Guitar Hero lleva de gira cerca de tres años, pero hasta ahora nunca había descubierto un escenario como el de Nintendo DS, tan lleno de posibilidades como de dificultades. No obstante, Vicarious Vision parece haber estudiado en gran medida el potencial musical de la máquina y le ha dado una púa táctil con la que hacer sonar sus altavoces sea cual sea el lugar en el que nos encontremos.
No admitir que Guitar Hero ha logrado convertirse en un fenómeno social desde que saliera a la venta allá por el año 2005 sería lo más parecido a no querer aceptar la realidad. El videojuego que un día desarrollara Harmonix ha tenido una intensa gira musical desde aquel entonces, recorriendo una PlayStation 2, una Xbox 360 y hasta una Wii gracias al periférico que hizo famosa a la serie desde el primer momento: una práctica guitarra de cinco botones.
Sin embargo, la saga tenía una asignatura pendiente, ya que muy a pesar de haber llegado al sector portátil a través de una versión para teléfonos móviles, a Guitar Hero todavía le quedaba explorar las posibilidades de una máquina como Nintendo DS.
No fue una tarea fácil dar con la forma final de la versión para la pequeña de Nintendo pero, después de una veintena de rediseños, por fin Vicarious Vision halló la solución: un periférico que, conectado en la ranura de juegos de la Game Boy Advance, nos permitiría emular una guitarra que esta vez incorpora cuatro botones (uno menos que la guitarra) e incluso un curioso lápiz táctil con forma de púa.
Guitar Hero ya actúa en Nintendo DS
El periférico, conocido como Guitar Grip, ha sido diseñado para incorporarse de serie en la ranura de cartuchos GBA de una Nintendo DS Lite, siendo necesario un adaptador (incluido con el juego) y un destornillador para que el dispositivo entre correctamente en una “dual screen” antigua. Será un paso de rigor que nos lleve algún que otro minuto para completarlo, al igual que ocurre con la fijación de la correa, que nos deberemos de ajustar firmemente a la mano para poder jugar.
Una vez iniciado el juego, lo primero que apreciamos es que Vicarious Vision ha escogido una posición transversal para la consola, lo cual quiere decir que la tendremos que coger como si de un libro se tratase, al igual que ocurría en títulos como Brain Training.
Esta disposición era la lógica y más razonable ya que, además de estar forzada por el propio diseño del Guitar Grip, facilita a los zurdos no tener ningún tipo de problema al interactuar con el videojuego. Un gran acierto en este sentido por parte de unos desarrolladores que, como veremos, han logrado una solución correcta pero no exenta de algún que otro inconveniente que afecta directamente a la jugabilidad del título.
Una púa, cuatro teclas y 30 canciones
Entrando directamente en lo que son las características jugables de este, por definición, videojuego “party”, nos encontramos con un planteamiento muy simple, basado en tocar las cuatro notas de nuestra guitarra siguiendo el ritmo de las cerca de 30 canciones disponibles en Guitar Hero: On Tour.
Los seguidores de la serie de Activision no encontrarán hasta aquí ninguna novedad, salvo el importante hecho de que Nintendo DS nos da una doble pantalla que divide sabiamente el espacio entre el diagrama de notas y la propia guitarra, dispuesta esta última en la parte derecha (en el caso de los diestros) para que toquemos sus cuerdas con nuestro stylus en el momento en que se nos exija.
El funcionamiento resultante es adecuado y el caso es que la jugabilidad original se mantiene, aunque no con ciertas pegas, como podría ser el hecho de que nuestra muñeca se pueden cansar demasiado por el diseño del periférico, así como el inconveniente de que es muy difícil evitar que la consola se nos mueva cuando nos encontramos en un nivel de juego desafiante. Incluso es posible que el Guitar Grip pudiera salirse de su lugar debido al empuje hacia fuera que inconscientemente ejercemos al jugar…
Rock exclusivo y de calidad
No obstante, esto no es algo que ocurra muchas veces y, de hecho, el propio título nos aconseja descansar un poco cada quince minutos a fin de evitar estos problemas que acaban repercutiendo de manera leve en la jugabilidad de una obra que resulta muy completa y con ciertas innovaciones dentro de la serie.
Por ejemplo, hemos de citar que la mayor parte de los temas son exclusivos para Nintendo DS, algunos de ellos con artistas tan reconocidos como Red Hot Chili Peppers, Héroes del Silencio, Tokio Hotel, No Doubt o Smash Mouth. Además, todas las canciones gozan de una calidad sonora aceptable, mucho más si las escuchamos con unos auriculares. De hecho, todos aquellos que se hagan con el videojuego deberían probar a conectar la salida de audio de la consola a unos altavoces.
Realmente, y olvidando por un momento los defectos del Guitar Grip, hemos de admitir que Vicarious Vision ha sabido sacar buen partido a la tecnología de la “dual screen”, aprovechando tanto la doble pantalla como la faceta táctil de la consola, sin olvidarse de usar el micrófono, al que podemos gritar o soplar durante cualquier canción para activar un estado especial o para, en una determinada modalidad, evitar que se queme nuestra guitarra.
