Pega un buen trago de cerveza y entona tu mejor canción en el nuevo RPG los autores de Wasteland, que han recuperado con acierto una de las sagas de rol más emblemáticas de la historia. Combates por turnos, puzles y mucha exploración con estilo retro te esperan en este gran videojuego de PC y consolas. Análisis de The Bard's Tale IV: Director's Cut.
Más allá de lo espectacular de sus combates o el ingenioso diseño de sus rompecabezas, si algo me gusta de The Bard's Tale IV - Director's Cut es su capacidad para emocionar con la simple idea de explorar unas ruinas ancestrales, la guarida de un nigromante o la torre de un hechicero repleta de trampas mortales. Es como adentrarse en un nuevo mundo. Y aunque sabes que en cualquier momento puedes caer muerto, que el siguiente paso puede ser el último; lo das, sin pensarlo, porque en el fondo deseas con toda tu alma descubrir qué oscuros secretos se ocultan en el lugar. Da igual las horas de juego que lleves a tus espaldas. Es una sensación que no desaparece en ningún momento, y este es el gran triunfo de un RPG que hace lo imposible para sorprender continuamente.
El nuevo trabajo de los autores de Wasteland 2 y Torment: Tides of Numenera es un genial tributo a los clásicos dungeon crawler; a todos esos juegos de rol en primera persona en los que tan importante era acabar con los enemigos en batallas por turnos, como explorar a conciencia unos escenarios plagados de trampas, sí, pero también de increíbles tesoros. The Bard's Tale IV alcanza un equilibrio perfecto gracias a un gran diseño de niveles que destaca por la presencia de abundantes zonas secretas y caminos alternativos que presentan sus propios desafíos. Poco importa que sean misiones secundarias o simples retos adicionales. El equipo de inXile Entertainment ha cuidado hasta el más mínimo detalle para que ya sea salvando al mundo, o ayudando a un pobre desgraciado, nunca desaparezca el ansia por querer seguir explorando. La construcción de este mundo de fantasía es otro gran logro de sus responsables, pues conjuga a la perfección la esencia clásica del género con elementos algo más novedosos y un envoltorio simplemente espectacular.
Un brindis por los grandes héroes
Hay algo sorprendente en The Bard's Tale IV y es la sensación de libertad... siendo este un juego con escenarios lineales, muy del estilo de los grandes clásicos del género. Hay montones de pasillos, por supuesto, pero están perfectamente camuflados en localizaciones en las que, mires donde mires, siempre encontrarás algo interesante a donde dirigir tu atención. Que no os engañen los compases iniciales de la aventura. Skara Brae no es el lugar más bonito, ni tampoco el más interesante, pero una vez te adentras en las auténticas mazmorras ya no querrás hacer otra cosa más que perderte en este genuino universo de fantasía para vivir grandes aventuras. A esto contribuye el buen diseño de los muchos rompecabezas que encontrarás durante la partida. No es poca cosa.
Los puzles son parte esencial de The Bard's Tale IV. Los hay a montones, durante toda la aventura, así que constantemente tendrás que agudizar el ingenio para sortear muchos de estos obstáculos. Algunos de los rompecabezas requieren que prestes atención a los textos y documentos que encontrarás durante el viaje, con sutiles pistas que serán vitales para descifrar algunos puzles, mientras otros directamente se presentan como enrevesados acertijos que te harán pegar un salto de alegría al dar con la respuesta correcta. También los hay basados en dirigir rayos de energía, mover bloques de piedra o, incluso, guiar hadas usando elementos del escenario.
Durante las cerca de 40 horas que puede llevarte completar la aventura no dejarás de resolver enigmas del estilo, lo que puede volverse un tanto agotador en momentos puntuales de la partida cuando muchos de estos puzles se repiten con demasiada asiduidad. Algo parecido he sentido con los combates. Son estupendos; pura emoción gracias al enorme valor estratégico de nuestras acciones, limitadas a unos pocos puntos de acción compartidos por todo el grupo. Así que cada decisión cuenta; cada movimiento puede ser decisivo a la hora de alcanzar la victoria o la más cruel de las derrotas. Por eso se disfruta tantísimo de los combates por turnos de The Bard's Tale IV. Puede parecer que la acción está limitada en exceso pero nada más lejos de la realidad.
