Análisis de Dark Souls Remastered. Una de cal y otra de ceniza

Análisis de Dark Souls Remastered. Una de cal y otra de ceniza
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Uno de los juegos más relevantes de la pasada generación regresa en forma de remasterización, pero no exento de polémica. En este análisis de Dark Souls Remastered te contamos cuáles son la novedades de esta edición, pero también qué elementos podían haber salido mejor.

A este Dark Souls Remastered le han ocurrido demasiadas cosas por el camino como para que sea capaz de obviarlas todas. No hay duda de que me hace plantearme qué es exactamente una remasterización. Si esta debería ceñirse exclusivamente a lo técnico, limando gráficos y asperezas, o aprovechar la oportunidad para cambiar y aportar contenido. En el caso de la laureada saga de FromSoftware, el debate está abierto a múltiples interpretaciones.

En primer lugar, porque Dark Souls II tuvo ya una remasterización: Scholars of the First Sin. No sólo llevaba el juego a la nueva generación, aglutinando sus (maravillosos) DLCs, sino que aportaba una nueva serie de características, como la alteración de algunos enemigos, su localización así como algún que otro nuevo personaje. ¿Es esto lo que debería haber sido este Dark Souls: Remastered? Puede, pero muchos otros podrían argumentar que una obra tan importante como Dark Souls que en muchos aspectos ha cambiado el paradigma del videojuego moderno debe ser conservada tal y como llegó por primera vez.

En esta ocasión, por principios, por prisa o por pereza, FromSoftware ha decidido optar por esta decisión. Realmente no veo aquí tanto problema. Teniendo al propio Miyazaki como presidente, probablemente considerasen a Dark Souls un juego bastante redondo en cuanto a su contenido, mientras que Dark Souls II pudo tener más flecos que podían añadirse. Sin embargo, esto no quita que esta remasterización se me antoje bastante... Automática, a falta de una palabra mejor. Parece que el trabajo puesto en ella se ha centrado más en lo que podía mejorarse de forma mecánica que de forma artesanal. Y aunque no todos los ojos se percatan de ello, se nota.


Si venimos del bagaje consolero, me es más fácil recomendar esta remasterización. Es la opción más recomendable para todo aquél que no haya jugado o no lo haya hecho desde aquella versión de Dark Souls para PS3 y Xbox 360 que, por falta de detalle y resolución, pero sobre todo de framerate, lastraba la experiencia de jugar a esta magna obra. También la recomendaría a los coleccionistas que buscan tener en formato físico una edición algo más definitiva que aquella que guardan ya en su estantería.

Nota: Este análisis corresponde a la versión de consola de la remasterización. Puedes consultar la versión de PC aquí, con un análisis que debe tratarse aparte por las particulares de la edición Prepare to Die lanzada anteriormente en la plataforma.

Análisis de Dark Souls Remastered. Una de cal y otra de ceniza


La hoguera de las vanidades

Los cambios gráficos que podemos apreciar (tanto para bien como para mal) son pequeños, mayormente. El rastro de almas y objetos tiene ahora una estela más pronunciada y azulada. Las antorchas y hogueras poseen un efecto de fuego más poderoso, aunque se pierde la forma clásica, y en general el trabajo de texturas está más definido, con algunos cambios más apreciables que otros. Por ejemplo, el nuevo detalle de la niebla antes de los jefes o el guerrero alicaído del santuario del enlace de fuego, que luce ahora una cota de malla que se parece a lo que pretende ser, y no una mera textura borrosa.

La experiencia es ahora mucho más fluida gracias a una tasa de frames sólida y estable.
La experiencia es ahora mucho más fluida gracias a una tasa de frames sólida y estable.


La resolución supone un aumento extremo, sobre todo en las nuevas versiones de las consolas. Si en Xbox 360 y PS3 el juego se mostraba en 720p, aquí pasamos a los 1080p en PS4 y Xbox One y los 1800p en PS4 y Xbox One X, lo cual otorga un aspecto muy nítido al juego.

En líneas generales, la luz ahora incide de manera más volumétrica sobre algunas superficies y modelados, pero aquí es donde se nota el automatismo de esta remasterización. Si bien algunos entornos ganan en brillos, superficies reflectantes y detalle de textura, otros lo han perdido. Nuestro propio personaje se ve afectado por ello, mostrando algunas partes oscuras si la luz no incide apropiadamente o no reflejando apropiadamente la luz en la armadura, e incluso el color. Debemos decir que no siempre ocurre este efecto, y en según qué momentos, el nuevo sistema de iluminación se comporta mejor o refleja algunos de estos fallos.

