Acción, puzles y plataformas se dan la mano en la ansiada secuela de La-Mulana, uno de los mejores videojuegos de estilo metroidvania que, siendo fiel a la esencia del original, crece de forma extraordinaria con nuevos y temibles desafíos que os harán, a veces, sucumbir a la desesperación. Lo bueno, como te contamos en el análisis de La-Mulana 2, es que a pesar de las dificultades que encuentras en el camino, y no son pocas, nunca te rindes pues la recompensa bien merece la pena.
Desesperado, sin saber a dónde ir y harto de perder la vida una y otra vez, confieso que La-Mulana 2 me lo ha hecho pasar casi tan mal como una aventura de terror. Es un videojuego implacable, ¡hasta cruel diría!, que no perdona los fallos; que más allá de los monstruos con los que te asedia de forma continua, también te castiga brutalmente con un sinfín de trampas mortales que se convertirán en la peor de tus pesadillas. Un fulminante rayo de energía surgido de la nada, un gigantesco bloque de piedra que te aplasta de forma atroz, estacas de acero esperando al final de ese abismo por el que has caído… y el resultado es siempre el mismo: la muerte. Fin de la partida. Sin miramientos ni segundas oportunidades; todos los avances realizados perdidos de un plumazo tras un agónico y dramático "¡Noooooo!" que surgirá de lo más hondo de vuestras almas. Es terrible, desesperante, incluso frustrante, pero algo tiene esta aventura de acción y plataformas que a pesar de las dificultades nunca te rindes; pase lo que pase, este juego de estilo metroidvania te anima a seguir adelante, a pelear sin cuartel contra cualquier enemigo que se cruce en tu camino. Y es lo mejor. La sensación de victoria; sentir que a pesar de las adversidades has superado un desafío que antes parecía imposible.
La gracia de La-Mulana 2, como te contamos también en el análisis del videojuego original, es que su enorme dificultad no está ligada precisamente a la fiereza de los enemigos, aún cuando los combates contra jefes finales son un hueso duro de roer. Lo mejor de esta aventura es la exploración, los puzles, los enrevesados enigmas que bloquearán tu camino de tantas formas imaginables que, será inevitable, en más momentos de los que pudieras imaginar te sentirás totalmente perdido, sin saber qué hacer, vagando de aquí para allá en busca de esa pista que te abra las puertas del paraíso. No es fácil pero sí divertido, mucho, así que lo harás emocionado, sonriendo, disfrutando de cada paso que das a través de las ruinas ancestrales que dan nombre a este título desarrollado por el estudio japonés Nigoro. Si llevabas años esperando por él, deseando enfrentarte a sus temibles desafíos, lo mejor que puedo decirte es que la espera ha merecido la pena.
En busca de la pista perdida
Regresar a las ruinas de La-Mulana tras la loca aventura que vivimos en el videojuego original es un momento mágico cargado de nostalgia. El lugar, totalmente arrasado por las acciones de Lemeza Kosugi en la gran aventura que disfrutamos años atrás, se ha transformado en un curioso complejo turístico que aún conserva ese halo de misterio capaz de atraer a cualquier al lugar.
Y así era… ¡hasta que los monstruos regresaron! Sin pensárselo dos veces, con el héroe del original desaparecido en combate, su hija iniciará su particular cruzada contra estas criaturas de pesadilla para dar respuesta al misterio en un nuevo entorno de juego, Eg-Lana, que es tanto o más enrevesado que el escenario que muchos de vosotros ya conocéis al dedillo. Porque hay que estudiar cada palmo de terreno, conocer al milímetro cada sala del templo para escapar de las innumerables y crueles trampas que pueblan el lugar. No exagero. Cada paso puede ser el último en un videojuego que no siente compasión por nadie, aún cuando se muestra algo más amigable que su antecesor a la hora de explicar mejor el funcionamiento de algunos de los extraños artilugios con los que nos haremos a lo largo de la partida.
Algo tiene esta aventura de acción y plataformas que a pesar de las dificultades nunca te rindes
Que no os engañen tampoco los compases iniciales de la aventura. La primera gran prueba de fuego para Lumisa Kosugi será escapar de un pequeño templo que sí, es laberíntico y, sí, está plagado de trampas y secretos por doquier. Sin embargo, es una experiencia algo más guiada, lineal, que se presenta como antesala de un videojuego mucho mayor. A partir de ahí… ¡el infierno! Porque por unos u otros motivos terminarás vagando sin saber muy bien a dónde dirigirte. ¿Qué necesitas para abrir esa puerta? ¿Por qué no puedo esquivar esa trampa? ¿Qué pasa con ese enemigo de allí? Preguntas que te harán volverte loco pero, también, que te harán apreciar más si cabe el componente aventurero de un videojuego que convierte el papel y lápiz en una pieza de equipo prácticamente imprescindible para la supervivencia. Hay que anotar las pistas que nos ofrecen los variopintos personajes con los que nos cruzaremos durante la partida, pero también dibujar símbolos, o crear incluso versiones artesanales del mapa para tener localizadas algunas zonas de interés como los puntos de guardado o, por qué no, objetos para los que en ese momento no encontramos una utilidad clara. ¡Más adelante podrían ser una vía de escape!