The Bard's Tale IV hace lo imposible para sorprender continuamente
Sobre una cuadrícula de 4x4 tendrás que pensar a conciencia cada una de tus acciones. ¿Cómo distribuirás a los héroes? ¿Quién golpeará primero? ¿Y a quién atacará? A veces, más que golpear, tendrás que buscar el modo de protegerte; cambiar la posición de los héroes, o activar ciertas habilidades especiales que incrementen su resistencia. Una y otra vez te enfrentarás a enemigos que sean más o menos poderosos, más o menos temibles, acabarán contigo si no te andas con cuidado. Y esa sensación de peligro, el miedo a ser derrotados, ayuda a que la lucha sea si cabe más emocionante.
He superado batallas que parecían imposibles gracias al ingenio y la estrategia, lo que obviamente te hará vibrar de pura emoción ante la épica de tal hazaña. Y lo mejor es que hay opciones para aburrir a la hora de crear tu grupo de aventureros. Aunque de entrada solo hay cuatro arquetipos de héroe, podrás desarrollar sus habilidades de tal modo que dos guerreros, por ejemplo, cumplan papeles muy distintos en el campo de batalla. Las opciones de personalización son bastante generosas y la buena noticia es que esta nueva edición de The Bard's Tale IV permite, a diferencia del original, reestructurar los puntos de habilidad de un héroe para cambiar su forma de pelear. La pena es que en algunos aspectos el juego de inXile, estudio ahora propiedad de Microsoft, sí se siente algo limitado. Me refiero sobre todo al uso de las pociones.
Son un objeto que debes equipar ocupando el espacio de las baratijas, que son ítems con capacidad de mejorar las estadísticas del combate. Entiendo que es una decisión estratégica; restar ventajas a un personaje para dotarle de la capacidad de sanar a los suyos, pero esto a veces puede crear situaciones de lo más comprometidas si se da el caso de que muere justo el único héroe equipado con pociones. Habiendo además una importante variedad de pócimas con efectos beneficiosos para el equipo, habría estado genial poder consumirlas libremente, usando puntos de acción, durante el curso de la batalla. Dejando esto a un lado y teniendo en cuenta que son una figura presente en el propio nombre de la saga, toca hablar de los bardos; una clase de héroe realmente divertida.
Como en otras aventuras de rol los bardos aprenden canciones para, o bien apoyar a los suyos, o bien machacar a los rivales con diversos efectos negativos. Lo gracioso es que para cantar necesitan beber alcohol y, claro, el alcohol en exceso provoca borracheras. Así que debes buscar el equilibrio para disponer de esa "magia" especial, necesaria para cantar, sin pasarte de la raya para no quedar grogui durante algunos turnos. Tampoco pasaría nada ya que a veces una buena borrachera puede ayudarte a lidiar con situaciones de riesgo, dado que el bardo aumentará de forma increíble su fuerza de combate. Para potenciar sus habilidades podéis fabricar diversas bebidas alcohólicas, además de usar un variado repertorio de instrumentos musicales que mejorarán destrezas muy concretas del héroe. En este sentido, la Director's Cut de The Bard's Tale 4 se amplía con nuevas armas y equipo especial para todos los aventureros.
Tras los muchos problemas que tuvo el videojuego original en su estreno en PC, hace casi un año, se agradece el esfuerzo de inXile para mejorar el que ya en su esencia era un gran RPG. Hay cambios en la interfaz de usuario y la gestión del inventario, además de corregirse abundantes errores que dificultaban o incluso impedían la progresión en la aventura original. Sin embargo, el cambio más notorio se encuentra en el propio rendimiento del juego, que ha reducido los tiempos de carga entre zonas y funciona en general mucho mejor. Esto ha tenido consecuencias, pues aunque se han mejorado algunos efectos visuales, The Bard's Tale IV también ha reducido la calidad gráfica de otros. Ante las quejas de los aficionados el equipo capitaneado por Brian Fargo ya ha adelantado que lanzarán distintas actualizaciones que mejorarán los gráficos, pero en el caso de consolas, dudo que ocurra. En este punto, la versión de Xbox One X funciona bastante bien, pero como en PC, al acceder al inventario el juego se ralentiza levemente, lo que resulta molesto en algunos momentos.
