Hace unos meses, Elon Musk certificó una de sus jugadas más inesperadas al intentar comprar OpenAI, una situación que solo provocó que su batalla con Sam Altman llegase al siguiente nivel. En sus comienzos, Elon Musk fue uno de los principales inversores de OpenAI, pero sus diferencias con los creadores sobre el futuro de la compañía le llevaron a abandonar la empresa. Sin embargo, ello no significa que no haya estado pendiente de la evolución de la misma y, por ello, intentó formar una alianza inesperada con Mark Zuckerberg para adquirirla.
Como señala TechSpot, Musk intentó aliarse con Zuckerberg a pesar de sus diferencias públicas. Así, la cara visible de empresas como Tesla, SpaceX o X lideró un grupo de inversores que hizo una oferta no solicitada de 89.900 millones de euros para adquirir OpenAI. ¿El argumento? Según indicaron en aquel momento, su intención de devolver a OpenAI a su misión original, ya que Musk considera que se han alejado de su visión de crear IA de código abierto para el beneficio global.
Sam Altman no recibió bien la oferta
Como era de esperar, esta oferta no sentó bien en el seno de OpenAI y Sam Altman, CEO de la firma tecnológica, respondió de forma irónica tras rechazarla: "Debería comprar Twitter por 9.000 millones de euros". Así, quiso hacer alusión a que Elon Musk pagó por X mucho más de lo que valía. Sin embargo, el paso del tiempo centró su atención en otros detalles y, sorprendentemente, una serie de documentos judiciales revelaron que Musk y xAI contactaron a Zuckerberg para explorar acuerdos financieros o inversión en OpenAI.
A pesar del interés de Musk, ni Zuckerberg ni ningún responsable de Meta llegó a firmar algún papel con la intención de unirse al equipo inversor. De esta forma, el intento de Musk se enmarca en la demanda que interpuso contra OpenAI el año anterior, ya que intentó acusar a la compañía de querer transformarla en una empresa con fines de lucro. A pesar de sus intenciones, OpenAI abandonó esos planes en mayo y se reorganizó como corporación de beneficio público, una situación que le llevó a mantener al ente sin ánimo de lucro como controlador.
Meta, por su parte, sigue hacia delante con su intención de invertir miles de millones de euros en la industria de la IA, una situación que le ha llevado a destinar grandes sumas de dinero a la contratación de personal especializado. Así, aunque las diferencias de Musk y Zuckerberg no son ningún secreto, ya que incluso llegaron a barajar la posibilidad de combatir dentro de una jaula, el primero buscó una alianza sorprendente con el segundo para adquirir OpenAI. Como era de esperar, su intento quedó en nada a raíz de la falta de interés de Zuckerberg en la visión de Musk.
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