Call of Duty: Modern Warfare estrena su ambicioso modo battle royale, un 'standalone' llamado Warzone, que promete expandir lo que ya vimos en el notable Blackout de CoD Black Ops 4. Es más completo y mejor, y presenta un interesante modo Botín que podría marcar tendencia en el futuro. ¿Merece la pena dedicarle tu tiempo?
No hace falta tener muy buena memoria para recordar todo el revuelo que armó la noticia de que Call of Duty: Black Ops 4 sustituiría la tradicional campaña de un jugador por un modo battle royale, por aquel entonces llamado Blackout (Apagón). Era una decisión polémica, pero si tenemos en cuenta que en pleno 2018 este tipo de juegos estaba en pleno apogeo y que Fortnite firmó su mejor año, tampoco podemos extrañarnos de que ocurriera. Además, cuando Álvaro Castellano y un servidor analizamos CoD BO4, estuvimos de acuerdo en que era probablemente el BR más pulido e interesante del mercado, aunque tal vez no el más original. "Sí, ya no hay modo historia, pero en apenas un par de días es fácil que Blackout te mantenga pegado a la pantalla hasta invertir mucho más tiempo que en un modo individual tradicional de la serie" dijimos por aquel entonces.
Ha llovido algo desde entonces y encontramos menos títulos de este corte, a la par que los más populares decrecen poco a poco en popularidad. Cuesta creerlo, pero en medio de este panorama Activision vuelve a apostar por un modo battle royale con Call of Duty: Warzone, paralelo al ya de por sí completo Call of Duty: Modern Warfare. Y decimos "paralelo" específicamente porque puedes descargarlo y jugarlo por separado. Es un juego completo por sí mismo, aunque esté vinculado a MW mediante la tienda y algunos aspectos de progresión, como los logros. Siguiendo una estrategia publicitaria similar a la de Apex Legends —lanzado inmediatamente después de anunciarse— ha logrado amasar una comunidad de más de 15 millones de jugadores en sus primeros días.
No es de extrañar, si tenemos en cuenta que es una de las pocas iteraciones free-to-play de la franquicia Call of Duty. Pero... ¿de verdad merece la pena darle una oportunidad? Tras pasar unos días jugándolo, diría que sí. De hecho, y aunque contradiga un poco la opinión que di tras su anuncio, pienso que podría convertirse en uno de los favoritos del género si logra mantener el interés de los aficionados a lo largo de las próximas semanas y meses. Sus ases bajo la manga están bien definidos: un sentido de la acción muy intenso, una progresión férrea y dos modos de juego realmente profundos.
Un campo de batalla aún más grande
Aunque tradicionalmente se había criticado el tamaño de los mapas de CoD, y más aún cuando llegaban las comparativas con Battlefield, en los últimos años hemos visto mapas y modos más grandes y abiertos. Warzone es, sencillamente, más que eso. Sus dos modos disponibles de lanzamiento, "Battle Royale" y "Botín" se desarrollan en un único mapa llamado Verdansk, que puede acoger hasta 150 jugadores simultáneos. Se estructura en varios distritos y biomas, aunque lógicamente, se va estrechando más y más a medida que avanza la partida por la nube de gas que rodea la zona.
Pienso que podría convertirse en uno de los favoritos del género si logra mantener el interés
Lo que más gusta del asunto es la variedad que se nos ofrece todo el rato. Hay muchos edificios para explorar por fuera y por dentro, cada uno con su propia estructura y particularidades; tenemos tejados y azoteas, zonas de campo abierto y comerciales, bastante verticalidad… pero todo se termina aprovechando, y ahí es donde está de verdad el punto de adicción del videojuego. No es uno de esos casos donde simplemente vamos correteando por el mapa en busca de armas hasta que nos topamos con alguien y se produce un pequeño duelo, no; es un juego frenético que te obliga a pensar constantemente, que te anima a ir de un punto a otro, a enzarzarte en las refriegas que encuentres, a usar todo tipo de armas y artefactos, a sacar partido a cada caja de suministros que encuentres por el camino.
¿Cómo logra hacer eso, por qué es tan interesante? Es porque tiene un ritmo y una acción muy peculiares. Todos sabemos cómo funcionan los battle royale a estas alturas: empiezas la partida en un avión, eliges dónde caer, vas rebuscando armas y equipamiento, y tratas de sobrevivir hasta el final de la partida, enfrentándote a los jugadores que encuentres por el camino. Aquí también pasa eso, pero a un nivel algo más extremo. Por ejemplo, durante el tiempo de preparación, entramos en un pequeño recinto de prácticas como los de Fortnite o PUBG; solo que aquí puedes matar a tus oponentes o reaparecer si te matan a ti, y vas debidamente pertrechado desde el principio.
Una vez empieza la partida, notarás que tan pronto como toques tierra tendrás una pistola a mano: no es mucho, pero nunca irás totalmente desprotegido y podrás defenderte o atacar antes incluso de encontrar armas mejores en cualquier alijo. El armamento es generoso y personalizable, y las armas se complementan con consumibles (munición, armadura), pero también con rachas de bajas y dispositivos reutilizables mediante tiempo de refresco. Estos últimos dan toda clase de ventajas: coberturas desplegables, cajas de suministros, drones de espionaje, equipamiento súper silencioso y más.
