Análisis de Football Manager 2015. Vida deportiva

Análisis de Football Manager 2015. Vida deportiva
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La final de la Champions League. Tú dirigiendo desde el banquillo a un equipo antaño modesto. Minuto 89, y el empate con 10 te condena a una prórroga de sufrimiento. Te armas de valor y sacas del campo al capitán para meter a un chaval de 19 años cuyo fichaje te ha costado críticas. Él marca. Tú te conviertes en el manager más laureado de Europa. Esto es fútbol. Esto es Football Manager.

Cada aficionado de fútbol lleva un entrenador dentro, es un tópico que conoces de sobra, ¿verdad? Pues con Football Manager un año más tienes la oportunidad de sacar al Mourinho, Van Gaal, Guardiola o Klopp que llevas dentro. Sports Interactive sigue manteniendo el pulso de la saga y, tras el discutido pero notable episodio del año pasado, continúan refinando una fórmula que apuesta por el look estilizado del episodio 2014 pero con una generosa dosis de profundidad.

Ahora todo queda en tus manos, y como en los grandes juegos de gestión las opciones son tan amplias que pueden llegar a abrumarte. Más densidad y alternativas en casi cualquier aspecto imaginable son las claves de un lanzamiento sólo apto para apasionados del balompié. ¿Tu equipo jugará al ataque? ¿Te vas a convertir en un maestro defensivo? ¿Llenarás tu club de jugadores nacionales o va a parecer la ONU? Qué... ¿Cuál es tu estilo?

The Special One -Manager de Despacho-

El gran titular de Football Manager 2014 fue el de algunas decisiones conceptuales que no sentaron particularmente bien a todos los aficionados. Los acostumbrados a las barras deslizantes y a la infinidad de controles y pestañas que había antes para las instrucciones de equipo o de jugador en la faceta puramente táctica observaron, no sin desagrado, cómo toda esa profunda pero antiestética y francamente poco accesible estructura había sido sustituida por una serie de botones que ofrecían instrucciones no redundantes y mucho más comprensibles. En primera instancia los sentimientos fueron encontrados, al fin y al cabo era mucho tiempo con el antiguo esquema, pero más adelante muchos descubrieron que la nueva forma de proceder no estaba tan mal y que seguía permitiendo un gran control sobre el devenir de los partidos.

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La ventana táctica del videojuego ha cambiado notablemente su aspecto. Ahora todo es más cómodo y accesible.
La ventana táctica del videojuego ha cambiado notablemente su aspecto. Ahora todo es más cómodo y accesible.

Sobre esa base se fundamenta Football Manager 2015, pero profundiza en algunas de las partes que quedaron algo cojas del episodio anterior. La entrega del año pasado, siendo notable, exhibía algunos problemas que la apartaron de una valoración aún superior, y Sports Interactive ha deseado superar todos esos matices con un conjunto mucho más redondo y no precisamente exento de cambios. ¿Para empezar? Todos los menús principales han sido fuertemente retocados, abandonando el estilo que llevaba varios años caracterizando a la saga, y que aquí ha sufrido un brutal lavado de cara. En primera instancia llama la atención y, tras años y cientos de horas invertidas con el antiguo esquema, incluso incómoda, pero no pasará mucho tiempo antes de que nos demos cuenta que se ha optimizado la cantidad de clicks que tenemos que pulsar para llegar de una parte a otra y que todo es más cómodo y, definitivamente, está mejor pensado. Las distintas secciones están en la parte izquierda de la pantalla estiradas en vertical sobre un elegante panel, y el resto de alternativas destinadas a dar profundidad a cada una de las partes se van desplegando ya de una forma mucho más parecida a lo que veíamos antaño. Distinto, sí, y también mejor.

Algunas partes del contenido y su exposición han sufrido severos retoques como, por ejemplo, la parte del ojeo. Siempre ha sido una de las herramientas principales para el jugador a la hora de conocer qué le rodea en cuanto a jugadores que fichar o rivales que estudiar, pero también ha sido tradicionalmente una parte algo torpe y definitivamente poco accesible de cara al aficionado novato. En Football Manager 2015 no sólo no ha perdido ni un ápice de profundidad, sino que se ha reformulado para que estéticamente nos permita hacer las mismas cosas pero de una forma rápida y eficaz. En esta línea de validez entran las alternativas que ahora hay para configurar cómo seremos como manager. Como si de un título de carácter RPG del pasado se tratara, ahora al comenzar nuestra andadura podemos repartir puntos de experiencia en distintas características que antaño eran fijas para todas nuestras partidas. Escogiendo nuestro grado de veteranía en el pasado como hipotético ex-futbolista, tendremos más o menos puntos a repartir entre los 15 atributos que son los habituales de empleado, y que están divididos entre los rasgos de un entrenador especialmente centrado en la parte táctica o de desarrollo de los jugadores o de lo más puramente psicológico o de conocimiento.

Más densidad y alternativas en casi cualquier aspecto imaginable son las claves de un lanzamiento sólo apto para apasionados del balompié

Hay otras muchas partes que han sido refinadas estéticamente o reubicadas, pero nos llama particularmente la atención todo lo que tiene que ver con la parte táctica puesto que es uno de los lugares donde más tiempo vamos a invertir como técnicos en el juego. Como ya hemos dejado claro esta sección del programa se fundamenta en lo que vimos el año pasado en cuanto a las instrucciones, pero con nuevas alternativas para dar órdenes a los futbolistas. No sólo eso, sino que el interfaz de disposición de los jugadores se ha reescrito por completo para ser mucho más vistoso desde lo estético, más accesible desde lo relacionado con la comodidad e igualmente preciso en cuanto a dar órdenes. Ahora el esquema de las estrellas ha sido reemplazado por varios iconos que nos dan mucha más información. Por ejemplo con una críptica estrella y un semicírculo nos aportan no sólo la adecuación del jugador en cuestión a la posición en la que le ubicamos, sino también su nivel y el estado de forma actual para el partido. Completo, ¿no? Pero no te preocupes, si prefieres el estilo tradicional siempre puedes entrar a la ficha del jugador y consultar con las clásicas barras y porcentajes lo que tiene que ver con esos datos. ¿Más cosas? Por supuesto. Ahora los roles y tareas no van a ser fijados desde el icono del propio jugador en el esquema, sino que están presentes en una cómoda barra en la parte izquierda de la pantalla que nos da una visión de conjunto mucho más exacta del reparto de tareas.