Comienza tu carrera como roquero
Guitar Hero: On Tour incorpora un buen elenco de modalidades, pero destacamos una especialmente por su importancia y longevidad: el Modo Carrera. Desde aquí tomamos el papel de un personaje (entre seis seleccionables) dentro de uno de los hasta tres grupos a los que podremos dar lugar dentro de la memoria del juego.
Seleccionada nuestra guitarra y el nombre de su conjunto, ya estaremos dispuestos a protagonizar cinco conciertos que discurrirán en cinco emplazamientos diferentes, que irán desde un metro y un ático hasta una carroza propia de un desfile.
Ganaremos dinero por cada actuación completada con éxito, además de una puntuación que variará de acuerdo al número de aciertos por canción. La lógica es simple: a más puntuación, más recaudación y, a más recaudación, más posibilidades de comprar nuevos trajes y guitarras con los que personalizar a nuestros héroes musicales. La dinámica es tremendamente sencilla pero, como no todo el mundo está familiarizado con el título, se ha incorporado un práctico tutorial que pondrá perfectamente en situación a los jugadores menos habituales. Un gran acierto que se complementa con el hecho de que tendremos a nuestra disposición hasta cuatro niveles de dificultad.
¡Qué no desafine tu guitarra!
En los niveles más básicos, se nos pedirá tocar las cuatro teclas de nuestra guitarra de una manera pausada, pero a medida que la dificultad aumente será necesaria una mayor destreza y coordinación. Muchas veces será incluso necesario realizar acordes, consistentes en pulsar dos botones a la vez. Tocar bien las teclas será muy importante para evitar que el rockómetro se ponga de color rojo, pero también para hacer que nuestra guitarra no desafine con el ritmo de la música.
El videojuego premia que seamos capaces de acertar el mayor número de notas seguidas sin equivocarnos. Existe un factor de multiplicación a estos efectos, y se dispara en el momento en que desencadenamos la Energía Estrella, consistente en un estado especial donde ganar más puntos durante unos segundos.
Se trata de un pequeño detalle, pero al final nos damos cuenta de que estas incorporaciones son las responsables de conseguir una buena jugabilidad que se sustenta en un concepto simple pero muy efectivo. Guitar Hero: On Tour no tiene mucho que envidiar en este sentido a la adicción que llegan a conseguir sus hermanos mayores.
Tu música contra la de la máquina
Siguiendo en importancia al Modo Carrera nos encontramos con la Guerra de Guitarras, una divertida opción desde la que retar a la CPU y comprobar quién es más rápido y, también, más malévolo con la púa. La razón está en que, aparte de tocar nuestra canción e intentar hacerlo mejor que la máquina, tendremos que mandar “regalitos” con forma de bombas y demás trampas a nuestro rival.
Existe un ataque que llena de llamas la guitarra del adversario, una ofensiva para robar a nuestro oponente o una divertida forma de distraerle para que firme un autógrafo. No obstante, lo más divertido no será lanzar estas travesuras, sino recibirlas, siendo entonces obligados a usar nuestro stylus para dibujar un autógrafo sobre un papel o para intentar evitar las bombas que se harán pasar por notas en nuestro diagrama musical.
En definitiva, una acertada modalidad que calca sus posibilidades en el Modo Multijugador, aunque sea necesaria una tarjeta DS por usuario, amén de que no se acepta conexión a través de la infraestructura online de Nintendo. Un pequeño paso atrás para una modalidad que, sin embargo, nos da la posibilidad de jugar de manera tanto cooperativa como competitiva.
Una actuación notable pero mejorable
Y es que, por desgracia, este Guitar Hero: On Tour podría haber sido mucho mejor. Goza de un pequeño pero importante número de defectos que no han podido ser solventados tanto a nivel jugable como tecnológico, y eso a pesar de que en el apartado gráfico se defiende haciendo una representación completamente tridimensional de los conciertos (de la cual apenas nos vamos a enterar, ya que estaremos más pendientes de las notas que pasan por el diagrama).
En cualquier caso, el título ya ha tenido un gran éxito en EEUU y es obvio pensar que aquí pasará lo mismo, puesto que, a pesar de las dificultades, la esencia de la franquicia y la jugabilidad tradicional se mantienen intactas.
Así que los incondicionales de Guitar Hero no deberían de dejarse intimidar por las carencias que hemos comentado, centradas sobre todo en el aspecto del periférico Guitar Grip. Ha sido una buena solución, pero el inconveniente de no poder jugar media hora sin que nuestro brazo sufra las consecuencias es una limitación, a nuestro parecer, innecesaria, que se podría haber corregido con un poco más de dedicación.
Guitar Hero llega a Nintendo DS para demostrar que es posible mantener la esencia de la franquicia en una portátil. El nuevo periférico para la pequeña de Nintendo no es una guitarra, pero tiene todo su potencial, muy a pesar de su poca comodidad. La jugabilidad logra tener un potencial similar al de sus hermanos mayores, con un repertorio de canciones y una calidad sonora que hacen recomendable este título, sobre todo, a aquellos que quieran llevarse la música a todas partes.
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