Análisis de RAGE 2. Irreverencia post-apocalíptica en formato shooter.

Análisis de RAGE 2. Irreverencia post-apocalíptica en formato shooter.
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Tras ocho años de inactividad, el shooter más irreverente y arriesgado de id Software regresa: un enorme mundo abierto post-apocalíptico y toda la maestría shooter del estudio, aliándose esta vez con Avalanche para lograr su objetivo. Pero, ¿lo logra? Lo descubrimos en el análisis de RAGE 2.

Los shooters de id han tenido una marcada personalidad desde su nacimiento. Pese a que disparar un arma probablemente sea una de las actividades más vistas en un videojuego, puedes identificar claramente a una escopeta que haya creado este estudio. Hay una clara satisfacción en apretar estos gatillos que ha sobrevivido durante casi treinta años, no solo pensando en los clásicos Wolfenstein, Doom o Quake, sino también en sus nuevas entregas, porque no importa cuál sea el mundo o contexto del juego. Disparar en estos juegos siempre va a ser divertido.

En RAGE 2 sucede lo mismo. No importa si estás haciendo una misión secundaria, o una principal o simplemente estás dando vueltas por el yermo. Correr sin parar esquivando las balas, buscar las distancias cortas y descargar un par de cartuchos sobre un enemigo libera la misma poderosa sensación. Pero aunque tenemos grabado en el recuerdo esa magnífica respuesta en los disparos, lo cierto es que nunca lo era todo en estos videojuegos. Todos los Doom, tanto los clásicos como su nueva entrega, poseían un poderoso diseño de niveles en la construcción de sus mapas. Quake impartió magistrales clases de cómo hacer un multijugador y Wolfenstein ha sabido reinventarse apoyándose en la narrativa. El objetivo de RAGE, por tanto, siempre fue el mundo abierto. Esos entornos que esconden en el amplio yermo post-apocalíptico un buen puñado de momentos donde hacer uso de nuestro devastador arsenal y que su primera entrega no pudo expandir lo suficiente en los viajes a lomos de nuestro vehículo, por lo que para esta ocasión ha contado con Avalanche, los creadores de Mad Max y Just Cause. Pero no basta, o eso creo, con tener un excelente gunplay marca de la casa para crear una buena experiencia en un mundo abierto. También hay que saber aplicar bien las fórmulas que crean una experiencia que atraiga al jugador a explorar cada rincón, a desarrollar sus habilidades y, en definitiva, a verse atraído por todo lo que los desarrolladores han creado dentro de este escenario. Y aquí RAGE 2 no consigue tan bien su objetivo.

Vídeo Análisis


Rage 2, perdido en el Yermo

El mundo abierto de RAGE 2 es de los más descuidados que hemos visto recientemente. Hasta tal punto que me ha sorprendido, casi evocando a esos primeros experimentos con este tipo de mapas, donde lo importante era rellenar todo de iconos, pero todavía no se tenía la suficiente experiencia para guiar al jugador a ellos, ni se sabía cómo generar cierto ritmo entre todas estas actividades. Al sentirse desconectado, una especie de patio de recreo sin orden ni continuidad alguna, al final es el jugador el que tiene que tirar de voluntad para ir a descubrir cada una de las ubicaciones de este mapeado, cuyo objetivo en última instancia es siempre destruir, claro está.

El yermo nos espera para lanzarnos a descubrir todos los eventos del mapa, en el orden que queramos.
El yermo nos espera para lanzarnos a descubrir todos los eventos del mapa, en el orden que queramos.


Busca ante todo que seas rápido y me he sentido más cómodo en las distancias cortas

No hay ningún problema con eso, que esto es un shooter al fin y al cabo, pero sí se descubre rápidamente una falta de imaginación apabullante cuando descubres el patrón del juego. Guaridas de bandidos, o de mutantes, o de cualquier otro tipo de enemigo, son decorados similares para acabar con todos los enemigos sin ningún tipo de sorpresa. No esperes una desbordante imaginación en ellas. Por ejemplo, empezar en una posición, luchar contra algunos enemigos, recabar pistas, continuar con una persecución por el yermo para acabar en otra guarida y concluir la misión con un jefe. Toda la acción se da en el mismo lugar y sin un ápice de hilo conductor narrativo que ayude a conocer un poco más este “post-post-apocalipsis” que sugería RAGE 2 en sus campañas promocionales.

