Análisis de Dangerous Driving, el sucesor espiritual de Burnout antes de Paradise

Análisis de Dangerous Driving, el sucesor espiritual de Burnout antes de Paradise
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Podrías llamar a Dangerous Driving el sucesor espiritual de Burnout, y no andarías mal encaminado, ya que buena parte de sus creadores se han reunido para rememorar esta clásica saga arcade de conducción y destrucción. Lejos del amparo de Electronic Arts, el estudio se ha centrado en ofrecer la experiencia original, anterior al cambio de Burnout Paradise. Te contamos cómo se siente a los mandos en este análisis de Dangerous Driving.

Burnout es una de esas sagas que me acompaña en los recuerdos. Y parte de la culpa la tiene su banda sonora licenciada que incluían en cada una de sus entregas. Para un chaval de 20 años a principios del milenio, antes del Internet instantáneo y de la música en streaming, pocas cosas había más geniales que comprar un videojuego y encima llevarte de regalo un disco recopilatorio con una buena selección de punk y rock, que te acompañaba mientras conducías peligrosamente y destrozabas a tus rivales. La fórmula de estos juegos era simple y efectiva; embiste con fuerza a tus rivales para ganar turbo y procura que no hagan lo mismo contigo. De hecho, aunque mis entregas favoritas de la saga bien podrían ser Burnout 3: Takedown y Burnout Revenge, tengo un gran aprecio a ese Legends que salió en PSP y que sustituyó a mi MP3 en los largos viajes por el metro, gracias en parte a su banda sonora.

No os cuento esta batallita (solo) porque me apetezca. Es que todos los que jugamos a Burnout entendemos, o entendimos, la importancia de la música. Y Dangerous Driving, que en lo único que difiere realmente del resto de la saga es en el nombre por tema de licencias, no contiene banda sonora. Nada suena durante la carrera. Apenas una canción acompaña exclusivamente a los menús. La primera vez que jugué, pensé que se trataba de un error. Que el juego no estaba parcheado, pero rápidamente descubrí en la guía de review que era una decisión de diseño. Los creadores aseguran que la música es algo personal y que en esta ocasión lo mejor era que la pusieras tú.

La esencia de los clásicos Burnout antes de Paradise está perfectamente recogida en Dangerous Driving.
La esencia de los clásicos Burnout antes de Paradise está perfectamente recogida en Dangerous Driving.


Su fórmula clásica se siente a través su sencilla, pero efectiva mecánica de juego

Pese a que en el presente, a diferencia de los tiempos que describía antes de principios de siglo, es muy sencillo acceder a una amplia selección musical, el problema es que Three Fields Entertainment solo te da la opción de Spotify como forma de integrar esta música en tu partida, y a través del modelo Premium del servicio. Es decir, pagando. Si no tienes Spotify Premium o dispones de cualquier otro servicio, no hay forma de acceder. No se suplanta con una selección por parte del desarrollador. Y aunque puedo entender que como Three Fields Entertainment, los antiguos creadores de Burnout, no tengan a un gigante como EA detrás para pagar licencias musicales, y también que los tiempos han cambiado, el juego se siente descolgado y casi sin alma por ello. Poder poner tu música es importante, pero también lo fue en su momento descubrir de la mano del autor un puñado de grupos musicales que ahora forman parte de nuestras listas de reproducción, gracias al juego.

Dangerous Driving es tan sucesor espiritual de Burnout que parece que el tiempo no ha transcurrido desde que saliera Dominator allá por 2007 y que marcó la división entre la fórmula clásica y la de Burnout Paradise. Su fórmula clásica se siente a través de esa mecánica siempre sencilla, pero efectiva como fue conseguir todos los oros del juego, que ahora tienen un grado de dificultad mayor para hacerse con las medallas de platino. Todas sus ideas se integran en los modos de juego clásicos, como las clásicas carreras, contrarrelojes y partida por Takedowns, pero también a través de las persecuciones y los Showdowns, esa mecánica final que introdujo Dominator de quemar toda la barra de Turbo para obtener una nueva y completamente gratuita.

Análisis de Dangerous Driving, el sucesor espiritual de Burnout antes de Paradise


Takedown

Todo está ahí, sí, pero también se nota poco evolucionado. Es la fórmula que conocías, llevada, con el permiso de esa fantástica edición de Xbox 360 de Revenge, a la alta definición, pero también en circuitos menos inspirados, más genéricos y menos trabajados que la saga original. Todo, evidentemente, obedeciendo a un presupuesto menor que cuando tenían a una gran productora a las espaldas. Se nota en la falta de pulido de unas físicas que, pese a no querer salirse nunca del terreno del arcade más desenfrenado, siempre funcionaban y tenían una coherencia interna, además de cierto peso en cada categoría de los vehículos. Aquí, en Dangerous Driving, no sucede tanto. Notarás que tu coche hace giros demasiado bruscos y choques demasiado dudosos, y te preguntarás por qué. Pero la respuesta ya la sabes. Dangerous Driving apenas logra haber salido de la fase de prototipo y sentirse completo.