Análisis de Dark Souls Remastered. Una de cal y otra de ceniza


Acomodándose a Lordran

La parte jugable es mucho más interesante, aunque los detalles puedan ser en ocasiones, como digo, menores. El más importante y crucial son unos sólidos 60 frames por segundo que se mantienen estables incluso en las ocasiones en las que el original bajaba la tasa a niveles alarmantes. Rodar por una sala llena de barriles o bajar a lo más profundo de Ciudad Infestada no supone ningún problema para la tasa de cuadros. Más allá de esto, los cambios para un jugador son comodidades que se agradecen, como la posibilidad de reducir el HUD, realizar más cambios en los botones, utilizar varios objetos al mismo tiempo, acceso directo a los Estus manteniendo el botón, cambiar de pacto en la hoguera o incluso una nueva hoguera cerca del herrero Vamos, al que resultaba más arduo el acceso.

Análisis de Dark Souls Remastered. Una de cal y otra de ceniza


Las resoluciones alcanzan ahora los 1800p en consola, permitiéndonos apreciar mejor el arte puesto en el videojuego.
Las resoluciones alcanzan ahora los 1800p en consola, permitiéndonos apreciar mejor el arte puesto en el videojuego.


En cuanto al combate, el juego permanece completamente intacto, para bien y para mal. Se respeta la jugabilidad original, pero para aquellos jugadores que esperaban algún retoque en las contiendas online, que permiten realizar backstabs infinitos o pequeñas ventajas en algunos movimientos, no las encontrarán aquí.

El multijugador de Dark Souls Remastered también se nutre de algunas mejoras. La principal, la posibilidad de disfrutar de contiendas para seis jugadores, repartidas en dos invasores y cuatro jugadores. Para ello, tendremos que hacer uso del Dedo Reseco que ya no se encuentra en el Mundo Pintado de Aramis, sino en el mercader del Burgo de los No Muertos. Aquellos que quieran disfrutar de jugar en cooperativo con amigos podrán hacerlo de forma más cómoda gracias al sistema de contraseñas que se implementó en Bloodborne y Dark Souls III, que de seguro muchos agradecerán. La diferencia entre los niveles de cada uno de los jugadores se equilibra automáticamente. La Arena del DLC también se ha retocado, permitiendo ahora contiendas de 3vs3 y también combate a muerte entre los 6 jugadores. Todo esto, junto al cambio de servidores P2P por dedicados, promete dar más años de vida al juego ante la siempre preocupación por el cierre de servidores.

Algunos efectos mejoran con respecto a la versión de PC, pero otros se pierden en el camino.
Algunos efectos mejoran con respecto a la versión de PC, pero otros se pierden en el camino.


El resultado es bueno, pero lejos de la excelencia con que dota FromSoftware a sus juegos

Como podéis ver, he mencionado muchos claroscuros que pueden llegar a notarse mucho más en la versión PC de Dark Souls: Remastered (la cual puedes leer en su correspondiente sección) que en la de consola, para lo que sigue siendo uno de los juegos más importantes de los últimos años. Dark Souls merecía una remasterización y, quizá por esta importancia que le atribuyo, merecía una que fuese impecable e intachable, que fuera más un motivo de celebración en todas las plataformas que un constante análisis para ver qué mejora y qué no. El resultado final es, en líneas generales, bastante bueno, pues añade elementos que mejoran y actualizan la experiencia, pero lejos de la excelencia que dota FromSoftware a sus videojuegos.

Muy Bueno

Sin sello
Análisis de Dark Souls Remastered. Una de cal y otra de ceniza

Dark Souls: Remastered

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Dark Souls Remastered es una versión que actualiza uno de los juegos más importante de los últimos años. Sus mejoras en cuanto a resolución, tasa de frames, multijugador y algunos detalles jugables son de agradecer sobre todo para el juego en consola, pero no exento de otros fallos por una implementación demasiado automático.

Comprar Dark Souls: Remastered
  • Framerate sólido y constante, soportando altas resoluciones
  • Retoques jugables que hacen gestiones y menús más cómodos
  • Actualización y mejora del modo multijugador, con sistema de contraseñas y 6 jugadores
  • Remasterización bastante automática, que empeora algunas cosas al arreglar otras
  • Iluminación genérica que en ocasiones luce peor que la original
Jugadores: 1-6
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 40-60 horas
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