Análisis de Hacktag. Una de hackers peludos

Análisis de Hacktag. Una de hackers peludos
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En un género donde todo parece inventado como es el sigilo, el joven estudio Piece of Cake pone sobre la mesa Hacktag: se trata de una colorida e innovadora propuesta cooperativa salpicada de pequeños rompecabezas, que nos propone ponernos en la piel de un animal para infiltrarnos en un edificio y robar toda la información que esté a nuestro alcance. Análisis de Hacktag.

En la última década, hemos visto que ciertos géneros de videojuegos han gozado de un envidiable estado de salud: los 'shooters' en primera persona, el mundo abierto, los MOBA o los battle royale han tenido su momento de gloria, pero aún está por llegar una etapa incontestable de brillantez para el género del sigilo. Hacktag entraría humildemente en un terreno trillado donde parece que sólo las herramientas y magias pueden aportar cosas nuevas. Piece of Cake Studios rompe con todo ello y propone una apuesta sencilla y divertida de cooperación para dos jugadores con un dinamismo muy diferente al que conocemos hasta hoy. ¿La ambición de sus responsables? Crear un mundo persistente que apoyar con nuevos eventos y que logre quedarse en nuestros discos duros bastante tiempo.

En Hacktag, trabajamos como mercenarios destinados a hacer misiones de espionaje industrial. Mecánicamente, esto se traduce en tres corporaciones que hacen de mapa (cada uno de ellos con un tipo de misión único), y dos jugadores que lo exploran en una perspectiva isométrica. Antes de entrar en la instalación, pasamos un breve matchmaking para emparejarnos con un aliado humano con el que elegir la misión. En este proceso, nos repartimos los roles de infiltrado y hacker, y elegimos habilidades. Empieza la chicha.

Robando a dúo: el infiltrado y el hacker

El binomio infiltrado - hacker se resuelve en un tipo de manejo para cada uno, y puesto que dependemos también de lo que quiera jugar nuestro compañero humano, habrá partidas en las que manejemos cada una de estas "clases". La diferencia entre uno y otro está en las habilidades pasivas que podemos desbloquear y equipar, así como en el manejo: el infiltrado puede moverse en un entorno tridimensional, mientras que el hacker depende de una red de nodos que se extiende por todo el mapa. En general, viviremos una experiencia similar en ambos casos, pirateando diferentes aparatos como puertas o cortafuegos para abrirle camino a nuestro aliado. Puede parecer raro, pero si hemos jugado cooperativos como el de Portal 2, una vez a los mandos nos resulta bastante familiar.

Una de hackers peludos


Si hemos jugado cooperativos como el de Portal 2, una vez a los mandos el videojuego nos resulta bastante familiar

Por desgracia, no todo está a la altura en esta original puesta en escena, y es que a día de hoy nos enfrentamos a algunas asperezas en ambos roles. Como hacker, el desplazamiento por los nodos nos puede dar alguna que otra imprecisión al movernos entre uno y otro, especialmente si nos encontramos un antivirus por el camino y hay que retroceder. El movimiento libre del infiltrado es más razonable, pero nos tenemos que enfrentar a una deplorable IA enemiga que controla a los guardias y que puede hacer que se queden en una misma estancia durante una eternidad. Perderles de vista no es difícil, ni mucho menos; pero se quedarán buscándonos un rato igualmente, y con la misma torpeza.

No tenemos armas para defendernos de los guardias, pero nuestro aliado hacker puede ayudarnos a escapar.
No tenemos armas para defendernos de los guardias, pero nuestro aliado hacker puede ayudarnos a escapar.


El arte del pirateo, por otro lado, se lleva a Hacktag con rompecabezas y minijuegos que podemos resolver sobre la marcha en pocos segundos, y que implican pulsar botones en una secuencia rápida o encontrar algún tipo de patrón. Los más interesantes de todos requieren la cooperación de ambos jugadores al mismo tiempo e implican silenciar una alarma, abrir puertas de seguridad o piratear el ordenador de un ejecutivo. Es satisfactorio colaborar cuando vamos con un amigo en el mismo grupo, pero puede no serlo si nos encontramos con un jugador aleatorio que no comprenda del todo cómo resolver cada puzle. Esto depende de nuestra suerte en el emparejamiento, pero se vuelve especialmente molesto en los ordenadores mejor protegidos, porque fallar el minijuego capta la atención de los guardias.

