De nuevo la originalidad se posiciona en Nintendo DS como un baluarte a su favor gracias sobre todo a títulos como el que nos ocupa. Una idea refrescante, innovadora e inusitada horneada bajo el talento de un grupo español afincado en Mallorca, que ha sabido exprimir de forma inteligente la pantalla táctil de la portátil de Nintendo dando como resultado un juego muy eficaz.
El hecho de que Doodle Hex haya sido considerado uno de los juegos más originales del año es ya síntoma de que estamos ante algo diferente, pero si encima el juego ha sido programado por una compañía española, la importancia, por la escasez de propuestas, se magnifica. Tragnarion Studios es una compañía de videojuegos creada en el año 2003 en Palma de Mallorca con un equipo actual de casi cincuenta personas. A pesar de su juventud tienen en sus filas a ex-integrantes de grandes compañías como Ubisoft o Sega lo que augura una buena calidad en sus futuros títulos.
A simple vista Doodle Hex puede parecer una mezcla de varios géneros, y de hecho podría considerarse así. Lucha, puzzle y estrategia se hacen uno en la propuesta actual, pero a su vez incorpora un elemento poco antes visto como es la total participación manual que tiene cada jugador al realizar los distintos combos. El uso del stylus será tan primordial como única referencia para salir airosos de los enfrentamientos, y su respuesta es tan clara y precisa que la fluidez en estos combates rúnicos serán fabulosos.
Originalidad contra monotonía argumental
El aspecto que flojea con más fuerza del juego es el argumento y la disposición narrativa en su conjunto. Sin mayores complicaciones tomaremos el papel de uno de los alumnos de la escuela de runas y sin más iremos entrando en los sucesivos combates que son ideados por un fantasma llamado Kalamazoo. El problema no radica en que el argumento sea sencillo, sino que el elemento narrativo se hace de forma brusca y sin pausa llevándonos de un combate a otro tras un par de párrafos inconsecuentes, lo que puede provocar que el juego sea más entendido hacía una vertiente de puzzle que como una aventura más profunda, como ya es habitual ver en los tiempos que corren, con pesos argumentales. A su vez la traducción del juego es buena, pero la disposición de las conversaciones sobre pantalla, sin ningún tipo de viñetas y entremezcladas, hace dificil seguir con claridad quien habla en cada momento.
Obviando esto último, y que es sin duda el aspecto que aleja al juego de mayor puntuación, estamos ante un título original. La consecución de las distintas magias mediante el dibujo de las runas para ir golpeando a los enemigos es sublime. A su vez la disposición del interfaz es muy acertada, sin dar complicaciones o de tergiversar el desarrollo. Y lo que realmente sorprende es la facilidad para realizar combos y de posicionar nuestras estrategias, incluso adaptándonos a las tácticas de cada uno de nuestros contrincantes.
El arte de las runas
Hay que olvidarse de los típicos juegos de lucha donde manejamos a nuestro personaje, aquí sólo deberemos dibujar las runas sobre la pantalla táctil y esperar a que lleguen al enemigo. También tendremos que defendernos de las runas mágicas de nuestro enemigo, bien sea contraatacando con otra runa o bien activando nuestro escudo protector, o incluso pidiendo ayuda a nuestra mascota, que tendrá un uso más profundo de lo inicialmente pensado. Para dar mas profundidad y emoción tendremos varias runas a dibujar, la mayoría sencillas de memorizar y fáciles de crear, pero que consumirán magia, con lo que deberemos limitar su uso a cada momento y no volvernos locos lanzándolas.
Cada runa vendrá definida no sólo por su forma, sino también por su color. Las runas verdes causarán un daño bajo, consumen menos magia y pueden combinarse con otras para realizar combos, además de reducir el escudo del enemigo. Las rojas nos permitirán ante todo bajar la vida del contrincante aunque se defienda. Las amarillas nos darán resultados beneficiosos y no viajarán como las otras hacia el enemigo y las azules causan estados alterados en el contrario, pudiendo así variar nuestra estrategia si conseguimos alcanzarle.
Combates cortos en multitud de modos de juego
La duración del juego es enorme, no sólo porque contiene bastantes modos en sí, sino porque es rejugable sin más. Para un jugador tendremos el modo Historia, que lo podremos superar con cada uno de los 10 personajes a elegir, pudiendo desbloquear varios más. Cada personaje tendrá sus propias características especiales. El avanzar por el modo historia nos hará ir desbloqueando desafíos específicos de cada personaje en el otro modo de juego. Y es que en el modo Desafío se nos obligará a ir superando las distintas pruebas siguiendo unas pautas, en algunas ocasiones muy complicadas, y que nos harán repetir la prueba varias veces más. Al ir superando estas pruebas podremos desbloquear más runas para poder utilizarlas después. También contaremos con el modo Desafío rápido, que consistirá en jugar partidas sencillas sin mayor complicación que buscar la victoria y elegir las reglas que creamos convenientes.
A su vez tendremos un modo multijugador para jugar partidas con otros amigos, tengan o no tengan el cartucho, reportando unos enfrentamientos muy tácticos y con una velocidad de ataques más acusada que jugando contra la CPU. Además podremos intercambiar runas con nuestros amigos para así acabar la colección de las mismas.
Un juego de este estilo no es necesario que exprima las capacidades técnicas de la consola que le toque dominar, con lo que a Doodle Hex no se le puede exigir demasiado. Aún así gráficamente, a pesar de las innumerables secuencias estáticas argumentales que posee y de la sencilla interfaz, contiene unos buenos videos introductorios, unas vivas secuencias animadas de combates y una claridad y limpieza en su exposición gráfica. Por otra parte el sonido y la música están a bastante buen nivel con un gran doblaje al castellano, aunque no excesivamente extenso. Su exquisita jugabilidad que puede marcar un antes y un después, y que es un ejemplo de qué se puede conseguir sabiendo usar bien lo que ofrece de novedoso cada plataforma, y la enorme duración del título, nos hará encontramos con un producto realmente interesante.
Doodle Hex es una apuesta seria, inteligente y exquisita por la originalidad, sin miedo a traspasar fronteras que otros estudios no se atrevieron por miedo al repudio del mercado. No sólo el resultado del título es realmente bueno y adictivo, sino que queda un producto completo e interesante. Quizás con el paso de las horas puede hacerse monótono, pero para ser un juego portátil ha cumplido con los cánones exigibles. Sin duda una gran sorpresa y otro suspiro original que recibe Nintendo DS.
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