Un festival de tiros y explosiones con katanas, yokai y el humor más absurdo. ¿Suena prometedor? En el análisis de Shadow Warrior 3 repasamos los pros y contras de la última aventura de Lo Wang, el ninja más malhablado del videojuego que en esta ocasión tiene nuevas armas ¡y un gancho! ¿Suficiente para triunfar?
Su brutal acción, el gore y la cruel sorna con la que Lo Wang aniquila demonios al ritmo del Aserejé es la clase de disparatadas canalladas con las que es difícil no pasarlo bien. Shadow Warrior 3 es caótico, intenso a más no poder y también, absurdo a rabiar; pero lo nuevo de los autores de Hard Reset es ante todo uno de esos shooter que sabe cómo atraparte en su demencial espiral de tiros, sangre y explosiones. Coge todo aquello que ha hecho grande a esta serie de acción que viene ya de lejos, de la década de los 90, y lo fusiona con el renovado estilo de combate de DOOM Eternal para lanzarnos sin contemplaciones contra hordas de demonios orientales, en un escenario de juego que es increíblemente bonito y colorido, a la par que retorcido y sangriento. Solo mirad las imágenes que acompañan a este artículo; o el tráiler y vídeo análisis.
Lo nuevo de Flying Wild Hog entra directamente por los ojos. Es un juego de acción que derrocha personalidad a raudales y cuya puesta en escena te anima a seguir adelante en busca de más yokai a los que masacrar vilmente. Cuesta horrores no soltar una carcajada maliciosa mientras, con asombro, observas a Lo Wang aplastando la cabeza de un Ogro al que, para más inri, insulta con chistes extremadamente ofensivos. Estos momentos glorifican la muerte de tal modo que es imposible no sentirse como un dios de la destrucción a punto de arrasar el mundo. Y esa es la razón por la que te lo pasas tan bien con este nuevo shooter de Devolver Digital. La danza mortal que nos propone llevar a cabo a golpe de katana y escopetazos está tan bien ejecutada, que si te gusta la acción desenfrenada te lo vas a pasar genial junto a su irreverente protagonista. Lo que no significa que todo sea perfecto en Shadow Warrior 3.
Sus virtudes se hacen notar de forma clara desde el mismo instante que comienza la acción pero sus defectos son igualmente visibles a las pocas horas, lo que en última instancia nos deja con un gran juego de acción que sabe sorprender, pero que también peca de ser simple o limitado en los retos que plantea. ¿Merece la pena? Espero que este análisis de Shadow Warrior 3 responda todas tus dudas.
Para fans de la acción sin control
Suscríbete al canal de 3DJuegos en YouTube
Lo que más he disfrutado de Shadow Warrior 3 es el demencial caos en el que te sumerge una y otra vez, porque en mitad de esa vorágine de disparos, esquivas y decapitaciones siempre hay espacio para la estrategia. Realmente, necesitas pensar muy bien -y rápido- qué quieres hacer para escapar de las garras de los demonios; máxime teniendo en cuenta que las arenas de combate en las que peleas suelen tener un espacio reducido, lo que acrecienta todavía más la intensidad de la lucha. ¿Por qué os hablaba antes de DOOM Eternal? Creo que la comparación es perfecta para entender mejor el tipo de acción que plantea la última aventura de Lo Wang, pues por mucho que a simple vista pueda parecer que es un "mata mata" sin control, aquí las armas se complementan unas con otras.
Cuando matas enemigos con la katana generas munición y si lo haces con armas de fuego, consigues salud. Veis por dónde voy, ¿verdad? Si os limitáis a disparar como locos más pronto que tarde os veréis sin una maldita bala en la cartuchera, porque prácticamente, la katana es vuestra única herramienta de generar munición. A esta sencilla sinergía debemos sumar un tercer elemento, la energía Chi, con la que podemos lanzar por los aires a los yokai para, no sé, ensartarlos en estacas, hacerles caer por un precipicio o, como iréis descubriendo batalla tras batalla, romper su férrea defensa para seguidamente descargar una lluvia de tiros en su cara. No parece mucho pero tal y como ocurre con el videojuego de Id Software, estas tres vías de acción nos obligan a ejecutar una brutal y tremendamente satisfactoria danza de tiros y esquivas a las que aún hay que sumar un ingrediente más: las ejecuciones.
También las hay en DOOM, me diréis, y sí, pero aquí el resultado es distinto porque más allá de permitirte eliminar de un plumazo a un enemigo temible, también consigues un arma especial por tiempo limitado que lo cambia todo en la partida. Al principio no parecen gran cosa, como granadas congelantes o un gigantesco martillo que en realidad es el brazo cercenado de un ogro; y de repente, andas por ahí también con armas de fuego absurdamente mortales, o explosivos aún más dañinos, o cosas desagradables de las que mejor no hablo porque no quiero arruinaros la sorpresa. Lo importante es que estas ejecuciones y las armas con las que te recompensa son parte esencial de la acción de Shadow Warrior 3. Algunas funcionan mejor que otras contra ciertos enemigos, como ocurre con tu arsenal de armas, y esto, sumado a las propias trampas que encuentras en los escenarios, nos deja con un campo de batalla que es una auténtica locura. Ahora viene lo malo.
