El imperio de las artes marciales mixtas y Electronic Arts firman una nueva entrega de la saga UFC. El simulador de MMA cuenta con diversas capas de profundidad capaces de satisfacer todas las inquietudes de los aficionados a la disciplina combativa más seguida del planeta. ¿Listo para entrar al octágono? ¡Bienvenido al análisis de UFC 4!
Es cierto, soy el tipo que analiza los juegos de lucha y WWE en 3DJuegos, pero no soy un gran aficionado a las artes marciales mixtas, la propia UFC o la saga de videojuegos de THQ en su día y Electronic Arts en la actualidad. Por eso prefiero advertiros que mi experiencia a los mandos de entregas pasadas no han pasado de la mera decarga en EA Access de UFC 2 y probar a CM Punk en el octágono antes de su calamitoso debut lejos de la empresa de Vince McMahon. Por eso no os puedo hablar desde la tribuna del experto en la firma de Dana White o sus luchadores en mi análisis de UFC 4, pero sí de las sensaciones que he tenido como un jugador amante de la lucha a los mandos de un género de simulación tan distinto al que estoy acostumbrado a los mandos de mis arcade-stick.
Y es que, aunque sobre el papel pueda parecer que los videojuegos de lucha tradicional y propuestas como UFC son primos en una misma cosa, la realidad es que ambos subgéneros se parecen tanto entre sí como puedan parecerse la lucha libre a cualquier competición de MMA. Sí, hay hombres y mujeres partiéndose la cara, pero poco más tienen en común entre uno y otro. No obstante, ha sido refrescante enfrentarse al desafío de analizar UFC 4 desde los ojos del usuario ajeno al más imponente espectáculo físico del mundo: he disfrutado de sus bondades y he acabado entendiendo muchas de las quejas de sus aficionados... comenzando por la horrorosa portada que ya es tendencia en la línea anual de juegos deportivos de Electronic Arts.
Dejando de lado nimiedades, han pasado dos años y medio desde la última entrega de la franquicia y UFC 4 puede aprovechar todas las ventajas técnicas, jugables y visuales de una generación que agoniza ante la llegada de las nuevas consolas de Sony y Microsoft. ¿Le ha sacado partido EA Sports? ¡Que suene la campana!
Kumite, kumite, kumite
Ya me pasó cuando me puse a los mandos de UFC 2: me agobió todas las posibilidades del sistema de juego. No obstante, lo jugaba por puro placer y no tenía obligación de zambullirme en sus distintos sistemas de golpes, agarres y juego en el suelo, por lo que no me preocupé demasiado entonces. En UFC 4 ha sido distinto porque tenía que analizarlo: ¡Quería empaparme de todo y entenderlo! Así que me armé de paciencia y me lancé a comprender todos los pormenores del sistema y cada una de las opciones que se otorgan al usuario. Si estás en mi misma situación no te apures: puede parecer apabullante pero es relativamente sencillo entrar al juego si tomas la decisión correcta: comienza por el modo carrera y efectúa entrenamientos para quedarte con los comandos más básicos y entender los principios básicos del juego.
Conocer los ritmos adecuados de la batalla, la gestión efectiva de la energía del luchador y cómo se desarrollan las distintas fases de la pelea en el suelo es capital, por lo que no tengas prisa y disfruta del viaje. El modo historia cuenta la historia de tu luchador, que pasará de luchar en espectáculos independientes callejeros a coronar el Main Event de un Madison Square Garden lleno hasta la bandera con ganas de gastar billetes y ver tu ascenso desde las primeras filas. El desarrollo, aunque simple, es efectivo: deberás gestionar una serie de puntos a lo largo de las semanas previas al combate en la que podrás gestionar patrocinadores, hacer uso de redes sociales o entrenar para mejorar tus estadísticas y ganar nuevos movimientos con los que hacer morder el polvo a tus rivales.
Las circunstancias de la propia UFC intervendrán en la campaña, con cambios de luchadores de última hora, decisiones empresariales que pueden afectar tu carrera o las temidas lesiones, algo que puede mermar tus aspiraciones. Una de las peleas que perdí, de hecho, me causó una imponente lesión que se alargó durante 260 días: recuperar la forma física obtenida no fue sencillo, por lo que deberás medir tu salud en los eventos y en los entrenamientos. Los combates y los entrenos se premian con nuevos puntos a gastar en las estadísticas, por lo que el uso de puntos semanales de forma equilibrada garantizarán la progresión necesaria para alcanzar cotas altas en casa de Dana White.
Siento que va algo corto a la hora de personalizar el luchador y se apuesta demasiado por la microtransacción. No puedo decir lo mismo de las posibilidades al crear tu personaje: sea hombre o mujer, tu pericia y ganas de complicarte a la hora de recrear a tu luchador se ven satisfechas con un competente editor. Lo mismo puedo decir del editor de habilidades de tu personaje, abierto a multitud de posibilidades y acomodo a tus mejores intenciones sobre el octágono, ya sabes, abrir la ceja al rival, romperle las costillas a patadas o castigar sus piernas por unas semanas. Todo vale, y las posibilidades son múltiples, pasando por una amplia librería de auténtico dolor.
The Eagle Lands
UFC 4 acierta con un sistema de juego plagado de opciones y circunstancias
Sin embargo, y más allá de mis impresiones sobre la campaña, no querría alejarme de algo primordial en el propio UFC 4 y toda la saga en general: ¿Por qué la gente, incluido un servidor en su día, acaba tan agobiada con el sistema de juego hasta el punto de abandonar el software? Creo que EA Sports hace muchas cosas bien en la saga de MMA, y una de ellas es apostar abiertamente por un sistema de juego plagado de opciones y circunstancias que acercan un poco más a la simulación virtual de lo que debería ser un combate de artes marciales mixtas. ¿Se podría simplificar el control para usuarios más novatos? Seguramente, pero estoy seguro que el juego en niveles altos no sería tan satisfactorio.
