Un lord vampiro en las frías tierras de Skyrim es la principal amenaza a la que debemos hacer frente en The Elder Scrolls: Greymoor, la nueva expansión de TESO que llega cargada de contenidos de calidad y una oscura historia que anima a explorar el gran mundo de Tamriel. En este análisis te hablamos de sus novedades.
Regresar a las frías tierras occidentales de Skyrim ha sido toda una experiencia. Qué poderosa es la nostalgia. Fue ver la imponente ciudad de Soledad, con su inconfundible arco rocoso, y sentir la imperiosa necesidad de volver a perderme en este universo de fantasía. Horas y horas de aventuras en The Elder Scrolls V que aquí se transforman en bonitos recuerdos que ayudan a disfrutar más si cabe de la oscura historia de vampiros en la que nos embarca The Elder Scrolls: Greymoor. Hay lugares inconfundibles, zonas que te harán rememorar tus mejores momentos en Skyrim, pero también muchos otros lugares completamente nuevos que han sido diseñados con un gusto exquisito. Sobre todo su enigmático mundo subterráneo, el Límite Sombrío, que en esta expansión cobra un mayor protagonismo, convirtiéndose en uno de los parajes más bonitos del universo The Elder Scrolls. No es poca cosa en un MMORPG que a lo largo de los últimos años ha sabido sorprender con fantásticos lugares de ensueño repartidos por toda Tamriel.
Hay algo mágico en estos escenarios, tan hermosos y a la vez oscuros y peligrosos, que va más allá de la simple nostalgia entre aquellos que ya disfrutaron de Skyrim. Cada nuevo lugar que visitas logra avivar el ansia por descubrir todos sus secretos; por conocer las historias de esos pobres desgraciados sumidos en el caos más absoluto por culpa de un temible ejército de las tinieblas, comandados por un lord vampiro, que nos hará vivir momentos tan épicos como las emocionantes batallas contra dragones de Elsweyr, la anterior expansión de TESO. No exagero. Cuando un viento huracanado oscurezca el mundo que te rodea y el color de la sangre tiña los cielos… ponte a rezar, porque esta tormenta infernal viene acompañada de hombres lobos, vampiros, brujas y otras criaturas de la noche que atacarán tu posición en masa, siendo imprescindible contar con el apoyo de otros jugadores para sobrevivir a tal aquelarre. Son estos unos eventos aleatorios que se sucederán de forma constante por toda la región de Skyrim, brindándonos algunos de los momentos más espectaculares de la expansión. Pero no son los únicos.
Los vampiros ganan protagonismo
Aunque desde el lanzamiento de The Elder Scrolls Online los aficionados a este MMORPG han tenido oportunidad de convertirse en vampiros, no ha sido hasta ahora que esta maldición de la sangre ha cobrado el protagonismo que merece con toda una nueva rama de habilidades especiales que cambian la forma de actuar de los chupasangre. Ahora pueden ser criaturas temibles, de un poder inmenso, pero a costa de volverse también más vulnerables a sus principales debilidades. Atacan con una velocidad inusitada, golpean con una fuerza sobrehumana, pero si no escapan a tiempo pueden darse por muertos.
La fragilidad de sus cuerpos consigue que los combates se vuelvan más emocionantes y tensos, con algunas habilidades tan geniales como la posibilidad de transformarnos en niebla para, tras atacar, alejarnos del peligro. Greymoor también da más sentido a la vida del vampiro, convirtiendo el acto de alimentarse de la sangre de otros en una fuente de poder incalculable… que tiene su precio. Cuantas más víctimas sucumban a tu mordedura más poderoso te volverás, desbloqueando nuevas fases de vampirismo que transformarán a tu personaje en una criatura terrorífica; pero a medida que aumentes tu poder, también lo hará el coste de usar las habilidades únicas del vampiro.
Cada nueva etapa de esta maldición incorpora ventajas pasivas y también mayores debilidades, manteniendo así el equilibrio de poder frente a otros personajes. No es una nueva clase de personaje per se, no la hay en esta expansión, pero al menos supone un gran añadido al que pueden acceder todos los jugadores, independientemente de si compran o no la expansión Greymoor. Por último, en relación a los vampiros, quienes alcancen la última etapa de la maldición descubrirán muy a su pesar que todos los personajes que habitan el mundo de TESO dejarán de interactuar con ellos por miedo al vampirismo, lo que suena genial si roleas, pero puede volverse algo frustrante durante la partida, ya que si quieres hablar con el banquero o un comerciante, debes esperar varias horas a que se pasen los efectos de la maldición de la sangre, o bien tomar unas pociones que no siempre son fáciles de conseguir.