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Herr Pep -Manager de Campo-

Todo eso nos lleva a hablar de la dirección de campo, y sobre todo lo que sucede sobre el césped donde también hay grandes novedades. En algunos sentidos Football Manager ha sido un juego muy estricto y rígido en cuanto a nuestra relación con nuestros futbolistas en el transcurso de los partidos, algo que contrastaba profundamente con la cantidad de opciones que hay para charlar con ellos de distintos asuntos entre semana. En esta ocasión se sigue profundizando en la misma línea por la que se ha apostado en los últimos episodios, con la posibilidad no sólo de que la inmediatez de nuestras instrucciones de equipo se haya visto mejorada de forma palmaria, sino también porque ahora tenemos la posibilidad de gritarles consignas destinadas a cambiar su actitud al vuelo. Cuando en la vida real vemos a un entrenador desgañitándose desde la banda pidiendo más a sus hombres es exactamente lo que podemos esperar del juego en este sentido, pudiendo dirigirnos al equipo en general con los habituales tonos de expresión y con instrucciones como las de pedir un plus de tensión o de concentración si vemos que hace falta, pedir calma si vemos al equipo acelerado u otros aspectos destinados a apoyar la presión o creatividad.

Todo lo que tiene que ver con el ojeo ha sufrido grandes e interesantes cambios. La profundidad y las pistas que nos dan nuestros ojeadores están a la orden del día.
Todo lo que tiene que ver con el ojeo ha sufrido grandes e interesantes cambios. La profundidad y las pistas que nos dan nuestros ojeadores están a la orden del día.

El motor de los partidos era una de las grandes promesas de mejora por parte de Sports Interactive, y lo cierto es que el trabajo ha ofrecido grandes resultados. El motor gráfico y su ejecución en movimiento, como es obvio, dista mucho de lo que ofrecen los grandes referentes del deporte virtual en su faceta más relacionada con la simulación, sin embargo no es lo que busca un aficionado de esta franquicia de gestión deportiva, y precisamente para lo que desean la serie va poco a poco afinando su fórmula con cada vez resultados más interesantes. El cambio con respecto al año anterior es notable, no sólo en unas animaciones de los jugadores que han mitigado de forma importante esa sensación de patinaje sobre el césped que les caracterizaba en el pasado, sino también en una cantidad de movimientos mucho mayor y, en definitiva, mucho más natural. Tampoco se ha quedado atrás lo que tiene que ver con la recreación de un césped más realista y capaz de manchar con el barro con mayor veracidad a los futbolistas, o de un retrato para los estadios que va ganando enteros y que ahora incluso cuenta con panorámicas exteriores.

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Esto no quiere decir que hayan sido solventados todos los problemas que hay cuando el árbitro pita el inicio de los partidos, claro. En líneas generales se percibe una mayor naturalidad en el desarrollo de los partidos, especialmente para el estado que acostumbra a presentar el juego recién lanzado (no por pobre, sino más bien por cambiante ante futuros parches que acaban siempre dándole otra forma). Sin embargo si bien está claramente presente esa mejora de la que hablamos, lo cierto es que los usuarios a menudo seguirán tirándose de los pelos ante la frecuencia con la que se dan situaciones absurdas o imposibles. De acuerdo en que el fútbol es un deporte cargado de sorpresas y momentos ridículos, pero la generosa periodicidad con la que se suceden en esta saga sigue invitando en algunas ocasiones a la desesperación. De las pocas pegas que se le pueden interpelar a la entrega de este año que, por lo demás, sigue ofreciendo enormes dosis de adicción.

En otros ajustes destacados nos gustaría recalcar el plus de alternativas que ahora hay en las negociaciones de fichaje. Las de los clubes, aparte de los cambios estéticos que son muy obvios, apenas se han visto modificadas, pero las de los deportistas sí que incluyen algunos cambios como el hecho de que ahora ellos también pueden marcar como fijos distintos aspectos de la negociación y la apertura en el abanico de opciones que nos va a dejar ser mucho más concretos con los bonus y primas añadiendo muchas alternativas por la conquista de distintos trofeos. Además si, por ejemplo, la reputación de nuestro club no alcanza para convencer a un futbolista que deseamos, siempre podemos dirigirnos a él con promesas como las de otorgarle la capitanía o la de garantizarle alcanzar tal o cuál competición.

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Tras el notable pero controvertido episodio del año pasado, Sports Interactive retoma un pulso que a buen seguro recuperará la incondicional fe de sus veteranos. Más profundidad, infinidad de posibilidades de gestión y una pléyade de alternativas para configurar nuestra plantilla y su preparación a nuestro entero gusto. ¿Pides algo más como técnico? ¡Ah!, claro... salir victorioso en todos los partidos, ¿verdad? Pues eso te lo tendrás que ganar, y con Football Manager 2015 será una experiencia más dura y desafiante que nunca.

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  • Los cambios estéticos en los interfaces reportan grandes resultados
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Jugadores: 1
Idioma: Textos en español
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