También encontramos vehículos similares a los que ya vimos en CoD BO4 y, al igual que aquellos, tienen un control muy poco realista pero que funciona bien a los mandos de todas formas, así que lo dejaremos pasar. Todas estas cosas están bien, son más o menos lo que podrías esperar de cualquier BR moderno. Sin embargo, lo que de verdad funciona, lo que me llama la atención y lo que creo que de verdad define a Warzone y hace que merezca la pena, es la capa de profundidad extra que, desde mis conocimientos, no tienen otros juegos del estilo. Tenemos abundantes misiones y eventos secundarios ocurriendo todo el rato, aparte de las misiones y desafíos típicos que acompañan la progresión de la cuenta.
Si abres el mapa (TacMac, que llaman aquí) encontrarás infinidad de objetos y puntos para marcar, algunos de los cuales son misiones. Suelen tener objetivos simples como ir a defender una zona, aunque otros son más complejos y piden que eliminemos a una escuadra en concreto. Completar estas misiones garantizan dinero (ficticio, tranquilo) y experiencia, por lo que seguro que haremos al menos una o dos durante todas las partidas. Ayudan a evitar la sensación de que estamos sencillamente siguiendo el círculo, mientras rezamos para que no nos maten. Sobre la mesa no parece gran cosa, pero si combinas todas las cosas que hemos citado entenderás que realmente Call of Duty: Warzone no te da un respiro. Estás constantemente yendo de un lado para otro, sí, pero con tareas que hacer en mente. Sea completar una misión, acceder a un suministro aéreo (que cae en puntos críticos y contiene opciones tan interesantes como la de revivir a un compañero) o tomar el control de un vehículo. No es tan simple como huir del círculo y matar.
Uno de los grandes aciertos del juego es el modo Botín, donde en lugar de ganarnos la reaparición luchando en duelos 1vs1 en el gulag, podemos reaparecer cada vez que nos maten. La contrapartida es que en este modo querrás acumular todo el dinero posible para comprar recursos y, en último término, ganar la partida; por lo que morir y perder el dinero es todo un problema. Ahí nacen nuevas decisiones estratégicas muy adictivas: puedes ir saqueando lugares seguros por tu cuenta, completar misiones o prestar atención a los jugadores con más dinero —marcados en el mapa en todo momento— para despojarles de sus pertenencias y remontar una partida insalvable. También debes saber cuándo pagar por extracciones o cuándo comprar recursos, claro, así que todo se reduce a pensar y jugar balanceando riesgos y recompensas. Es, en definitiva, una alternativa más interesante al clásico TDM / FFA con un acercamiento táctico que le sienta muy bien.
Ese es el verdadero atractivo de Warzone y el avance que plantea para el género, pero no son sus únicas bondades, claro. La movilidad y jugabilidad de MW, que se aplica también en el juego, está detallada en el análisis de Call of Duty: Modern Warfare, por lo que te recomiendo su lectura si tienes dudas al respecto. Por otro lado, Warzone también se beneficia de las mismas opciones de configuración, gráficos y sonido e incluso doblaje por lo que en líneas generales hablamos también de un juego muy redondo a nivel de inmersión y pulido. De hecho, es probablemente el battle royale más potente visualmente que puedes encontrar en estos momentos. Pero, ¿es todo igual de bueno?
Call of Duty: Warzone no te da un respiro. Estás en constante movimiento.
Originalmente, el sistema de emparejamiento únicamente nos permitía alistarnos en colas para escuadras de tres jugadores, como ocurriera en su día con Apex Legends, si bien nos daba la oportunidad de elegir si queríamos rellenar nuestra escuadra o no. Tiene sentido si tenemos en cuenta que el juego cuenta con un fuerte componente cooperativo en el que podemos revivir a camaradas caídos, marcar cosas en la interfaz o en el mapa y dejar cosas en el suelo, como en otros juegos del género. En el momento de escribir estas líneas también se ha planteado como novedad un nuevo modo en solitario que, como su propio nombre indica, es un todos contra todos; aunque aún faltan opciones como el emparejamiento para dúos. Es de esperar que, con el tiempo, vayan llegando nuevas opciones y mejoras de este tipo.
A grandes rasgos diría que es un título que merece la pena probar, sin lugar a dudas, pero debes saber que en el momento de redactar estas líneas aún presenta una buena lista de problemas técnicos, incluyendo cuelgues varios (dentro y fuera de la partida) que deben solucionarse próximamente. También interesa destacar que, siendo más bien un modo 'standalone' de CoD MW, no plantea muchas novedades respecto a este; y es probable que incluso con todas las aportaciones que plantea para el mundillo de los battle royale, haya muchos que no queden satisfechos o prefieran quedarse en sus favoritos.
Puede que Call of Duty: Warzone no sea un juego revolucionario dentro de los juegos battle royale, pero es uno que aporta más de un granito de arena para hacerlo evolucionar; lo hace bien, y su variedad de armas y herramientas sientan muy bien para darle emoción a su ya de por sí intensa acción. Hubiera estado bien alguna que otra novedad más y que hubiera menos problemas de cuelgues, pero a grandes rasgos es un juego bastante consistente e interesante para los fans de los battle royale o los juegos online en general.
- Las misiones, eventos y economía dan una capa más táctica a las partidas.
- La acción de Call of Duty: Modern Warfare, sus rachas, armas y herramientas.
- 150 jugadores, juego cruzado, muy personalizable… se siente sólido técnicamente.
- Verdansk es uno de los mapas más variados que puedes ver en el género.
- Numerosos cuelgues y problemas de 'stutter' que deben arreglarse con el tiempo.
- Las misiones de temporada pueden sentirse algo aburridas o repetitivas.
- Aún falta el emparejamiento para dúos.