Análisis de Dangerous Driving, el sucesor espiritual de Burnout antes de Paradise


 Los distintos modos pondrán a prueba nuestra conducción peligrosa por un total de 31 circuitos.
Los distintos modos pondrán a prueba nuestra conducción peligrosa por un total de 31 circuitos.


Se disfruta, no obstante, precisamente porque ese esqueleto es el del Burnout que siempre adoraste. El que te incitaba a conducir a contracorriente, por el sentido contrario, para sumar turbo y esquivar el tráfico en el último momento. Las mismas reglas funcionaron en su momento, también lo hacen aquí. Pero por no haber querido, o podido, ir un punto más allá, Dangerous Driving es una genial reconexión con el pasado, pero un juego sencillo en el tiempo presente. Más aún por ese multijugador que llega con un mes de retraso y unos menús y tablas de puntuaciones que se antojan simples y poco trabajados.

Técnicamente he tenido unos cuantos problemas en la versión analizada. Al no ser especialmente exigente no creo que haya muchos problemas para ejecutarlo a la perfección en PC, pero la versión de PS4 Pro me ha dado muchos tirones en algunos tramos de los circuitos y francamente afecta a la experiencia. En las versiones de Xbox One y PS4 el juego alcanza 1080p a 30 frames por segundo, mientras que en PS4 se eleva la tasa a los 60 fps y en Xbox One X se hace lo propio, pero también se eleva la resolución a 1440p.

En las condiciones adecuadas (con música, vaya) Dangerous Driving es capaz de dar lo mejor de sí, gracias en parte a disponer de los modos más icónicos a los que se les ha sumado alguno que otro más refinado. Pero sobre todo a esos 31 circuitos, divididos en pistas con un número determinado de vueltas y tramos de punto a punto. Si bien tienen muchos elementos parecidos entre sí, son lo suficientemente numerosos como para tenerte entretenido mientras recorres cada una de las categorías y desbloqueas todos los vehículos disponibles.

Como en los originales, la conducción peligrosa es la clave del juego. Embiste a tus rivales y procura que no hagan lo mismo contigo.
Como en los originales, la conducción peligrosa es la clave del juego. Embiste a tus rivales y procura que no hagan lo mismo contigo.


Es una genial reconexión con el pasado, pero un juego sencillo en la actualidad

Con todo, mentiría si dijese que no me he divertido con Dangerous Driving, porque es precisamente aquello que llevábamos pidiendo durante años desde que Criterion dejó de ser Criterion para convertirse en un estudio de apoyo dentro de Electronic Arts. Y me ha hecho reflexionar mucho sobre lo cuidadosos que tenemos que ser cuando pedimos ciertas experiencias, ya que no hay que buscar solo un recuerdo, como esas tardes que pasé jugando a Takedown, Revenge o Legends, sino la evolución, la puesta a punto de ese recuerdo, que aporte esa milla extra necesaria para tener su propia identidad. Al fin y al cabo, los clásicos Burnout no han desaparecido y podemos volver a ellos cuando queramos. Creo que Dangerous Driving podía ser mucho más que una plantilla de lo que fue la saga original. Mantener la esencia de la fórmula, mientras experimenta con cómo habría sido de haber llegado a nuestros días. Sin necesidad de ser tan revolucionaria como lo fue Paradise en su momento, pero sí expandiendo esta idea de conducir desesperada y peligrosamente, mientras componía la banda sonora de tu vida.

Bueno

Sin sello
Análisis de Dangerous Driving, el sucesor espiritual de Burnout antes de Paradise

Dangerous Driving

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Dangerous Driving es el verdadero heredero espiritual de Burnout, de sus mismos creadores. El equipo pretende ser tan fiel a la obra original que a menudo se olvida de la creatividad de intentar llevar la fórmula un paso más allá, mientras que la decisión de no incluir música y confiar exclusivamente en reproducirla a través de Spotify Premium es, cuanto menos, dudosa. Aun con cierta falta de pulido, es una experiencia frenética, que te transporta a otra época, quince años en el tiempo, cuando todo era algo más sencillo y la diversión, más pura.

  • La diversión rápida y vertiginosa de los clásicos Burnout está de vuelta.
  • Gran variedad de modos que se rescatan de la fórmula original hasta Dominator.
  • No intenta ir más allá, explorando lo que podría ser la fórmula Burnout hoy día
  • La no inclusión de música, confiando únicamente en Spotify Premium, es una decisión un tanto cuestionable.
  • No está tan pulido como los originales, con algunos fallos en el control del vehículo.
  • Problemas técnicos, con bastantes tirones, en consola.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en inglés
Duración: Incalculable
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