El auge de estas criaturas de la noche viene dado por la propia historia principal de Greymoor, que sirve para conocer los orígenes de los vampiros en The Elder Scrolls mientras exploramos el lado más oscuro y tenebroso de Skyrim. Suena realmente prometedor y aunque el argumento es de lo más interesante, con una narrativa a la altura de lo que ya nos tiene acostumbrados el equipo de Zenimax Online, lo cierto es que la historia principal se siente algo desaprovechada; suena demasiado típica, a veces con tramas que quedan por debajo de las historias que protagonizas en las misiones secundarias. Y es una pena. Aunque todavía queda mucho por descubrir a través de futuras actualizaciones, siento que la lucha contra las fuerzas de la oscuridad se ha quedado en la superficie, sin profundizar en temas que a priori resultan apasionantes. Lo bueno de esta expansión es que sigue teniendo la fuerza suficiente como para impulsarte a seguir adelante durante las cerca de 30 horas que puede llevarte completar todos sus contenidos, pero no han sido pocos los momentos en los que me he sentido invadido por una sensación de déjà vu. Esto ya lo hemos vivido en demasiadas ocasiones.
Las misiones están bien diseñadas y algunas incluyen puzles muy interesantes, pero también ha habido algunas que me han hecho sentir como un simple recadero, restándole algo de valor a una expansión que repite muchos de los grandes momentos del universo TESO. Porque si antes hablaba de las tormentas conocidas como Harrowstorms, estas no dejan de ser una recreación de los portales daédricos del juego base o los combates contra dragones de su última expansión. Son emocionantes, sí, visualmente un espectáculo, pero nada nuevo. Los combates contra jefes de mundo o las mazmorras también rayan a un buen nivel, pero salvo la zona del Límite Sombrío, pocas sorpresas vas a encontrar aquí. La principal novedad tiene nombre propio, Kyne's Aegis, que es un brutal desafío que enfrenta a 12 jugadores contra algunos de los seres más peligrosos de Skyrim.
En general, el mayor problema que le veo a Greymoor es que aún siendo una buena expansión de contenidos, se siente algo desaprovechada. Su ambientación es fantástica y los retos que plantea son divertidos, pero es un poco un más de lo mismo, con una historia algo irregular que no tiene el gancho y la fuerza de anteriores episodios de TESO. La nostalgia tira mucho, y zonas como el Límite Sombrío desprenden un encanto único que te anima a explorar sus laberínticos y oscuros pasadizos, pero tras sorprendernos con una potente narrativa en sus últimas expansiones, Greymoor se queda un poco por detrás. Tiene añadidos curiosos, como la nueva profesión de Arqueología que plantea retos interesantes a través de toda Tamriel.
Aquí el objetivo es encontrar reliquias ancestrales que nos brindarán recompensas como nuevo equipo, monturas o emotes para el personaje. El método de obtención de estos premios se basa en dos sencillos minijuegos: una suerte de Bejeweled, llamado el Ojo Vidente, que sirve para localizar la posición de los artefactos antiguos, y luego una especie de buscaminas, que nos propone desenterrar las reliquias en un tiempo límite que se consume con cada acción que ejecutamos. Cuanto mayor sea tu nivel, más y mejores herramientas tendrás a tu disposición y, claro, mejores objetos encontrarás. A mi es una mecánica que me ha gustado pues es una buena excusa para explorar cada rincón de Tamriel, pero entiendo que algunos acaben cansados a las pocas horas pues poco varían los retos que propone este oficio. Con todo ello, si te gusta The Elder Scrolls Online, sin duda vas a disfrutar de las nuevas aventuras que propone en Greymoor.
Pocas cosas hay más divertidas que explorar Skyrim 800 años antes de The Elder Scrolls V
Tras Morrowind y Elsweyr puede que esta nueva expansión no alcance ese nivel de calidad, sorprendiendo en menor medida, pero pocas cosas hay más divertidas que explorar Skyrim 800 años antes de los acontecimientos que vivimos en The Elder Scrolls V y seguir maravillándose con sus paisajes naturales o su hermoso mundo subterráneo. Aunque cada vez se le notan más los años al motor gráfico de TESO, este sigue siendo un MMO capaz de asombrar con la vistosidad de sus escenarios o lo frenético de sus combates, si bien es cierto las animaciones de los personajes son en general, algo pobres. Como punto final, recordar una vez más que el juego está en perfecto inglés, aunque gracias al trabajo de los aficionados, podéis descargar la traducción al español de The Elder Scrolls Online, que ya abarca prácticamente todos sus contenidos hasta la última expansión.
Regresar a Skyrim ha sido toda una experiencia. He disfrutado de cada paso que he dado por este frío mundo de fantasía mientras devoraba con pasión la historia de vampiros que narra, aún cuando esta es algo irregular y se queda por detrás de lo visto en otras expansiones de The Elder Scrolls Online. Tiene grandes momentos, épicas escenas de acción, pero también misiones algo aburridas y faltas de originalidad. Aún con todo, Greymoor es una opción muy recomendable para seguir viviendo aventuras en Tamriel, a la espera de ese ansiado The Elder Scrolls VI que tanto se está haciendo de rogar.
- + Volver a explorar Skyrim y un Límite Sombrío que luce espectacular
- + Las nuevas opciones de vampirismo y el diseño de muchas de las misiones que plantea
- + Cerca de 30 horas de contenidos de calidad con una buena historia de fondo...
- - … aunque la trama principal no alcanza el nivel de otras expansiones de TESO
- - Se echa en falta algo más de originalidad en algunos de los retos que propone
