Después de nuestro paso por el hospital, es hora de un cambio de aires. Te contamos en el análisis de Two Point Campus cómo el estudio ha logrado mantener la fórmula clásica tan divertida como el primer día.
Jugando a Two Point Hospital y ahora también a este Two Point Campus, es sorprendente ver cómo un género tan clásico como la estrategia de gestión ha logrado adaptarse a los nuevos tiempos. Lo ha hecho con algunos cambios, y es que, si bien antes el jugador era capaz de abrir un hospital o un parque de atracciones con el fin último de ver cómo la cuenta corriente sube y sube… o todo lo contrario, entra en números rojos, ahora los objetivos deben ser más claros y abundantes.
Esto es lo que más nota el jugador moderno a la hora de comenzar su nuevo campus: Two Point estructura todo en el formato de una campaña con misiones. Una forma de ir dando alicientes al jugador para que, poco a poco, vaya conociendo la cantidad de opciones y gestiones menores que necesita un campus universitario más allá de construir aulas según las materias que impartimos y contratar a los profesores. Así, cada universidad nos permite conseguir un máximo de estrellas cumpliendo con estos objetivos, que varían para lograr un mejor status del campus, una nota media más alta, una higiene impecable, una serie de proyectos de investigación realizados, etc. Descubrirlos todos es una sorpresa continua, ya que otra de las señas de identidad de Two Point es no ceñirse a nuestro mundo real e impartir no solo clases de ciencia y robótica, por ejemplo, sino excéntricas clases de caballería, magia o comedia. Pero creo que Two Point es lo suficientemente conocedora del género y de sus aficionados como para saber que no todo el mundo disfruta de un modo campaña moderno, porque este tipo de estructuras tienen sus desventajas también: todo puede resultar demasiado guiado, siguiendo simplemente las instrucciones de la tabla de misiones y perdiendo en el camino la libertad de hacer las cosas cómo y cuándo tú quieras.
Estrategia y gestión con humor
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Ahí entra el modo Sandbox, que se desbloquea cuando tienes los conocimientos básicos de la campaña en los cuatro primeros niveles de los doce que compone el juego, y que te permitirá volver a experimentar esa autonomía sin una mano que te guíe constantemente. Tanto en los momentos finales de un modo como de otro es donde las cosas se van poniendo serias de verdad, y Two Point Campus despega en toda su complejidad, teniendo que tener en cuenta la felicidad de los alumnos, los préstamos que hayamos pedido, los proyectos avanzados de investigación, las peticiones personales de los alumnos, las inspecciones… tantas variables con las que tenemos que hacer malabares que te obligarán a pulsar ese botón de pausa para ordenar un poco tus preferencias.
Se ve claramente que el trabajo de Two Point está cuidado al detalle
Es un ritmo muy distinto al arranque del juego, que empieza muy lento. El primer campus de la campaña, y un poco del segundo también, se quieren asegurar de que todo tipo de jugadores son capaces de asimilar los conceptos que van introduciendo, y eso hace que los más avanzados puedan llegar a desesperarse un poco ante un calendario y un avance del tiempo que va demasiado despacio y que crea muchos vacíos en los que no hay nada que hacer, más que esperar a que termine el curso. Todo dependerá, eso sí, de lo que quieras trabajar en tus campus. Puedes ir a lo básico y construir el espacio mínimo de cada sala con los objetos indispensables, o puedes crear estructuras realmente complejas que aprovechen bien cada metro cuadrado y decorarlo con infinidad de objetos que tienes a tu disposición. Al principio, el juego no te penalizará mucho si no lo haces, pero cuando hay que subir de nivel el status de la universidad, te alegrarás de haber medido bien las distancias y haber modernizado mucho cada sala.