Pocos juegos potencian de tal modo la exploración, y mucho menos combinan con tanto acierto la acción y los puzles
Pese a los sacrificios realizados el juego sigue luciendo espectacular. Me ha encantado el diseño de los escenarios y la belleza de muchas de sus localizaciones, con una gran variedad de mazmorras que lucen genial en su mayoría. Durante las batallas disfrutaréis además de un auténtico espectáculo de luz y color, con unos enemigos bien animados que sorprenden por sus interacciones con el jugador y su espantosa -y divertida también- forma de morir. Aunque el diseño de algunos personajes no termina de estar a la altura de los escenarios, pocas pegas se le pueden poner al respecto. Lo mismo vale para su genial apartado sonoro. The Bard's Tale IV cuenta con una banda sonora de enorme calidad que sorprende por lo animado de muchas de sus canciones de estilo celta, interpretadas entre otras por Julie Fowlis, a quien ya escuchamos en la película Brave de Pixar.
Vayas donde vayas escucharás a los habitantes de este universo de fantasía cantar y tararear música con gran alegría, lo que de alguna forma te anima a querer seguir explorando el mundo de The Bard's Tale, que gracias a detalles como este se siente muy vivo. En cuanto a la historia, presentada con textos en español, inXile vuelve a firmar un trabajo notable. El argumento se sigue con gran interés y aunque hay momentos en los que la trama principal se pierde entre numerosos combates y puzles, cuando gana protagonismo sorprende por lo bien que combina el humor con temas más catastrofistas y oscuros. Una seña de identidad de Brian Fargo y su equipo, que vuelven a firmar unos diálogos divertidos y muy humanos que ayudan a que el jugador se meta de lleno en la acción.
Creo que se nota que he disfrutado mucho del largo viaje que propone The Bard's Tale IV. Perderme en su mundo de fantasía y descubrir los oscuros secretos que se ocultan tras muchas de sus mazmorras me ha parecido una experiencia emocionante. Pocos juegos potencian de tal modo la exploración, y mucho menos combinan con tanto acierto la acción y los puzles. A veces este equilibrio se rompe y la lucha se vuelve un tanto repetitiva, pero en general nos encontramos ante uno de los mejores dungeon crawler recientes, y es meritorio teniendo en cuenta que en los últimos años el género ha vivido una nueva edad dorada. ¿Te interesa? Si estás suscrito a Xbox Game Pass podrás jugarlo ya mismo, lo que resulta genial.
Perderse en oscuras mazmorras, sobrevivir a sus trampas mortales, y salir victoriosos con una gran historia que contar a nuestros amigos. Esta es la grandeza de los dungeon crawler, y es algo que The Bard's Tale IV entiende a la perfección. Con una gran variedad de puzles y unos combates por turnos de lo más emocionantes, el nuevo RPG de inXile Entertainment posee todo lo necesario para contentar a los más veteranos, y también a aquellos que dan sus primeros pasos en el género. A veces su acción es algo repetitiva y se siente un tanto limitado en ciertos aspectos, pero como experiencia de rol, es un viaje que merece la pena vivir.
- El diseño del mundo de juego y lo emocionante que resulta explorar
- Gran variedad de mazmorras con montones de puzles en su interior
- Las batallas por turnos son espectaculares y muy emocionantes
- A veces se abusa de combates o cierto tipo de puzles, y la acción se vuelve repetitiva
- Pese a las mejoras sigue habiendo bugs que entorpecen el pleno disfrute del juego
- Picos de dificultad mal calibrados incluso durante las misiones principales