Me explico: hay que diferenciar entre un sistema de juego complejo y satisfactorio con títulos de control complejo e insatisfactorio. La saga WWE 2K podría ser una franquicia que se encuentre en el segundo caso; la amalgama de posibilidades del control de poco sirve cuando todo el juego se acaba apoyando demasiado en la gestión de energía y contras; en el caso de la saga UFC, el óptimo control de los luchadores y la especialización en cada uno de los estilos de juego ofrece versatilidad y opciones a explotar sobre el octágono. Castigar al juego de EA por un control exigente con el jugador me parece grotesco, tanto como se hace al analizar otros juegos de lucha que disfruto. ¿Te parece complicado BlazBlue? A lo mejor el jugador debería ser más humilde y entender que el problema es suyo y no del software.
Me preocupa, de hecho, la tendencia a simplificar el control, pero creo que sí ha acertado en el nuevo sistema de juego en el suelo. ¿No te lo parece? No te preocupes, el control antiguo sigue disponible. Dar a escoger entre uno y otro me parece la elección correcta por parte de los desarrolladores y la forma más óptima de tener contentos a todos los implicados. Los impactos, sobre todo cuando pasas de tu muñeco del modo campaña a una de las grandes estrellas masculinas o femeninas de UFC, se sienten poderosos y rudos. Mezclados con las FX y el óptimo entorno creado en todos sus escenarios, tanto estadios conocidos como el ya citado Madison Square Garden de Nueva York y el O2 de Londres o sus nuevos terrenos fantasiosos de Kumite o callejeros, será fácil meterse en el combate.
El funcionamiento del matchmaking y la calidad de las partidas son adecuados
Siendo cierto que hay muchas animaciones coherentes y las reacciones de los rivales a la metralleta de golpes que reciben por parte de mi campeón son correctas, también es cierto que la animación, en ocasiones, acaba fallando estrepitosamente. Pasa poco, pero la reacción a los golpes, a veces, es artificial, ortopédica y torpe. Las escenas de la campaña, desgraciadamente, tampoco son nada del otro mundo y pecan de lo mismo que pecaba la aventura de Alex Hunter en El Camino de la saga FIFA: se limita a conversaciones y escenarios poco o nada transitados en los que no hay vida alguna más allá de los implicados en la trama. ¿Ganará el presente campo con el salto a la nueva generación? Seguramente.
Fight to Survive
El modo online te invita a coronarte campeón de la UFC. Deberás escalar entre los distintos jugadores y categorías para aspirar a ser uno de los grandes luchadores del planeta. Como imaginarás, la batalla en línea es la guerra, por lo que no dudes en aprender bien las bases del juego antes de lanzarte a la batalla contra desconocidos en PSNetwork o Xbox Live. Los primeros pasos serán poco gratificantes, ¡pero no te desanimes! El estreno es un buen momento para lanzarse al videojuego, con jugadores que también comienzan a jugar y con un equilibrio coherente a la hora de delimitar unas categorías de otras. El funcionamiento del matchmaking y la calidad de las partidas, al menos en los momentos previos al lanzamiento del juego, han sido competentes y adecuadas. Restará ver si aguanta el tirón tras el estreno.
Poco que echar en cara a UFC 4 más allá de lo poco gratificante que es en microtransacciones y que la campaña, a pesar de ser satisfactoria, podría haber dado un poco más de sí a la hora de apostar por elementos más variados que hagan el paso de las semanas no tan redundantes cuando lleguemos a 2025 y estemos cansados de patrocinar cadenas de pasta italiana. La cuarta entrega de la saga en manos de EA Sports adolece de las ya clásicas limitaciones de los juegos deportivos al final de una generación: parece que todas las hipotéticas innovaciones que se pudiesen haber añadido a la entrega de 2020 se reservan para el futurible y esperable estreno de la franquicia en PS5 y Xbox Series X.
UFC 4 es una producción muy notable y competente que aporta situaciones impagables que justifican cada euro de su inversión. El momento en el que encajas el golpe de gracia en mitad de una contra y sabes que la contienda es tuya es absolutamente mágico e indescriptible. Pocas veces vas a vivir con tanta fuerza e impacto un momento así a los mandos de un videojuego. Puede que el octágono sea uno de los mejores destinos veraniegos en consolas en las próximas semanas de verano.
UFC 4 es capaz de plasmar la brutalidad del octágono de UFC en consolas. Con un control exigente pero gratificante, presenta un simulador de lucha con numerosas capas en las que aprender a sacar partido a las mejores estrategias para acabar con tu rival online u offline. La producción se las ingenia para presentar un interesante modo campaña que, a pesar de terminar siendo un tanto repetitivo con el pasar de las horas, ofrece suficientes elementos como para querer ver la evolución de tu luchador por su objetivo de hacerse con el cinturón de la UFC. Aunque cuenta con una auténtica selección de estrellas actuales y leyendas con las que partirte la cara, es una pena que las microtransacciones enturbien el desbloqueo de extras cosméticos.
- Desafiante control con incontables posibilidades y variables
- Violento y rudo: la sensación de dar un golpe de KO es fabulosa
- Las animaciones al dar y recibir golpes son un espectáculo
- Su modo campaña es satisfactorio y gratificante...
- … aunque no siempre logra ser suficientemente variado
- Se podría sacar mayor partido a Frostbite en las escenas cinematográficas de la campaña
- Se apoya demasiado en las microtransacciones para los elementos cosméticos
