Si te gustan los juegos de simulación de granjas y la acción más RPG, quédate leyendo porque Rune Factory 5 lleva esta fusión a un nuevo nivel. En este análisis te cuento cómo ha quedado lo nuevo de los japoneses de Neverland.
No sé si será por el tirón que ha tenido Animal Crossing: New Horizons, pero en muy poco tiempo Nintendo Switch tiene un extenso catálogo en lo que se refiere a simuladores de vida granjera. Hace un tiempo os hablé sobre lo bien que lo hizo Story of Seasons: Pioneers of Olive Town, con mucha calidad y adicción. Harvest Moon: Un Mundo Único no estuvo tan acertado, aunque ofrecía un énfasis en la exploración que lo convertía en un título único en su especie.
Ahora llega un nuevo contrincante, Rune Factory 5, y lo cierto es que su propuesta es también de lo más especial, además de ambiciosa. Mientras que los títulos antes mencionados se centran más en la parte de la gestión de tu huerto, el videojuego de la desarrolladora japonesa Neverland se adentra con decisión en el campo de la acción RPG. Así que además de cultivar tus tierras, hacer amistades y hacer vida social en un pueblo con su ciclo día-noche, aquí también sales de aventura para dar espadazos y soltar hechizos sobre todo tipo de enemigos. El esquema es variado, con un toque manganime muy remarcado en lo artístico y una trama con fuerte presencia. Sin embargo, el hecho de que venga en inglés es un inconveniente para seguir bien el juego, y además su apartado técnico es poco menos que nefasto. Por ello, mis sensaciones están encontradas. Por un lado, la base es fenomenal, pero el acabado está muy lejos de lo deseable. Aun así, déjame que te explique pormenorizadamente en qué ha acertado y en qué ha errado esta nueva entrega dentro de una saga que, no lo olvidemos, nació como un spin-off de Story of Seasons.
Simulador de granja y acción RPG
La serie de juegos Rune Factory siempre ha tenido una premisa fundamental: un héroe con amnesia que llega a un nuevo territorio y está destinado a defender la paz. El planteamiento para esta entrega es idéntico. Escogemos entre un chico o una chica a los que ponemos nombre, para a continuación entrar a formar parte de SEED (un grupo de guardianes) y así mantener el equilibrio en el pueblo de Rigbarth y sus proximidades.
La trama es cliché a más no poder. No es algo que me importe especialmente, pero lo que menos me ha convencido des que existan tantas líneas de diálogo intrascendentes, con personajes que no paran de hablar y que además esté todo en inglés. La forma en que se desarrollan los acontecimientos no me ha resultado interesante, siendo la primera hora de juego especialmente soporífera, al estar cargada de presentaciones de personajes y tutoriales. Cierto es que el juego es denso en contenidos, aunque personalmente hubiese preferido no cargar tanto el ritmo en los primeros compases.
Dicho esto, una de las cosas que me han sorprendido es la alta complejidad que atesora el título. Hay un montón de posibilidades. Por supuesto, tienes la parte de tu huerto, en que debes cultivar las semillas que vayas encontrando y así obtener dinero que invertir en el resto de aspectos del juego. He de reconocer que al principio arar la tierra y plantar semillas me pareció un proceso lento y engorroso en los controles, pero con el paso de las horas me fui adaptando a las mecánicas y no supuso ningún inconveniente. Si pulsas el botón repetidamente, tu personaje sigue cultivando en línea recta, sin que muevas el stick, así que no está mal resuelto el tema… y es importante en este título de títulos.
Otro de los aspectos más importantes de Rune Factory 5 está en el poblado, con varios emplazamientos entre los que se encuentran una tienda de comestibles, una clínica, unos baños, una herrería… Existe la posibilidad de ampliar las posibilidades de estos edificios y hasta de personalizar nuestra propia casa. Todo siempre que dispongamos de los recursos suficientes, entre los que se encuentran madera y minerales, con lo cual las tareas de talada y minería son centrales en la experiencia jugable.