Análisis de RAGE 2. Irreverencia post-apocalíptica en formato shooter.


Las ciudades son parecidas a las del juego original. Nos ayudarán a conseguir equipo y misiones, aunque están algo carentes de vida.
Las ciudades son parecidas a las del juego original. Nos ayudarán a conseguir equipo y misiones, aunque están algo carentes de vida.


El resultado final en las misiones principales y las secundarias es una sensación de repetición que llega pronto y nunca se marcha. Como digo, las tareas son variadas al nombrarlas, pues hay guaridas de pendencieros, zonas de hordas de mutantes, otras en las que acabar con mutantes gigantes, levantar bloqueos, destruir centinelas, reactores o convoyes que van por la carretera, pero al final la única diferencia real es si las vas a cumplir a pie o en tu vehículo. Hay otras que, aunque simples, se tornan atractivas. Descubrir a los rangers caídos, en ocasiones, nos anima a pararnos un poco a reflexionar cómo acceder hasta el cuerpo, casi a modo de puzle, mientras que las arcas siempre terminan con la recompensa de adquirir las distintas habilidades que posee nuestro ranger, así como las armas que ofrece nuestro arsenal. No faltan a la cita las famosas carreras del original o el divertido concurso Mutant Bash TV.

Es en esta sensación de progresión donde RAGE 2 se apoya algo más, y anima a recorrer el yermo más allá de la misión principal para recoger todo el equipo y mejorarlo al máximo. La novedad son las habilidades de nuestro traje Ranger que nos permiten obtener una serie de poderes especiales tanto pasivos como activos. Desde mejorar nuestra carrera y salto, hasta crear barreras de defensa, vórtices que succionan a los enemigos, y las dos más útiles, un poderoso golpe cuerpo a cuerpo y un salto hacia el suelo que lanza a los enemigos por los aires (con la posibilidad incluso de combinarse con un escopetazo para rematarlos). El juego remata con la Sobrecarga, una habilidad que mejora nuestras armas elevando la potencia de fuego, rapidez y cadencia convirtiéndonos en una verdadera máquina de matar.

Análisis de RAGE 2. Irreverencia post-apocalíptica en formato shooter.


El arte de disparar en RAGE

El arsenal, aparte de la amada escopeta que es lo que más he usado sin duda durante toda la aventura, se completa con una útil ametralladora, una pistola muy efectiva para los amantes de los headshots, un lanzacohetes, un revólver especial, con munición incendiaria que prende fuego a los enemigos, una pistola de dardos gravitatorios, un potente hipercañón para el combate a distancia y un cañón de pulsos, con la mejor cadencia de disparo del juego. Son divertidas aunque no resulten muchas y hay algunas con las que no he terminado de comulgar, como el hipercañón o el revólver, porque RAGE 2 busca ante todo que seas rápido y me he sentido más cómodo en las distancias cortas. Sin embargo, todas ellas se sienten realmente bien y es que, como venía diciendo desde el principio, lo mejor de RAGE 2 es precisamente ese gunplay que aporta id al conjunto.

Análisis de RAGE 2. Irreverencia post-apocalíptica en formato shooter.


Lo cierto es que hay mucha progresión en el videojuego, herencia en parte de lo que ya hacía el primer RAGE que nos permitía obtener recursos en el yermo para ir creando objetos. Aquí se ha expandido en varias partes, por lo que no sólo crearemos objetos, sino que con la feltrita como componente fundamental, podremos mejorar y subir de categoría tanto las armas, nuestros poderes activos y pasivos y también otras habilidades del personaje bajo la pestaña de Proyectos, que nos otorga cada uno de los personajes secundarios importantes con los que nos relacionamos.

