Análisis de Travis Strikes Again, el experimento surrealista de Suda 51 para Switch

Análisis de Travis Strikes Again, el experimento surrealista de Suda 51 para Switch
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Imagina un videojuego compuesto de diferentes experiencias jugables, todo reunido dentro del mismo cartucho. Eso es Travis Strikes Again, y para los curiosos, no es una secuela de No More Heroes, sino un spin off de corte experimental con la capacidad de atraer especialmente a los seguidores del extravagante Suda 51.

Durante una de las secciones que contiene Travis Strikes Again, el propio protagonista, al perder la vida y verse superado por la jugabilidad del título, llega a exclamar que "este juego apesta". Fue ahí donde entendí que los creadores no se toman en serio a sí mismos, y de hecho creo que son conscientes de que el propio videojuego no es necesariamente bueno, debido a la gran monotonía en su planteamiento.

A mí han acudido cantidad de frustraciones que creía olvidadas. Tiempos de carga absurdos, conversaciones que no terminan, necesidad de guardar a cada cinco pasos, pantallas que a veces sólo cambian un color para darte a entender que pasas de nivel, un concepto de dificultad difícil de tolerar en la actualidad… Son muchas las convenciones clásicas del mundo del videojuego que se recuperan en Travis Strikes Again: No More Heroes, título que no debe ser entendido como una secuela de No More Heroes, sino como un spin off basado en la experimentación.

No es de extrañar en Suda 51. El creativo japonés destaca por salirse de lo convencional, con planteamientos muchas veces absurdos, que tienen sin embargo una fiel oleada de seguidores. A ellos no les costará mucho entender de qué va todo esto: una sucesión de experiencias con sable láser en mano y que suponen, más que un videojuego competente, un compendio de frikismo con todas las referencias a la cultura pop que os podáis imaginar. Eso, y no otra cosa, es este lanzamiento exclusivo para Nintendo Switch: un videojuego de autor en el que Goichi Suda ha hecho lo que le ha dado la gana, literalmente. Y debo reconocer que, independientemente del regular resultado obtenido, eso tiene su mérito, hoy más que nunca.


Un homenaje a la cultura del videojuego
Travis Strikes Again: No More Heroes es un homenaje a los clásicos de los 80 y 90, hasta llegar a la era de los 32 bits. Como tal, todo se presenta en formato 4:3, imitando a los televisores de tubo de la época, así como pantallas de carga y todo tipo de convenciones del mundo del videojuego. El esquema es el de un hack 'n slash muy tradicional, que se combina con una serie de conceptos jugables correspondientes a géneros como la aventura conversacional, los puzles, la conducción y un considerable etcétera.

El esquema central es el de un hack 'n slash, con presencia de algunos jefes finales y posibilidad de cooperativo local para dos jugadores.
El esquema central es el de un hack 'n slash, con presencia de algunos jefes finales y posibilidad de cooperativo local para dos jugadores.


Más que un buen videojuego, lo nuevo de Suda 51 en Grasshopper Manufacture pretende ser un ejercicio de frikismo multiplicado con respecto a lo que vimos en No More Heroes. Para más señas, tenemos el argumento. Travis es absorbido por una consola legendaria: la Death Drive Mk II. Funciona con las conocidas como Death Balls (en referencia a la serie Dragon Ball), las cuales debemos recuperar en cada uno de los seis cartuchos disponibles para poder cumplir un deseo.

Este es el planteamiento para que cojamos la beam katana de Travis y nos liemos a porrazos contra los bugs (errores de programación) que pueblan el entorno del juego. Uno absolutamente surrealista, muy en consonancia con ese gusto de Goichi Suda para mezclar sueños con realidad (el propio creativo ha reconocido su inspiración en Kafka). Así es como obtenemos una aventura que arranca en el mismo momento en que nos sentamos en la caravana de Travis para poner un nuevo cartucho de la Death Drive Mk II, los cuales vamos obteniendo a medida que jugamos.

Análisis de Travis Strikes Again, el experimento surrealista de Suda 51 para Switch


Es un homenaje a los clásicos de los 80 y 90, hasta llegar a la era de los 32 bits.

El enfoque es muy loco, y también innovador en cuanto a la puesta en escena. Cada escenario que vemos está a medio terminar, con partes que parecen mostrarnos el código fuente. Esa, paradójicamente, es la misma sensación que obtienes mientras juegas. Todos los videojuegos son simples y parecen inacabados. El ajuste de dificultad no está mal (tal vez lo más destacado del conjunto), pero la experiencia se vuelve incómodamente monótona. La repetición es, de hecho, un rasgo que se mantiene durante toda la partida.