Lo que más me gusta es la sensación de progresión que existe
Existe un buen número de habitantes en el pueblo de Rigbarth, y es fundamental interactuar con ellos para mejorar nuestra relación (indicada con un porcentaje numérico en los menús de pausa). Como sabéis, se pueden mantener incluso romances, casarte y crear tu propia familia. También hay un buen puñado de eventos, con festivales, concursos y otras actividades que dan algo de vidilla a un poblado que, por otro lado, es muy grande en dimensiones pero bastante vacío en cuestión de elementos.
A este respecto, el sistema de combate es el de un RPG de acción, en este caso con libertad total de movimiento, fijación de objetivos y la oportunidad de realizar combos, así como ataques especiales que vienen dados por la obtención de runas. Puedes optar por ataques cuerpo a cuerpo o a distancia, con una acción bastante simple y facilona, pero que puede llegar a resultar satisfactoria. La precisión de los controles, eso sí, deja que desear, con una respuesta a los botones del mando que tampoco es la más inmediata. ¿La prueba? Que existe una opción de esquive, pero que no me ha resultado para nada satisfactoria.
Podemos tener compañeros de aventuras, incluidos monstruos que -una vez capturados- nos auxilian en las contiendas de forma automática. Todo esto está muy bien, pero lo que más me ha gustado es la tremenda sensación de progresión que existe. Aparte de la mejora de inventario con armas y armaduras, así como las típicas subidas de nivel, tienes un montón de destrezas a mejorar: ataque, defensa, uso de la magia, tareas en la granja, recolector de tesoros… Hasta caminar, comer y dormir tienen recompensa en forma de un incremento en las estadísticas de vida y demás.
Todo esto va a más en las 30-40 horas que dura aproximadamente el periplo. Es bastante tiempo, aunque ya se sabe que todo depende de lo que quieras detenerte, porque las posibilidades son inmensas. Eso sí, hay aspectos que no acompañan, y aquí tengo que hablaros de los gráficos del juego. Rune Factory 5 es, en pocas palabras, un juego mal terminado. Hay problemas de popping, texturas sin calidad, modelados demasiado simples, serios problemas de frame-rate, ralentizaciones incomprensibles… Sí, es Nintendo Switch, pero otros juegos similares son más elaborados visualmente y funcionan infinitamente mejor.
La razón no son únicamente las limitaciones del hardware, sino una mala optimización. Por la parte positiva, el diseño artístico es bastante competente, con una buena caracterización de personajes (sobre todo si te gustan el manga y el anime). La banda sonora tampoco está mal, aunque hay ocasiones en que ciertas melodías pueden volverse algo machaconas. El juego llega adicionalmente con voces en inglés y japonés, siendo posible escoger entre cualquiera de las dos opciones.
Así que lo dicho, es un juego con una base jugable interesante, pero al que no se le ha puesto la suficiente dedicación. Teniendo ahora mismo mejores competidores, es una opción que queda relegada al fondo de la fila, y por tanto solo con opciones entre aquellos usuarios que sean muy fans de este tipo de propuestas y quieran jugarlo todo.
Rune Factory 5 es un juego de gestión de vida campera único pero bastante irregular. Sorprende por la manera en que fusiona la simulación agraria con la acción RPG, con un buen puñado de sistemas que trabajan al unísono para dar lugar a una experiencia duradera y compleja. Sin embargo, falla al proponer un mejor ritmo jugable y sobre todo un acabado satisfactorio. Tiene muchos problemas, tanto en jugabilidad como en lo técnico, y por ello solo te diría que lo juegues si eres muy fan de este tipo de propuestas y has agotado otras mejores (que no hay pocas precisamente en Nintendo Switch).
Comprar Rune Factory 5- Curiosa y divertida combinación entre simulación granjera y acción rolera.
- Hay un montón de cosas de hacer, con cantidad de quests y actividades.
- Sensación de progresión enorme, con subidas de nivel, equipamiento y mucho más.
- Serios problemas gráficos y técnicos que empañan notablemente la experiencia de juego.
- Todos los textos están en inglés, y no son pocos, lo cual dificultad seguir la aventura.
