a internet, así como los ya clásicos Juegos de Habilidad con múltiples e ingeniosas reinvenciones de las ya conocidas divisiones de entrenamientos que podemos disfrutar tanto ahí como a modo de entretenimiento durante los tiempos de carga antes de un partido. Llama la atención la ausencia en las versiones para PlayStation 4 y Xbox One de la posibilidad de crear torneos de carácter local para jugar con nuestros amigos en casa, algo incomprensible e inexplicable y en lo que ahondaremos más adelante en la última sección destinada a ahondar en las diferencias entre plataformas. No ausentes, pero definitivamente escondidas, están las partes que, seguramente, consultaremos menos, como todas las que tienen que ver con la Personalización (con opciones y edición de jugadores y equipos), y también la parte del Football Club donde podemos canjear los puntos asociados a nuestro perfil a cambio de novedosas y estrambóticas celebraciones, balones o equipaciones, consultar los marcadores a nivel mundial o las noticias de carácter social para "cotillear" en qué andan metidos nuestros amigos.

Las mejoras del motor de colisiones garantizan unos choques de realismo disparatado.
Las mejoras del motor de colisiones garantizan unos choques de realismo disparatado.

El Modo Carrera se divide entre Club y Jugador, por su parte, muestra así mismo las mismas claves de reinvención en cuanto a menús e interfaces del resto de facetas del programa. Las bases jugables son las mismas que en episodios anteriores en ambos casos, y las opciones son casi idénticas también en la mayoría de los casos, así que salvo algunos aspectos específicos hablamos igualmente de continuismo máximo. ¿El mayor cambio? Está ubicado en la parte del entrenador, y tiene que ver con los fichajes, con un método de ojeo destinado a cambiar nuestra forma de desenvolvernos en el mercado. La idea es la de que FIFA 14 no nos lo da todo tan mascado como en el pasado, negándonos ver las medias y todos los datos de los futbolistas con sólo buscarlos. Ahora fichar es una cosa muy seria, y hay que hacerlo con el máximo cuidado y esmero. Eso significa que los ojeadores ya no sirven únicamente para estudiar jóvenes promesas, que reeditan su presencia en el filial que nosotros creamos desde cero como en el pasado, sino que también tienen una importancia capital a la hora de conocer todo lo que nos hace falta sobre los futbolistas senior.

Hay varias formas de echar un vistazo a los futbolistas: la primera es la de buscar un hombre que se ajuste a lo que deseamos con las herramientas ya habituales y los clásicos filtros, lo que nos dará una serie de nombres desnudos de cualquier dato que no vaya más allá de la edad y la posición, por ejemplo. Si es una estrella contrastada o lo conocemos bien podemos abordar la ya conocida mecánica de negociación y tratar de hacernos con él, pero en caso de que sus habilidades y características sean un misterio para nosotros podemos encargarle a alguno de nuestros ojeadores que le echen un vistazo y, con el paso de los días, nos irán facilitando informes cada vez más exhaustivos hasta tener un perfil completo en breves fechas. Si nos interesan características particulares pero ningún hombre en particular podemos elegir un país a explorar, la demarcación que nos interese, horquillas para edad y tiempo restante de contrato y una serie de características, por ejemplo, aceleración, juego aéreo, regate, lanzamiento de tiros libres, pases... Así podremos ir recibiendo informes poco a poco y así obteniendo un conocimiento más a largo plazo gracias a una red de ojeadores que pueden alcanzar hasta la media docena y que trabajarán simultáneamente.

Si el modo carrera va a llevarse buen volumen de nuestro juego off-line, todo lo que tiene que ver con internet, sin embargo, vuelve a ser el punto fuerte de un FIFA 14 que sigue asentando los cimientos de su capacidad para entretener en el juego a través de la red y que, recordemos, es el primer título de la nueva hornada de lanzamientos deportivos de EA Sports que no contará con pase on-line. La opción Clubes Pro, que nos permite crear un club con amigos para jugar en monumentales partidas de 11 usuarios contra otras 11 es una de las más entretenidas, pero el modo Temporadas volverá a ser una de las mejores bazas con su cuidada estructura de divisiones y su alto afán competitivo que, unido al debut de las Temporadas Cooperativas para 2 contra 2 con amigos, promete dar grandes alegrías. No obstante el rey de la popularidad volverá a ser Ultimate Team, uno de los grandes triunfos de Electronic Arts en esta generación.

Aquí todo vuelve a estar estructurado en torno a la adictiva compra venta de jugadores en base a subastas y la adquisición de sobres. Comenzamos de cero con un equipo mediocre y consiguiendo mejores futbolistas y escalando división a división; la idea es hacer un equipo de cracks mundiales que sea capaz de medirse con los mejores jugadores del mundo en copas y ligas: a mayor reto mayor recompensa en cuanto a créditos. Aquí las novedades tienen que ver principalmente con la profundidad, merced a los nuevos estilos de compenetración que no aportan nada revolucionario pero que sí nos hacen estar pendientes de más cosas para personalizar la experiencia en mayor medida a nuestro gusto con estas nuevas cartas con características que modificarán su estilo de juego para que se asemeje más a lo que buscamos.