Análisis de Travis Strikes Again, el experimento surrealista de Suda 51 para Switch


El título se compone de 6 videojuegos en realidad, cada uno con su propio esquema jugable. Hay exploración, conducción, aventura conversacional... y todo con mucha extravagancia y guiños a la cultura pop.
El título se compone de 6 videojuegos en realidad, cada uno con su propio esquema jugable. Hay exploración, conducción, aventura conversacional... y todo con mucha extravagancia y guiños a la cultura pop.


Travis Strikes Again ofrece multitud de guiños y rompe la cuarta pared en unas cuantas ocasiones de forma brutal. Sin embargo, detrás de esa fachada, que encantará a los seguidores de Suda 51 y su estilo, no hay mucho más. Como homenaje, es una locura. Como videojuego, es muy discreto. Demasiado. Y eso que su planteamiento hack 'n slash no está del todo mal, con combos y habilidades que desbloqueamos a medida que avanzamos en una campaña que dura en torno a 8-10 horas.

El mayor problema que detecto es que la variedad es escasa, y los planteamientos jugables resultan desfasados. Algunas veces me he preguntado si todo era intencionado, pero luego pensé que resulta intrascendente: aunque lo fuera, es un videojuego mediocre. Su esquema jugable tiene la culpa. Se puede resumir en blandir la espada contra diestro y siniestro, nivel tras nivel, con escasas variaciones y protagonizando variantes con puzles, exploración o conducción que pecan de repetirse y ser simplones. Es como la broma que, mil veces contada, termina por dejar de hacer gracia.

Si a pesar de todo os interesa la propuesta, os diría que tratárais de jugarlo en cooperativo, ya que admite dos jugadores en la misma consola, haciendo la experiencia un poco más llevadera. Es menos complicada y los jefes (tal vez lo más interesante del juego) los llevaréis mejor. También os ayudará a conseguir coleccionables y dinero con mayor rapidez, algo que permite comprar camisetas que se corresponden con algunos de los éxitos indies más recientes, como es el caso de The Messenger, Undertale o Hollow Knight.

El juego está cargado de referencias, en un compendio bastante surrealista y extraño, obra de Suda 51.
El juego está cargado de referencias, en un compendio bastante surrealista y extraño, obra de Suda 51.


Como ejercicio de nostalgia hacia cómo se hacían los videojuegos en el pasado es un gran experimento, ya que se emula el apartado audiovisual de los juegos clásicos. La aventura conversacional se construye a base de gráficos vectoriales monocromos, mientras que otras partes recurren al uso de un plano cenital similar al primer GTA, o a texturas de baja resolución e intros generadas por ordenador muy de la época de la primera PlayStation.

Como ejercicio de nostalgia hacia cómo se hacían los videojuegos en el pasado es un gran experimento

He de reconocerlo, tiene su encanto, y en particular, me llamó la atención un detalle. En la caravana de Travis, puedes ojear una revista especializada con reportajes sobre los videojuegos que vas a jugar. En algunos, las puntuaciones no eran especialmente buenas; de juegos aceptables, pero no muy destacados. Prácticamente igual que en este análisis. Y eso me ha dado que pensar… Al final, esto de categorizar las cosas con un número es lo más sencillo, pero conviene que el lector se haga la pregunta de lo que está buscando, porque si lo que quiere encontrar es a Suda 51, esta es probablemente una de sus apuestas más atrevidas y personales, incluso a pesar de que como juego resulte mejorable.

Discreto

Sin sello
Análisis de Travis Strikes Again, el experimento surrealista de Suda 51 para Switch

Travis Strikes Again: No More Heroes

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Travis Strikes Again: No More Heroes es un homenaje al mundo de los videojuegos, al tiempo que una explosión de frikis referencias a la cultura pop de la que tanto gusta su inconfundible creador: Suda 51. La obra de Grasshopper Manufacture destaca más por romper la cuarta pared y hablar a los jugadores directamente que por proponer una experiencia jugable variada e interesante. Es por ello que como ejercicio de homenaje es destacado, pero como juego resulta repetitivo, y en numerosas ocasiones hasta mediocre. En cualquier caso, si te gustan las obras de Goichi Suda, este es uno de sus trabajos más extraños y personales... y eso también hay que valorarlo.

Comprar Travis Strikes Again: No More Heroes
  • Videojuego de autor, con la inconfundible aura creativa de Suda 51
  • Buen repertorio de guiños a la industria del videojuego
  • El cooperativo para dos jugadores añade interés a la propuesta
  • Experiencia de juego simple y monótona
  • Se echa en falta más dedicación en el apartado audiovisual
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en español
Duración: 8-10 horas
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