Después de experimentar varios inconvenientes en su desarrollo y de sufrir algún que otro retraso, por fin el estudio Creazn ha puesto en liza su nueva obra: Dollhouse. Un título que, como podéis leer en este análisis, no ha alcanzado la calidad esperada.
No voy a tirarme a la piscina afirmando que Dollhouse era uno de los títulos que más esperaba de esta temporada (actualmente y a falta de conocer las sorpresas que nos deparará el E3, ahora mismo el Top 3 lo ocupan Zelda: Link´s Awakening, Judgment y Catherine: Full Body en ese orden). Pero, en cambio, sí admito que era una de esas producciones que tenía muchas ganas de probar para saciar así mi curiosidad. ¡Qué ingenuo! La curiosidad mató al gato y este videojuego del estudio Creazn no ha estado a la altura de las circunstancias, por mucho que me guste su concepto de juego básico y algunas de las ideas que trata de poner en funcionamiento de manera torpe y deslavazada.
Para aquellos que no conozcan nada acerca de este título (supongo que esto le sucederá a más de uno), Dollhouse es una aventura de misterio en primera persona que, como nota más distintiva (entre otras muchas), posee una estética oscura al más puro estilo de lo vivido en las películas pertenecientes al llamado cine negro. Una propuesta en la que tenemos que convertirnos en Marie, una detective que debe adentrarse en una pesadilla en la que los recuerdos la persiguen de manera convulsiva. Y, precisamente, para profundizar en la historia tan turbia como no especialmente bien narrada ni, menos aún, explicada, que acapara esta aventura, es necesario ir encontrando una serie de objetos ligados a la memoria de dicho personaje. Un concepto que puede sonar interesante (de hecho, en teoría lo es), pero que ha sido ejecutado de manera nada exitosa.
Un desarrollo lento y plagado de inconvenientes
A pesar de los deseos que tenía de que me gustara esta aventura, al final he tenido que desistir en el intento debido a los muchos problemas que dicha obra alberga. Y aquí debo comenzar señalando los innumerables errores o bugs que registra, que no son pocos ni secundarios precisamente. Fallos en la detección de objetos, problemas con los subtítulos (en español, eso sí), bloqueos parciales, decenas de defectos ligados al apartado técnico y demás problemas se agolpan durante cada partida.
Lo más destacable es su ambientación
De verdad, resulta imposible avanzar más de diez minutos sin que suceda algo raro. Ni los sandbox menos pulidos que han aparecido en el mercado, juegos que por razones evidentes suelen presentar bastantes defectos de este tipo, poseen tantos bugs como los que amontona Dollhouse. Considero que debería haberse retrasado su lanzamiento para pulir el código hasta alcanzar unos mínimos exigibles.
En cuanto al desarrollo del juego en sí, lo cierto es que tiene su gracia y se atisban detalles interesantes, como la posibilidad de poder controlar a más de una docena de personajes diferentes (aunque luego no lo son tanto), por ejemplo. Además dichos tipos pueden ser dotados de mejoras de diferente índole (más de 40), algunas bastante llamativas y poco comunes en este tipo de obras. A esto se añade el hecho de que los escenarios se generan de manera procedural, lo cual siempre garantiza cierto grado de frescura en cada nueva partida. Eso sí, tampoco puedo negar que el ritmo al que transcurre todo resulta muy sosegado, demasiado en ocasiones, y estoy convencido de que los usuarios menos pacientes seguramente se aburrirán al poco de comenzar.
Otra característica llamativa (al menos en teoría) es la incorporación de un modo multijugador online para ocho usuarios a la vez. Una forma de expandir más si cabe las posibilidades del juego… pero, como os decía, sólo en teoría. Sí, porque a la hora de la verdad dicha modalidad no tiene ninguna consistencia dado que es casi imposible encontrar partidas activas, algo que me consta que le ha sucedido a más de un compañero de profesión. Y debido al carácter nicho que posee el título, no sé, me cuesta imaginar que dicha opción vaya a mejorar sensiblemente a corto plazo. Ojalá me equivoque.
Debería haberse retrasado su lanzamiento para pulir el código hasta alcanzar unos mínimos exigibles
La ambientación, en cambio, no está nada mal pese a los citados inconvenientes derivados de su faceta técnica. Dollhouse no es el juego más vistoso del mundo, pero la estética noir está bastante conseguida y la recreación de los entornos es acertada. Poco detallados y algo invariables, pero más que decentes en cualquier caso.
A esto también contribuye su notable apartado sonoro, quizá el aspecto más trabajado de todos los que expone el título. El doblaje en inglés es bastante bueno, los efectos resultan variados y la banda sonora de corte ambiental y algo “estridente” en ocasiones cuadra bien con el tono general de la aventura.
Esta aventura subjetiva de terror psicológico posee detalles interesantes y expone un par de ideas bastante atractivas, como el hecho de poder controlar a 14 personajes distintos o avanzar por escenarios enrevesados que se generan de manera procedural. El problema es que su ejecución ha sido bastante decepcionante, destacando por encima de todo la exagerada presencia de errores y bugs de diferente índole. Los hay para todos los gustos: más pasables, frustrantes, curiosos… Se nota que a Dollhouse le ha faltado bastante tiempo de pulido en general, algo imperdonable.
Comprar Dollhouse- La posibilidad de poder jugar con 14 personajes diferentes
- Escenarios creados de manera procedural
- Buen apartado sonoro, de lo mejor del título
- El desarrollo se hace pesado, es muy lento
- Errores de todo tipo lastran atisbo alguno de inmersión
