En el videojuego de BlackChiliGoat Studio controlamos a Iria, una joven gallega que a través de la vieja videocámara de su padre debe esclarecer el pasado de ambos. ¿Cómo? Resolviendo puzles, esquivando a una criatura maligna y enfrentándose a sus recuerdos más atronadores.
Galicia. Años 90. Iria es una adolescente que vive con su madre. Su padre no está; Anxo Vegas fue un prestigioso director de cine de terror hasta que ya no lo fue más. No tenemos muy claro qué fue lo que le pasó. Solo sabemos la impronta que ha dejado en la protagonista, tanto a nivel profesional –las tazas con temática cine, los pósters que cuelgan de la habitación; Iria exuda cine y siente gran admiración por el legado que dejó su padre- como personal –ha crecido sin figura paterna, no logra recordar mucho de él, todo es difuso a su alrededor-. En un sueño, Iria bucea en su propio subconsciente para hallar la verdad sobre su progenitor, y lo hace ayudándose de su objeto más icónico: la videocámara con la que él grababa. Con ella, tratará de esclarecer por qué se fue o qué le pasó y, sobre todo, quién fue Anxo Vegas.
Con esta premisa arranca TAPE: Unveil the memories, el videojuego creado por el equipo patrio BlackChiliGoat Studio y que ha contado con el apoyo de PlayStation Talents. De la obra tengo una cosa clara, y es que se arrodilla –en el buen sentido de la palabra- ante el cine de terror que ha definido el género en las últimas décadas. No es un juego de terror, pero hay mucho de la temática en él. A través de una perspectiva en primera persona, Iria utilizará la cámara para recuperar su memoria, y lo hará esquivando a una bestia monstruosa que mata con solo agarrar. Como ocurría en Alien: Isolation, pero de manera menos agresiva. Aquí el enemigo es más blandito, por así decirlo: es una metáfora que se descubre hacia el final del juego, y su papel no es tan determinante. Por ejemplo, el bicho apenas escucha o no es capaz de agarrarnos si estamos agazapados entre muebles, aunque nos esté viendo. Sirve para aportar ese toque de tensión necesario que sí, que coquetea con el terror, pero que no lo es; si aparece activas la alerta, pero no temes por tu vida.
No es un juego de terror, pero hay mucho de la temática en él
La cámara del padre de Iria es la clave y sobre lo que pivota el videojuego. Aquí no descubre enemigos–porque no los hay-, sino que sirve para avanzar en la narración. Algunos objetos del entorno pueden rebobinarse o adelantarse, y ello servirá para desbloquear el siguiente paso que desarrolle acontecimientos. TAPE: Unveil the memories plantea puzles sencillos que se resuelven con esta mecánica; coloca esto como estaba, mueve sillas que te bloquean el paso, pon tablas para caminar sobre ellas, etc. La cámara se "carga y descarga" fácilmente, con un juguete que no diré para evitar spoilers. Creo que podría haberse explotado algo más esta mecánica: en muchas ocasiones no deja de ser una suerte de ensayo y error que se usa para resolver puzles y poco mucho más.
Pero no son ni el uso de la cámara ni la presencia del monstruo lo que lo erigen como un homenaje al cine de terror. Son el sinfín de cintas VHS, pósters promocionales y fanzines sobre el séptimo arte –este último elemento es importante porque revela aspectos de la diégesis- que hay repartidos por todos los escenarios. Iria puede leer la descripción de las carátulas y son explícitas. Por ejemplo, y por poner la más evidente, en "El Brillo" un escritor "se convierte en el guardés del hostal Stanley en Maine esperando terminar su novela" y lo hace acompañado de "su mujer y su hija, quien tiene el poder de la premonición". ¿No os suena a un famoso largometraje dirigido por Stanley Kubrick?
Pero no son solo estos elementos externos lo que lo convierten un cántico al género. Es el pasillo del hotel Overlook totalmente retorcido; son las diferentes alturas de los escenarios metaforizando el subconsciente, tal y como hizo Alfred Hitckcock en Psicosis; son, en fin, un conglomerado de referencias que, todas juntas, resultan en una mezcla homogénea y conseguida de lo que supuso y supone a día de hoy la irrupción del terror en la cultura popular.
No me quiero ir sin mencionar el apartado técnico, especialmente el sonoro. El juego está íntegramente interpretado en castellano, y me ha gustado, aunque parezca una nimiedad, el uso del gallego. No soy gallego, pero no deja de darme gusto ver cómo un juego se ambienta en un sitio y se utiliza la cultura de la tierra para empatizar con él. En paredes escritas aparecen líneas escritas en gallego, y en conversaciones habladas se utiliza mucho el –iño característico. Además, la banda sonora me parece muy acertada, con sonidos más oprimidos y tensos cuando la situación lo requiere, y otros más sosegados cuando no lo pide el guion.
Tiene giros de guion que animan a mantenerse pegado a la pantalla
TAPE: Unveil the memories es un juego gustoso. Es una aventura cortita, de unas 4-6 horas como mucho, que va a eso, a contar una historia. Tiene giros de guion que animan a mantenerse pegado a la pantalla y a querer avanzar. No innova especialmente pero su conjunto es acertado; su apartado técnico, su relato sin buscar el miedo o la angustia "per se" –aunque haya situaciones tensas- y sus constantes referencias al género del terror lo convierten en una oda trabajada y disfrutona, máxime si se es seguidor este tipo de cine. Ah, una cosa: "Los fans de verdad se quedan hasta el final de los créditos". No lo olvidéis.
TAPE: Unveil the memories va a lo que va: a contar una historia apoyándose en la tensión y en el misterio. Su planteamiento y mecánicas no innovan en exceso, pero los creadores rebosan tanto amor por el cine del género de terror y ponen tanto mimo en demostrarlo que, si te gustan este tipo de películas, no puedes dejarlo pasar.
- La cámara sirve, fundamentalmente, para resolver puzles y avanzar en la trama
- Hay decisiones, aunque no tienen mucho peso en la aventura y se encuentran hacia el final
- Tiene giros de guion que incitan a seguir para descubrir qué está sucediendo
- El enemigo es un poco "tontorrón", por lo que no hay que temerlo en exceso
- Muy buen apartado técnico, especialmente el sonoro