Fútbol de Próxima Generación -Gráficos y Sonido-

Si cuando hablábamos de FIFA 14 en PlayStation 3 y Xbox 360 lo hacíamos para advertir de que a nivel visual los cambios eran tan sutiles como en el resto de facetas jugables, en el caso de las próximas máquinas tenemos que hacerlo para referirnos a un fútbol mucho más cuidado en cuanto a detalles. No vamos a verlo de buenas a primeras y a quedarnos impactados, pero todo cuenta con un barniz de fluidez y nivel de detalle que es digno de encomio y que se nota ya desde las tradicionalmente ya de por sí cuidadas salidas de los futbolistas al campo. Todo está muy cambiado en esta ocasión, y EA Sports se hace fuerte en el impresionante aspecto de los deportistas para maximizar el número de primeros planos y sacar partido de una naturalidad mejorada en sus rostros y en sus movimientos.

La calidad de la representación del césped es uno de los grandes avances del programa en lo visual.
La calidad de la representación del césped es uno de los grandes avances del programa en lo visual.

El motor Ignite no está haciendo sino dar sus primeros pasos, de modo que la evolución con respecto al utilizado en las consolas anteriores todavía es escaso, pero ya comienza a dar algunos frutos en cuanto a su traslación a nivel jugable. Por ejemplo si FIFA 14 hace unas semanas ya presentaba un número de animaciones insólito, en esta ocasión éstas se multiplican todavía más incrementando la naturalidad y mejorando hasta límites insospechados el encadenado entre los movimientos de unas y otras. Así pues el videojuego vuelve a contar con un estupendo empaque gráfico en prácticamente cualquier aspecto imaginable, sólo que aquí se aumenta de forma notoria la nitidez de todo lo que hay en pantalla y la fidelidad con la que se representa, reduciendo a la mínima expresión efectos desagradables de las máquinas anteriores como ciertos emborronados o incluso estelas en determinados televisores con técnicas de suavizado de imagen.

Al igual que siempre, los 22 protagonistas de cada partido vuelven a contar con un trabajo extraordinario a sus espaldas. Aquí cuesta todavía más encontrarles peros a su carga poligonal, calidad de texturas y nivel de detalle, y son una representación muy fidedigna de los principales intérpretes de este deporte con muchas mejoras en términos de sus caras, y con gestos faciales de gran calidad que por fin se adaptan de manera más verídica a los distintos contextos. Los uniformes también salen vencedores en cuanto a su tratamiento, y si bien las camisetas siguen mostrando ciertos comportamientos muy poco realistas en algunas celebraciones, por ejemplo, y resultan excesivamente estáticas en otras circunstancias, lo cierto es que su textura impresiona. El tapete también es, una vez más, otro de los grandes titulares, con un acabado extraordinario y una textura impecable. Llama la atención el hecho de que en las dos nuevas máquinas por fin el césped está compuesto por briznas de hierba sobre las que se proyectan sombras con total naturalidad y de forma independiente, algo que viene a inyectar todavía más veracidad a toda la experiencia. No se ha olvidado tampoco el trabajo sobre los estadios con una iluminación fenomenal y un público mejor retratado y que por fin tiene actitudes independientes, algo en lo que se regodean algunas nuevas cámaras Next-Gen para el final de los encuentros. Por si fuera poco con la friolera de hasta 60 excelentes reproducciones de algunas de las más emblemáticas catedrales de este deporte entre las que debutan el Donbass Arena de Donetsk o la Bombonera de Buenos Aires.

El ambiente de los estadios está más logrado que nunca. El público y los jugadores cuentan con un aspecto extraordinario.
El ambiente de los estadios está más logrado que nunca. El público y los jugadores cuentan con un aspecto extraordinario.

Las mayores modificaciones tanto de PlayStation 4 como de Xbox One tienen que ver con lo ya comentado sobre el mayor abanico de animaciones, que en líneas generales transmiten una traslación a la pantalla mucho más realista de lo que ofrece el videojuego. El balón está incluso menos pegado a los pies que en el pasado merced a la implementación de un engine de físicas soberbio, que repercute también en el aumento de la naturalidad de colisiones, entradas verticales, tacklings... En la versión 14 de anteriores máquinas determinadas situaciones seguían provocando respuestas ilógicas en los cuerpos de los jugadores, con giros imposibles y reacciones muy poco plausibles. Todo eso ha desaparecido en esta ocasión, dejándonos unos encadenados de movimientos muy superiores sin esos molestos "eslabones en la cadena" que faltaban antaño, y que ahora se completan en una forma de la que lo mejor que podemos decir no sólo es que hacen ganar puntos en lo visual sino que también repercuten en lo jugable alterando el dinamismo y dejándonos acciones increíbles.