Una de hackers peludos


El infiltrado y el hacker comparten el mismo mapa, pero con perspectivas y controles específicos.
El infiltrado y el hacker comparten el mismo mapa, pero con perspectivas y controles específicos.


Todo sea dicho: una vez jugamos en cada mapa y entendemos cómo funciona cada rompecabezas, podemos tener una experiencia original y divertida y, si vamos a por los mejores tiempos y puntuaciones, también desafiante. Con todo, podemos prolongar la duración del juego si queremos completar su anecdótica y complementaria historia y desbloquear todas las habilidades. Merece la pena recalcar, eso sí, que apenas tres mapas y más bien poca variedad de acción pueden hacer que se nos haga repetitivo más pronto que tarde. Algo que choca con fuerza con la idea de abrazar el juego como servicio.

Nunca me ha gustado el fenómeno "furry". Para quien no esté muy enterado del tema, se trata de una colección de dibujos y producciones de todo tipo realizadas por aficionados que recogen personajes humanos con fisonomía animal, o animales con fisonomía humana. No estoy seguro de cuál sería la mejor definición. Aquí nos encontramos contenido de todo tipo: la mayoría son monos y coquetos, otros desafían los límites éticos de lo que entendemos por sexualidad. El sistema de progresión y personalización de Hacktag juega con el primero de estos tipos, pudiendo personalizar tanto la especie como la indumentaria de nuestro animalesco avatar.

Los desbloqueables estéticos de Hacktag tienen más bien poco interés

Al entrar en el mundo de Hacktag, podemos crear un personaje gato, zorro, mapache, ciervo o conejo, y si queremos jugar como macho o hembra. Para ambos sexos, existe una variedad de accesorios, tipos y colores de traje y patrones de pelaje que se pueden desbloquear en cajas de botín. Estas últimas, por fortuna, se pueden obtener como recompensa por completar misiones. Tanto el factor de repetitividad como el hecho de que la cámara no se acerca en demasía al infiltrado (y el hacker directamente no aparece en escena) nos hace pensar que los desbloqueables estéticos tienen más bien poco interés, aunque no vamos a negar que algunos adornos, vestimentas y pelajes tienen su aquel y pueden animarnos a querer más. Los eventos, por otro lado, afectan más bien a los mapas en los que nos infiltramos: cambian la apariencia de los mismos, o introducen nuevos rompecabezas en algunas de sus secciones.

Cámaras, puertas o incluso máquinas de café: casi todo se puede piratear o usar en nuestro beneficio.
Cámaras, puertas o incluso máquinas de café: casi todo se puede piratear o usar en nuestro beneficio.


El juego se publica sólo en inglés y francés, aunque como indicábamos con anterioridad en este análisis de Hacktag su historia es más bien complementaria y no creemos que sea un factor especialmente determinante a la hora de hacernos con el juego. Sí es más fácil de recomendar por su estilo gráfico, con unos entornos coloridos y bien detallados, repletos de bromas y referencias culturales para quien esté dispuesto a prestar atención al entorno. No se puede hablar tan bien del sonido, que nos acompaña en las misiones con tonos ambientales que cumplen sin más.

Interesante

Sin sello
Una de hackers peludos

Hacktag

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Con sus más y sus menos, Piece of Cake Studios se las apaña para hacer de Hacktag una interesante y original propuesta de sigilo. A falta de pulir algunos problemas técnicos y añadir algo de variedad al título, nos ofrece una experiencia cooperativa divertida y desenfadada con potencial para ampliar y mejorar sus contenidos gracias a eventos o actualizaciones.

  • Propuesta original y necesaria dentro del género
  • Todas las misiones son suficientemente rejugables
  • El contenido introducido en eventos invita al optimismo
  • Poca variedad de acción y rompecabezas
  • Los desbloqueables no son particularmente llamativos
  • Algunas imprecisiones de control y de IA
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en inglés
Duración: 4-6 horas + multijugador incalculable
Ver requisitos del sistema
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