Nuestro fiel vehículo puede ser mejorado y ayudarnos a acabar con algunos enemigos, pero si sufre desperfectos nos obligará a salir de él y repararlo.
Nuestro fiel vehículo puede ser mejorado y ayudarnos a acabar con algunos enemigos, pero si sufre desperfectos nos obligará a salir de él y repararlo.


Lo cual nos lleva a los pequeños retazos de historia que contiene y que son completamente testimoniales, ya que podrías jugar perfectamente a RAGE 2 sin prestar ni un ápice de atención a la historia y el resultado sería prácticamente el mismo. El juego nos sitúa en la piel de un superviviente del ataque perpetrado por La Autoridad, que buscan hacerse con el control del yermo y con el General Cross al mando de la organización. Nosotros encarnamos a Walker, un superviviente del ataque que deberá enfundarse el traje de Ranger y comenzar el proyecto Daga, para lo cual necesitará la ayuda de tres aliados esparcidos por todo el mapeado. Tan simple como suena y eso que esto es básicamente la primera hora de juego, que más adelante se diluye en menos presencia narrativa, por lo que si quieres enterarte más de la historia de este yermo, tendrás que buscar los Blocs digitales esparcidos por todo el mundo. Pero no esperes que las misiones secundarias ayuden en lo narrativo, ya que todas ellas el objetivo es acabar con los distintos grupos de enemigos que ofrece el juego.

Análisis de RAGE 2. Irreverencia post-apocalíptica en formato shooter.


El resultado final en las misiones principales y las secundarias es una sensación de repetición

Estos oponentes son realmente variopintos. Los más representativos son los pendencieros, los punkies que hemos podido ver en las campañas promocionales. También estarán los Ocultos, enemigos humanos con férreas armaduras e incluso con camuflajes óptico. Los mutantes clásicos también regresan, rápidos y numerosos, y la Autoridad se conforma con otra línea de mutantes equipados con armas y equipos tecnológicos. Suficiente variedad para el juego, pero tampoco hemos encontrado ningún enemigo realmente memorable, que tenga realmente presencia en pantalla y que nos inste a esforzarnos más en el combate haciendo uso de cada habilidad.

Hay eventos clásicos de la franquicia que hacen su regreso, como las carreras y el concurso televisivo Mutant Bash.
Hay eventos clásicos de la franquicia que hacen su regreso, como las carreras y el concurso televisivo Mutant Bash.


Y es quizá esto uno de los aspectos que más duele de RAGE 2, que aunque se antoja variado en sus recursos, no insta a aprovecharlos todos en según qué ocasión. No hay enemigos con los que saques mejor partido al famoso Wingstick, el arma insignia de la franquicia que aquí queda un tanto olvidada, o con los que sea mejor las distancias largas que las cortas, haciendo uso de la barrera de energía y el hipercañón. Casi todos los escenarios de combate se pueden afrontar con las mismas armas y condiciones, lo cual no fomenta la creatividad del jugador o la búsqueda de nuevas tácticas, apoyándose en el escenario o según el enemigo que tengas delante.

Análisis de RAGE 2. Irreverencia post-apocalíptica en formato shooter.


Los paseos por su mundo abierto suelen dejar estampas muy llamativas

Por todo ello, RAGE 2 termina cayendo en cierta sensación de repetición que inunda nuestras partidas. De desconexión también en ese mundo abierto que ofrece un gran número de eventos a descubrir, pero de los que en ocasiones no hay razones de peso para desplazarte hacia ellos. En un momento de la aventura, antes del colofón final, el juego incluso se tiene que asegurar de que no te has centrado en la campaña principal, y te fuerza a hacer estas misiones secundarias, obligando a “subir de nivel” la relación con cada uno de los tres personajes secundarios que te ayudan en tu objetivo, mediante el cumplimiento de estas tareas opcionales. Un recurso ciertamente impopular en los mundos abiertos, que suele dejar bastante en evidencia que los desarrolladores son conscientes de los defectos de estructura en su diseño de misiones.