Lo que más he disfrutado de Shadow Warrior 3 es el demencial caos en el que te sumerge
Si bien durante las primeras horas de juego Shadow Warrior 3 no deja de sorprenderte con nuevos enemigos, llega un punto en el que el "bestiario" se acaba, y entonces luchas una y otra vez contra los mismos monstruos en escenarios que apenas modifican tu forma de pelear. Son muy variados y son super vistosos, pero también son simples y repetitivos. Y este es uno de los mayores problemas del juego. Con una duración de apenas seis horas, aunque la acción de Shadow Warrior 3 es divertida a rabiar se siente limitada en extremo. Mientras jugaba deseaba experimentar y ser creativo matando yokai pero al final, el repertorio de acciones a tu disposición no es muy amplio y como decía, tampoco el juego se sale de su ABC inicial.
El diseño de escenarios, por ejemplo, es lineal a más no poder. Recorres un "pasillo" valiéndote del plataformeo, acabas en una arena, luchas y vuelta a empezar. Ni tan siquiera el gancho ayuda a paliar esta sensación… básicamente porque es el ejemplo más claro de este problema. Más allá de su uso para moverte por los escenarios, siempre siguiendo el camino prefijado por Flying Wild Hog, el gancho apenas tiene trascendencia en la acción. En algunos momentos es esencial para escapar in extremis de la muerte, es verdad, pero más allá de un par de combates finales, que también son poquísimos, su peso es testimonial. Y es una pena. Lo mismo me vale para los jefazos. Me lo he pasado tan bien luchando contra ellos que duele que no haya más con los que poner a prueba las artes ninja de Lo Wang. Estas, por cierto, pueden mejorarse con orbes de energía que se encuentran dispersos por el escenario. También las hay para las armas, que consigues de igual forma o también superando retos específicos como matar a un número concreto de enemigos con un arma concreta. ¿El problema? Un poco más de lo mismo. Está bien que puedas mejorar la escopeta para que no sea necesario recargar, ¡es más letal!, pero la progresión es bastante simple en líneas generales.
Shadow Warrior 3 es uno de los shooters con mayor personalidad artística del momento
Con una historia absurda pero momentos muy divertidos, la excusa de acabar con el dragón que está devorando el mundo es perfecta para perderse por unos escenarios orientales que son, como decía, un deleite para los ojos. Y me quedo con ese loco contraste entre unos paisajes de fantasía y el demencial gore que define cada batalla. Sin olvidar a los propios yokai que tienen un diseño y animaciones de altísimo nivel. Shadow Warrior 3 es uno de los shooters con mayor personalidad artística del momento… y también un humor negro y canalla que a veces peca de ser, tal vez, escatológico de más. Me encantan las referencias a otros videojuegos y a la cultura popular; me he reído mucho con las salvajadas con las que Lo Wang despide a los enemigos que masacra, pero a veces puede resultar cargante. Volviendo al apartado audiovisual, he tenido oportunidad de jugarlo en PC y Xbox Series X, y en ambas plataformas, me he encontrado bastante a gusto.
En nuestro análisis de Shadow Warrior 3 en PC ya profundizamos en su rendimiento y características técnicas, pero sí me gustaría decir que con una GeForce 1080Ti el juego funciona fluido con un gran nivel de detalle. En Xbox Series X tampoco he tenido problemas con la fluidez de la acción, aunque este es un juego tan vertiginoso que acostumbrado al teclado y ratón, no me he sentido tan a gusto exterminando yokais con el mando. Quiero decir. Se juega super bien y los controles son perfectos, pero una vez desatas la furia de Lo Wang con el ratón en la mano, todas tus acciones se sienten más lentas y torpes. Pero qué extraño placer genera decapitar demonios a golpe de katana. Aunque es verdad que no ha terminado de colmar mis expectativas, que se siente más limitado de lo que debiera en muchas partes de su acción y diseño, Shadow Warrior 3 es un buen juego de acción con el que es muy fácil pasarlo bien. Es frenético, alocado y sorprendentemente gore; tres características que al menos a mi me encantan en un shooter. Si aún no lo tenéis del todo claro, tenéis la oportunidad de jugar a Shadow Warrior 3 en PS Now.
Si buscas un frenético videojuego de acción en el que apenas tengas un segundo de respiro, Shadow Warrior 3 te va a gustar. Es un shooter con muchísima personalidad que sorprende por el colorido y belleza de sus escenarios, el fantástico diseño de sus demonios y el trepidante ritmo de la acción. Los combates son un espectáculo pero siendo este un juego bastante corto, también se siente limitado y simple en algunos detalles. Su diseño de niveles es bastante simplón y a las pocas horas, los combates apenas varían por lo que los tiroteos se vuelven algo rutinarios. A pesar de ello, es fácil pasarlo en grande aquí.
- Abandona el estilo looter shooter de Shadow Warrior 2: es acción más directa y lineal.
- El gancho es un nuevo gadget que se siente totalmente desaprovechado .
- Las ejecuciones son espectaculares y te recompensan con armas especiales.
- Lo Wang debe salvar el mundo de las fauces de un gigantesco dragón.
- Hay un sistema de mejoras pero como otros aspectos del juego, es algo simple y limitado.
