Gobierna una isla paradisíaca vayas donde vayas gracias al modo portátil de Nintendo Switch en esta versión de Tropico 6, que al fin se estrena en la consola híbrida. ¿Qué podemos esperar de este juego de gestión? En el análisis de Tropico 6 hablamos de este divertido videojuego que te propone convertirte en dictador de un paraíso tropical.
Nintendo Switch es una consola que ha regalado a sus usuarios auténticas obras maestras pertenecientes a una amplia variedad de géneros diferentes: plataformas de desarrollo 2D y 3D, aventuras de todo tipo, arcades de acción, shooters de toda la vida… y también nos ha dejado con interesantes propuestas relacionadas con la estrategia y los juegos de gestión. Género este último al que pertenece Tropico 6, que se ha hecho de rogar lo suyo a la hora de llevar su acción a los circuitos de la consola híbrida de Nintendo. ¿Ha merecido la pena la espera?
Para los que no conozcan esta veterana serie de estrategia, deben saber que se trata de una propuesta bastante especial y que posee varias características básicas muy reconocibles que se han mantenido (e incluso me atrevería a afirmar que potenciado) en esta sexta edición. Para mí la más importante de todas y aun a riesgo de que suene algo exagerada es su maravilloso sentido del humor. Creedme si os digo que uno de los motivos que ayudan (y mucho) a adentrarse en el mundo tan "complejo" y repleto de posibilidades que integra esta obra es descubrir las innumerables "gracietas" que es posible advertir en prácticamente cualquier rincón del juego, y no sólo durante los diálogos (en español, por cierto). Y junto a esto, la jugabilidad global que encierra este simulador es más pausada y relajada que la plasmada en otros títulos de similares características, una nota distintiva que siempre se agradece.
Animado El Presidente
Resulta muy alentador y sugerente convertirse en el líder de una nación. Y más cuando gozamos de absoluta libertad para hacer lo que nos dé la gana, algo que viene de serie con dicho cargo. Asumiendo el papel de El Presidente (ya sea hombre o mujer), nuestra tarea fundamental es llevar el funcionamiento al completo de nuestro territorio, el cual posee unas características muy tropicales tal y como podéis deducir por el propio nombre del juego.
Una de las principales cualidades que posee esta obra tiene que ver con lo bien equilibrado que se muestra en dos aspectos fundamentales: la diversión que es capaz de proporcionar y su excelso número de posibilidades. Y me explico. Estamos ante una propuesta muy profunda, hasta el punto que de primeras es muy necesario acceder a los tutoriales de turno e invertir cierto tiempo en asimilar las características básicas que posee el juego para no acabar abrumados ante tantas opciones, pantallas de menú, acciones y tareas que es posible llevar a cabo. Un compendio relativamente complejo que, sin embargo y gracias al sentido del humor y a la simpatía que irradia el título, apetece mucho descubrir. Ese es su gran secreto. ¿Cómo consigue tal virtud? Pues muy sencillo: planteando situaciones muy disparatadas que podemos desempeñar con total libertad, saltándonos a la torera cualquier ley o norma establecida dado que somos unos dictadores… ¿sin escrúpulos? Bueno, únicamente si así lo deseamos. Provocar accidentes que den con el fallecimiento de ciudadanos que no nos hagan mucha gracia, realizar los sobornos más ruines que os podáis imaginar, plantarnos en territorio ajeno en plan infiltración para causar estragos desde el interior… de nosotros depende llevar a cabo los actos egoístas y despiadados que nos apetezca, si bien siempre tenemos que estar pendientes de las consecuencias que pueden acarrear.
Porque no os llevéis a engaño: estamos ante un simulador de gestión muy profundo, muy lento, más de lo normal incluso para un juego de su naturaleza. Las posibilidades y opciones que están a nuestra disposición son enormes, y debemos estar pendientes de la economía del país así como de muchas otras áreas como la de construir edificios que consideremos fundamentales (como hospitales, por ejemplo), mantener a nuestro ejército… ¡incluso estar al tanto de los niveles de contaminación a los que sometemos a nuestra nación! Y conforme progresamos, vamos accediendo a nuevas eras, otra característica habitual de esta saga que aporta bastante frescura al título en su conjunto. Pero es un juego que exige bastante dedicación, eso es incuestionable, y se vuelve más entretenido y absorbente cuantas más horas le dedicamos. Esto último puede ser un arma de doble filo, hay que ser conscientes de ello, pero en mi opinión y dada la orientación del título, lo veo más como una cualidad que como un defecto.
Lo que sí que es más criticable es su apartado visual, que se encuentra a un nivel claramente por debajo de lo expuesto en PC y otras consolas. Considero que tiene mérito el hecho de haber podido traspasar los extensos mapeados que posee esta obra a la consola de Nintendo, pero es cierto que han tenido que realizarse algunos sacrificios para conseguir tal gesta. La tasa de cuadros de animación es uno de ellos, la cual suele bajar de los 30 cuadros cuando la carga gráfica es elevada. El grado de detalle que muestran los decorados se ha visto sensiblemente reducido, y en general la calidad visual es claramente inferior en esta conversión. Pero también es cierto que nadie (o muy pocos) se adentran en este tipo de propuestas por su acabado visual, así que me parece un mal menor… al igual que sucede con la ausencia de modo multijugador online, otro de los recortes que ha experimentado esta edición.
Tiene mérito haber podido traspasar sus extensos mapeados a Nintendo Switch
El apartado sonoro, por fortuna, sí que ha mantenido mejor el tipo. Las melodías amenizan y alegran mucho las partidas, todas ellas de aire claramente caribeño. El doblaje en español es muy bueno y se agradece mucho en un título de este estilo, y más teniendo en cuenta el gran sentido del humor que destila. Y en cuanto a los efectos, pasan algo más desapercibidos pero a cambio todos ellos están realizados con acierto.
A los que les gusten este tipo de propuesta densas, pausadas y llenas de pequeños detalles jugables van a darse un festín en la consola híbrida de Nintendo. Tropico 6 destaca a pesar de no ser la mejor versión de todas, dado que en relación al resto de entregas su acabado visual no es tan nítido ni detallado, ha perdido por el camino alguna característica como su modo multijugador y, de manera incomprensible, no incluye de serie los paquetes DLC que aparecieron para el juego original. Sin embargo sigue alcanzando una calidad notable y, a poco que te sumerjas en su planteamiento general, puede mantenerte ocupado durante muchísimos días.
Comprar Tropico 6- El sentido del humor es magnífico
- Como simulador es muy completo: podemos hacer de todo
- Su duración es incuestionable, hay juego para muchas semanas
- El control es muy fluido tanto en modo portátil como docked
- Técnicamente es bastante más básico que el resto de versiones
- Ha perdido el multijugador online