Análisis de RAGE 2. Irreverencia post-apocalíptica en formato shooter.


Técnicamente, RAGE 2 cumple. Sus 60 frames por segundo son la clave para una experiencia sólida y satisfactoria a la hora de apretar el gatillo sin parar, pero aparte de en PC (requisitos sistema RAGE 2) solo se podrán disfrutar en Xbox One X y PS4 Pro, mientras que los modelos básicos irán a 30 fps. Se nota que dentro de esta estética post-apocalíptica, se ha querido salir de lo habitual y por ello se ha optado por unos colores vibrantes en algunas de sus líneas y, sobre todo, en los interfaces y el HUD, con algunos momentos destacables como al usar la habilidad de Sobrecarga. Acompaña un doblaje al español, clásico de Bethesda del que ya he expresado más de una vez mi opinión al respecto, pues me parece muy pobre. Una dirección de actores que claramente no saben mucho del contexto de sus personajes y que usan registros funcionales y con muy pocos rasgos de personalidad en las voces. Por otro lado, los paseos por su mundo abierto suelen dejar estampas muy llamativas mientras vamos rodando con nuestro vehículo por el yermo, muy conseguido estéticamente. Avalanche ha querido dar algo de diferencia a cada una de los regiones con los llamados biomas, zonas donde la vegetación ha vuelto a crecer cada vez más en estas tierras desoladas, pero lo cierto es que nos esperábamos algo más de esta idea, pues tampoco afecta mucho a la jugabilidad.

La sensación al disparar con las armas es muy buena, como siempre acostumbra a cumplir los juegos de id Software.
La sensación al disparar con las armas es muy buena, como siempre acostumbra a cumplir los juegos de id Software.


Cuando salió el primer RAGE, hubo ciertas críticas a su mundo “abierto” que conectaba las distintas misiones principales del juego. Sin embargo, creo que se hizo un gran trabajo en estos niveles, con enemigos bien planificados y un buen diseño de mapas. Unos meses más tarde, incluso, la propia id creó un modo nuevo para el juego en una actualización, que permitía rejugar RAGE como un juego clásico, eliminando las zonas de vehículos del yermo y la historia para centrarse en disfrutar de esos niveles tan bien construidos. Pensaba que con RAGE 2 y esta fusión entre id Software y Avalanche, se se conseguiría lo mejor de dos mundos. Esa era la idea en mi opinión. El resultado dista mucho de ser tan idílico y termina lastrado por la repetición y la falta de cierto carisma en el desarrollo de su estructura. Incluso el diseño de los niveles principales se antoja algo menos inspirado que su primera parte. La diversión de sus armas y una buena progresión de nuestras habilidades sigue estando ahí, por lo que cualquiera que haya disfrutado de un shooter de id se sentirá como en casa. Pero en perspectiva, creo que es la misma oportunidad que tuvo Doom y Wolfenstein al renacer, pero que aquí no se ha aprovechado con la misma eficiencia.

Bueno

Sin sello
Análisis de RAGE 2. Irreverencia post-apocalíptica en formato shooter.

RAGE 2

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

RAGE 2 es un juego indudablemente divertido, porque posee toda la adrenalina que consigue siempre la fórmula shooter de id Software. Pero sus misiones no terminan de despegar y su mundo abierto se siente algo repetitivo y falto de cuidado. Sus armas, habilidades y sensación de progresión ayudan a ofrecer una acción con empaque, pero no pueden evitar una falta de creatividad al usarlas y los problemas de estructura a la hora de recorrer este yermo post-apocalíptico.

Comprar RAGE 2
  • Muy buenas sensaciones con las armas
  • Variedad de habilidades y objetos que combinar
  • Buena sensación de progresión
  • Un mundo abierto genérico y falto de cohesión
  • Actividades secundarias muy repetitivas
  • Diseño de niveles irregular
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 15-20 horas
Ver requisitos del sistema
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