Como no podía ser de otro modo estas ediciones solucionan algunos problemas como el retardo que sí percibíamos en el movimiento a través de los interfaces en las anteriores máquinas, aunque hay algunas notables e increíbles omisiones como los modos torneos que, al menos en la versión a la que hemos tenido acceso, del todo final y la misma que se encontrarán los aficionados el día uno de la compra de su videoconsola, no hacen acto de presencia. Esto supone que no podemos crear copas ni ligas para disputar en solitario ni tampoco para jugar en multijugador local contra nuestros amigos, un detalle incomprensible puesto que sí está presente en las máquinas de pasada generación y que confiamos se solvente con un parche. Pero dentro del campo también observamos mejoras en la IA seguramente derivadas de un mayor margen de memoria sobre el que trabajar. EA Sports prometió una inteligencia artificial de mayor autonomía para los oponentes y nuestros aliados, y lo cierto es que lo han conseguido, disparando así las situaciones donde el rigor táctico por fin hace acto de presencia de una forma que en el resto de versiones no podíamos ni imaginar.

La resolución de 1080p y la velocidad de 60 frames por segundo hacen de la experiencia algo mucho más natural.
La resolución de 1080p y la velocidad de 60 frames por segundo hacen de la experiencia algo mucho más natural.

Aspectos como la reducción en los tiempos de carga, ya de por sí notables por su brevedad, vuelven a hacer acto de presencia, y la consola de Microsoft destaca por su Ultimate Team Legends de carácter exclusivo. Más de cuatro decenas de jugadores legendarios que formarán parte de las cartas del mismo nombre y que tienen un punto de coleccionismo y de empaque histórico que le aporta un detalle muy curioso. En cuanto a las particularidades de versiones hay que destacar que en Xbox One hemos sufrido algunos problemas de estabilidad que EA ha prometido corregir y que Kinect, por ejemplo, busca una implementación que acorte las esperas y reduzca nuestro paso por los interfaces y menús durante los partidos. De este modo nos permite dar instrucciones como modificar las tácticas o incluso llevar a cabo cambios al vuelo, en nuestro caso el dispositivo da en ocasiones algunos problemas, tardando en entender las órdenes en exceso, no entendiéndonos o incluso a veces confundiendo a los locutores con nuestras propias instrucciones si es que nos gusta escuchar el juego a buen volumen. En cuanto a licencias, ¿qué decir? FIFA 14 vuelve a echar el resto manteniendo su vasta oferta y con el debut de algunos campeonatos de mucha enjundia como los sudamericanos de Argentina y Chile entre otras novedades, y a falta de cerrar fichajes de última hora y de incorporar torneos tan relevantes del viejo continente como la pujante liga ucraniana, sí que es cierto que al menos nos ofrece la posibilidad de disfrutar de forma independiente del potentísimo Shakhtar Donetsk que tanto veníamos reclamando.

Para finalizar debemos hablar del audio, que es una vez más uno de los puntos fuertes del programa. La banda sonora es amplia y rica, compuesta por multitud de temas licenciados casi siempre de corte alternativo o indie, y entre los que destacan bandas tan clásicas y atemporales como Nine Inch Nails y otras tan actuales y de moda como The Naked and Famous o Vampire Weekend. Los efectos de sonido tanto para golpeos de balón como para el público son espectaculares y dinámicos, como es tradición en la IP, y los comentarios corren a cargo de los ya veteranos Paco González y Manolo Lama que continúan ampliando su registro de frases con nuevos textos para describir acontecimientos acaecidos este verano y otros de tipo contextual para comentar cómo marchan los conjuntos en sus respectivos campeonatos en estos momentos.

Excelente

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FIFA 14

Por: El equipo de 3DJuegos
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FIFA 14 continúa puliendo su fórmula jugable hasta extremos insospechados con unas versiones Next-Gen muy logradas desde la óptica visual y también con sutiles cambios jugables, aunque con ausencias imperdonables como la posibilidad de crear un torneo. La reducción de ritmo y los pequeños ajustes de las anteriores máquinas continúan manteniendo la experiencia como la más imprevisible, realista y exigente que la marca nos ha brindado hasta ahora, lo que unido a las particularidades del título en las nuevas máquinas lo convierten en una edición muy recomendable.

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  • Versiones Next-Gen con mejoras en la inteligencia artificial y las animaciones para mejorar el realismo.
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  • Menos novedades jugables de las esperadas.
  • Inexplicables omisiones como la de poder crear torneos, que confiemos se solucionen con un parche.
Jugadores: 1-22
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: Incalculable
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