Y esta es la genialidad de La-Mulana 2. Como su antecesor es un videojuego desafiante, enigmático, que exige mucho de parte del jugador, pero que también sabe recompensar con una increíble sensación de superación personal. Por eso no será raro que gritéis de pura alegría cuando, tras mucho buscar, deis con la ruta que os permita seguir avanzando a través de un laberíntico escenario de juego que presenta un diseño fantástico. Es digno de elogio. Me encanta cómo cada una de las estancias de Eg-Lana se unen entre sí, creciendo, expandiéndose como una descomunal tela de araña que os atrapará sin remedio. Y aunque el juego es fiel al original, Nigoro sabe cómo sorprender con nuevos rompecabezas que pondrán a prueba vuestro ingenio, obligándoos a utilizar no ya solo decenas de objetos físicos y armas de toda clase sino, también, aplicaciones para móviles con funciones de lo más dispares. Lo más divertido es que el espacio en la memoria es limitado, por lo que os tocará instalar y desinstalar ciertas app en función de los objetivos de la misión.
Con un estilo de juego cercano al de los clásicos Castlevania, esta aventura de acción y plataformas en 2D se presenta como una obra de lo más tradicional incluso en la forma de sortear las batallas. Es simple, directo; obvia apoyarse en mecánicas como las esquivas o en lo que a saltos se refiere, ni tan siquiera te da opción de controlar el vuelo de la protagonista. Se siente rígido, más encorsetado que otras obras del estilo, también tan propias de la vieja escuela, pero que sin embargo han abrazado sin tapujos elementos más actuales como ocurre con Spelunky. No es algo negativo por sí mismo pero sí es un elemento que puede echar para atrás a más de un jugador. También puede resultar frustrante la obligatoriedad de memorizar la posición de las trampas pues, una vez las acciones, pocas opciones tienes de escapar. La-Mulana 2 también me ha decepcionado en los combates contra jefes finales pues su diseño es bastante típico, con mecánicas de combate no demasiado elaboradas. La buena noticia es que además de estas poderosas criaturas os enfrentaréis durante el transcurso de la partida a jefes intermedios que, al no esperarlos, os harán vivir momentos de pura tensión.
La-Mulana 2 mantiene ese aire místico del original aunque la historia no es su fuerte
Visualmente hablando el videojuego de Nigoro conserva prácticamente la estética de su antecesor aunque se notan avances en las animaciones de los personajes y el detalle de los escenarios. Gráficamente hablando no es espectacular, salta a la vista, pero sí es un videojuego vistoso por la variedad de localizaciones a las que nos traslada. También me gusta mucho la sutileza con la que en muchos casos cubre de pistas los escenarios, haciéndote preveer la proximidad de una trampa con los cadáveres de otros aventureros por poner un ejemplo. En lo argumental, con textos en inglés, La-Mulana 2 mantiene ese aire místico del original aunque la historia no es su fuerte, combinando a veces diversas mitologías y religiones sin demasiado éxito. En lo sonoro, el juego de Nigoro vuelve a presentar una gran variedad de temas musicales que sirven de acompañamiento perfecto, con melodías muy pegadizas que terminaréis tarareando. Otra de tantas virtudes para un videojuego difícil, de los que acabas odiando por momento, pero que con su genial diseño de niveles e ingeniosos rompecabezas te hará disfrutar del largo viaje que propone, con unas 25 horas de exploración, combates y duro plataformeo.
Cruel e implacable, la secuela de La-Mulana es todo lo que cualquier aficionado al videojuego original desearía. Desafiante, sí, porque sufrirás lo indecible para resolver algunos de los peligrosos misterios que plantea esta aventura de acción y plataformas, pero también te embriagarás con las mieles del éxito cada vez que derrotes a un jefe de final de fase, consigas una nueva arma, o simplemente des un paso más a través de las ruinas que dan vida al que es uno de los grandes metroidvania de los últimos años.
- Una aventura metroidvania que potencia de forma extraordinaria la exploración
- El diseño de los puzles y la sensación de peligro constante
- Un videojuego extenso con montones de contenidos y secretos
- Combate algo simple y diseño poco inspirado de los jefes finales
- La acción se siente a veces algo limitada
- El sistema de control puede mostrarse algo impreciso en ocasiones