Como decía mi compañero Alberto Pastor en su análisis de Two Point Hospital, este es uno de esos juegos en los que las horas al teclado y ratón se consumen y siempre quieres cumplir un objetivo más, un año lectivo más, antes de apagar el ordenador. Creo que el secreto de Two Point es haber traído de vuelta ese humor que escasea en nuestra industria moderna. No solo se trata de tener unas materias completamente alocadas, que se salen de la norma, sino que basta con acercar la cámara a cualquiera de las habitaciones para ver cómo interactúan los alumnos en cada una de las salas y la cantidad de cosas que están sucediendo al mismo tiempo. Se ve claramente que el trabajo de Two Point está cuidado al detalle y sí, también que han aprovechado mucho del trabajo previo hecho en Two Point Hospital para poder evolucionar desde la base y aumentar la complejidad de cada uno de sus sistemas.
Gráficamente es quizá donde menos evolución notamos. Tanto la interfaz como los modelados de las estructuras y los personajes son muy parecidos a los que ya vimos en la anterior obra del estudio, y aunque todo se adapta al ámbito universitario, no es un juego que pretenda revolucionar la fórmula que ya habían construido previamente ni llevarlo a un nuevo salto gráfico. Algunos objetos, de hecho, son prácticamente los mismos que ya veíamos en el Two Point Hospital, y es en el trabajo de las animaciones de los alumnos y profesores donde realmente se ha puesto empeño. Esto también hace que el juego sea igual de accesible a ordenadores de gama media y baja que no tendrán muchos problemas para ejecutar el programa incluso en altas resoluciones.
No hay duda de que la fórmula sigue tan viva como antaño
Por último, y pese a que en lo musical no es quizá el apartado en que más destaca Two Point Campus, sí que hay que destacar el trabajo puesto en la radio de la universidad, que acompaña a todas las jugadas con una serie de comentarios y anuncios en clave de humor que te sacarán siempre una sonrisa mientras que vamos construyendo las distintas habitaciones.
Creo que es fácil saber si Two Point Campus es para ti a poco que hayas jugado al anterior juego, ya que la fórmula se mantiene prácticamente inalterada desde la anterior obra del estudio, e incluso se amolda mejor a los cursos, periodos lectivos y las posibilidades que ofrecen las universidades. Se agradece además que Two Point haya ido un paso más allá para hacernos un tour tan imaginativo por una cantidad de universidades singulares, todas ellas muy divertidas, así como la opción de dar libertad al jugador una vez que asimila los conceptos más básicos. Creo que todavía hay un cierto margen de mejora a la hora de construir este campus, sobre todo en acciones que requieren de un poco más de precisión en la colocación de objetos y edición de las salas. Además, el ritmo de sus niveles y distintas universidades puede ser un tanto irregular, con algunas que mantienen al máximo tu interés y otras que querrás conseguir la puntuación mínima para seguir adelante. Pero, con todo, no hay duda de que la fórmula sigue tan viva como antaño y la pregunta que queda por resolver, entonces, es si se puede añadir algo más a ella o será cuestión de trasladar todo de nuevo a una ambientación diferente.
Two Point Campus es un juego de gestión de universidades tan completo como lo era la anterior obra del estudio, Two Point Hospital. Su estructura basada en objetivos que cumplir se mantiene, y al tercio podremos decidir si queremos seguir con esta campaña o pasar al modo Sandbox, completamente libre. No hay duda de que el estudio sabe cómo sacar punta a la cantidad de opciones de gestión de un campus universitario, con tareas muy específicas que van más allá de lo básico. Y, aunque el ritmo puede ser algo irregular, sobre todo al principio, el desafío está presente cuando se abren las posibilidades de juego y se ameniza con un humor único acompañado de unas animaciones mimadas y detalladas. No hay duda de que esta fórmula tan clásica sigue tan sólida como el primer día.
- Misma fórmula que Two Point Hospital. Si te gustó el anterior trabajo del estudio, te gustará este también.
- La estructura del juego es muy sólida, dando al jugador una serie de objetivos o libertad total.
- El detalle puesto en las animaciones es magnífico, con un toque cómico muy especial marca de la casa.
- Hay poca evolución gráfica respecto a la obra anterior.
- La estructura es irregular, con algunos momentos que pueden hacerse lentos para jugadores avanzados.
