Plants vs Zombies llega a Nintendo Switch con su última entrega, un desenfadado shooter en tercera persona ideal tanto si quieres jugarlo en solitario como en compañía. ¿Pero qué tal ha resultado ser su port? ¿Está a la altura? Os cuento en el análisis de PvZ: La batalla de Neighborville por qué puede ser una opción a considerar.
Tarde o temprano, han acabado llegando a Nintendo Switch más videojuegos multiplataforma de lo que hubiésemos imaginado. El último del que tengo que hablaros es Plants vs Zombies: La batalla de Neighborville, un shooter muy desenfadado y alocado, basado en la popular licencia de PopCap, la cual fue comprada por EA en el año 2011. Desde entonces, han aparecido cantidad de títulos, en particular PvZ: Garden Warfare y su secuela, que son los precursores del juego del que hoy os hablo.
La batalla de Neighborville es un shooter en tercera persona que nos propone cantidad de misiones, enfrentamientos con jefes y acción tanto individual como en cooperativo para hasta cuatro jugadores. Tiene competitivo 8vs8 en varias modalidades y, en definitiva, es un juego bastante completo. Si quieres profundizar más en lo que ofrece, te recomiendo que te leas el análisis que tenemos en la revista. Pero basta que sepas que contiene diversión directa, que es para todos los públicos y tiene sus buenos momentos, aunque también algunos defectos como la falta de profundidad y unas misiones PVE algo simplonas.
La portabilidad es una bendición para esta máquina, porque se juega muy bien en este modo
Lo que haré aquí será centrarme en la versión de Nintendo Switch y su rendimiento. A grandes rasgos, me ha parecido una adaptación bastante decente. Tiene sus problemas, y no ofrece la misma calidad gráfica que en el resto de plataformas. No obstante, y siempre lo he dicho, la portabilidad es una bendición para esta máquina, porque se juega muy bien en este modo. Aparte, si no tienes la oportunidad de jugarlo de otra manera, Switch se convierte en una opción interesante. Déjame que te lo descubra a continuación.
Un port con el poder de Frostbite
La mayor particularidad de Plants vs Zombies: La batalla de Neighborville es que se mueve gracias al motor Frostbite, empleado por EA en los juegos de Battlefield, Need for Speed o FIFA. La compañía norteamericana lo ha convertido en una de sus más versátiles herramientas de desarrollo, y aquí ha cumplido una importante función: optimizar el juego para Nintendo Switch. De hecho, es la primera vez que Frostbite se usa en esta consola, así que supone un primer paso para, quien sabe, la llegada en el futuro de más títulos por parte de Electronic Arts.
Fuera de esto, os diré rápido lo que realmente os interesa: el juego se ve de forma aceptable. No sobresaliente, ni tampoco diría que notable, pero se defiende. Con respecto al resto de plataformas, el juego pierde en definición y calidad de texturas, dos de los aspectos que más se han recortado. No obstante, la distancia de dibujado está muy bien (prácticamente como en el lanzamiento original) y el frame-rate es justito (30fps) pero estable durante mis partidas. Así que en cuanto a rendimiento, considero que es un buen port.
Por supuesto, esto no quita que el juego presente algunos defectos visuales importantes, aunque conocidos por los usuarios de esta máquina. Hablo principalmente de los bordes dentados (falta de un antialiasing más acusado), pero también de errores en forma de objetos que aparecen altamente pixelados en la distancia. Nada grave. Considero que Frostbite se adapta de forma correcta a las posibilidades de Switch, ofreciendo un rendimiento técnico acorde, con por cierto unas pantallas de carga que ni son frecuentes ni pesadas.
El motor Frostbite también es responsable de haber traído con acierto las características únicas de esta consola. Tienes disponible el control por movimiento (mediante giroscopios y acelerómetros). ¿Qué tal funciona? De forma correcta. Existe la opción de cambiar la sensibilidad de tus movimientos a la hora de girar la cámara, apuntar y disparar. Eso sí, tengo que decir que no he llegado a adaptarme a este esquema de controles (o tal vez no tanto como en Splatoon, por ejemplo, donde sí se convierte en una interesante posibilidad de interacción). No obstante, ahí está la opción para el que quiera probarla: yo me desenvolví mejor con los clásicos sticks analógicos.
El juego adicionalmente incorpora la posibilidad de usar la pantalla táctil, principalmente, para interactuar con los menús. Poco más, pero suficiente. Este port ha corrido a cargo de QLOC, una empresa que lleva trabajando en adaptaciones desde hace bastante tiempo y que tuvieron cosas tan bien hechas como el port de Hellblade también para Nintendo Switch. Se nota la experiencia en un trabajo de porteado no sobresaliente en esta ocasión, pero sí ajustado al hardware de la máquina. De hecho, este es uno de esos casos en que el modo portátil no tiene demasiado que envidiar al modo televisor. La calidad y fluidez en ambas modalidades de juego es bastante aceptable.
Lo que no es buena noticia es la ausencia de cooperativo a pantalla partida. Esta opción estaba disponible en las versiones de PS4 y Xbox One. Supongo que era demasiado pedir, pero como defensor de este estilo de juego, no puedo dejar de echar de menos dicha opción. Puedes jugar de forma solitaria (offline), pero también unirte al online en cualquier momento y compartir la campaña con tres jugadores más en cooperativo. Si tienes conocidos con los que aliarte, resulta sin duda la opción más divertida.
Por lo demás, se trata del mismo juego que apareció en el resto de plataformas, así que los que hayáis jugado no encontraréis grandes motivos para revisitarlo. La historia cambia si llegas nuevo y no tienes la oportunidad de jugarlo en otro lado (o puede que te interese hacerlo el modo portátil). En dicho caso, mi opinión es que sin ser un juego tan recomendable como PvZ: Garden Warfare 2, sí que creo que tiene interés, en especial si te van las propuestas locas y desenfadadas con un punto de shooter accesible, directo y sin complicaciones.
No nos encontramos ante un port sobresaliente, pero sí uno bastante cuidado, recomendable para aquellos que no puedan probar este Plants vs Zombies en otra plataforma… o simplemente se vean atraídos por su modo portátil. Es de especial interés por la correcta (y pionera) utilización del motor Frostbite en Nintendo Switch, dando lugar a una adaptación correcta, con un rendimiento aceptable. Además, mantiene los valores de producción de un juego, por otra parte, muy desenfadado y divertido si lo puedes jugar en compañía.
Comprar Plants vs. Zombies: La Batalla de Neighborville- Buen trabajo de port, que mantiene los atributos jugables y artísticos originales
- Primer juego de Switch que usa el motor Frostbite, y de forma convincente
- Entretenido en solitario y muy divertido si lo juegas en compañía
- Pierde la pantalla dividida, aunque es algo que se podía esperar
- No trae novedades de interés con respecto al resto de versiones
