Vuelve Monkey Island para dar respuesta 30 años después a los grandes misterios que han atormentado a los fans de las aventuras gráficas desde el retorcidamente inesperado final de LeChuck 's Revenge. Tres décadas soñando por un videojuego que ya está aquí. ¿Está Return to Monkey Island a la altura de la leyenda?
Dar sentido al rocambolesco final de Monkey Island 2 nos ha "atormentado" durante cerca de 30 años. Fue tan inesperado y surrealista que ni siquiera aquellos que continuaron el legado de Ron Gilbert, Tim Schafer y Dave Grossman se atrevieron siquiera a mencionarlo. Es como si nunca hubiera existido pero… sí, pasó. Así que las aventuras de Guybrush Threepwood siguieron adelante sin que nadie diera respuesta a ese gran misterio. Y nosotros, los fans, aún sabiendo que ya era impensable que algún día tuviéramos ese ansiado Monkey Island 3, continuamos debatiendo, discutiendo y tratando de dar sentido no solo a ese sorprendente desenlace, sino también, al otro gran quebradero de cabeza que desde sus orígenes ha definido a esta legendaria saga de aventuras gráficas. ¿Cuál es el secreto de Monkey Island? Solo de pensarlo asusta porque, vaya, nos hemos pasado las últimas tres décadas soñando con este momento casi de forma obsesiva, así que las expectativas son tan, tan altas, que me resulta muy difícil imaginar cuál va a ser la respuesta a Return to Monkey Island.
Yo he conectado con él de una forma tan especial que me ha emocionado; me ha devuelto a mi niñez con su humor bobalicón y todas esas conversaciones que no llegan a ninguna parte pero son tan absurdas y divertidas que no te cansas de escuchar. Ha sido maravilloso regresar a Isla Mêlée y reencontrarme con todos esos personajes que me enseñaron a amar un género tan bonito como el de las aventuras gráficas; y más todavía disfrutar de esos momentos "eureka" que te iluminan con la respuesta a un puzle que estaba volviéndote loco solo unos minutos antes. Pero como ya se ha visto con la polémica por los gráficos de Return to Monkey Island, todo lo que rodea a este videojuego es motivo de debate por lo ya dicho, porque son 30 años esperando por él, y durante todo este tiempo cada uno de nosotros hemos creado unas expectativas tan descomunalmente altas que a ver quién te dice a ti que este es el Monkey Island con el que tanto habías soñado. Ni tan siquiera yo estoy seguro de si es lo que esperaba o no; pero cada vez que pienso en mis andanzas con Guybrush Threepwood sonrío. Y para mí es algo que vale su peso en oro.
Hay algo en esta nueva historia que va directa al corazón del fan que lleva todos estos años esperando por ella. Y no lo digo solo por las numerosas referencias y guiños a los juegos de la saga Monkey Island, que las hay en abundancia. Da la sensación de que el propio juego es consciente del milagro que nos ha traído hasta aquí, que nos ha permitido disfrutar del "juego que honestamente jamás creímos poder hacer", siempre acompañados del deseo de responder a la gran pregunta que nos ha obsesionado durante años. En este análisis de Return to Monkey Island que nunca imaginé poder escribir espero transmitir todas las emociones que ha despertado en mí… ¡sin spoilers!
Uno de los juegos más esperados de la historia
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Lo confieso. Casi se me salta una lágrima nada más empezar a jugar. Cómo no, si llevo media vida esperando este momento. Fue escuchar la música, leer el título, aparecer frente al Vigía en Isla Mêlée… ¡y volver a los 90! De un plumazo se esfumaron las dudas acerca de si Return to Monkey Island iba a ser o no una aventura gráfica como las de antaño, de las de explorar escenarios en busca de objetos, cargar el inventario con chatarra aparentemente inútil y andar de aquí para allá hablando con personajes extravagantes.
Si el divertido Thimbleweed Park emulaba fielmente la forma de jugar [y gráficos] de la vieja LucasArts, el nuevo Monkey Island conserva intacto el espíritu de aquellos clásicos pero con una renovada interfaz sensible al contexto que nos permite interactuar con todo cuanto nos rodea usando simplemente dos botones. Atentos aquí a los mensajes que aparecen cuando apuntas con el cursor porque son descripciones muy tontorronas con las que cuesta no soltar alguna que otra carcajada. Por ejemplo, cuando señalas la puerta en un lugar sucio a rabiar leerás un divertido "huir de esta peste", que es una tontería, lo sé, pero define muy bien el humor inocentón que caracteriza a Monkey Island y tanto adoro.
]Me he reído muchísimo con las mil y una ocurrencias del bueno de Guybrush
Me he reído muchísimo con las mil y una ocurrencias que hace y dice el bueno de Guybrush Threepwood pero a su vez, curiosamente, explorando Mêlée Island también me ha invadido un brutal sentimiento de melancolía que en algunos momentos me ha dejado sin palabras. El Scumm Bar sigue siendo el Scumm Bar… pero diferente, cambiado; como el astillero donde conocimos a Stan o incluso la tienda de Vudú. Y esto es algo que me ha hecho conectar de una forma especial con la historia de Return to Monkey Island. Es cierto que a veces abusa de las autorreferencias y por momentos parece casi un remake del original por repetir ciertas ideas o situaciones de juego, pero hay algo en lo que cuenta y en cómo lo cuenta que me ha cautivado. Vamos, que en algún momento he soltado una lagrimilla.
Ron Gilbert y Dave Grossman juegan muy bien con las expectativas de los fans. Saben lo que llevamos años queriendo ver así que cuando menos lo esperas… PUM, ahí tienes un golpe de pura nostalgia que te hace vibrar de emoción. Yo he llegado a pegar un grito de alegría en algunas escenas porque todo, música, estética y diálogos, está al servicio de ese momento tan especial. Y funciona muy bien a nivel emocional porque, maldita sea, es justo lo que querías ver. Pero el juego es también bastante canalla en el sentido de retorcer muchos de estos deseos llevándolos por un camino inesperado. Y es una pena porque hay situaciones muy potentes que duran tan poco, que te quedas con ganas de más.
Los puzles de Return to Monkey Island
Reconozco que el primer tráiler de Return to Monkey Island me hizo temer lo peor: una aventura gráfica sin apenas puzles y con escenarios vacíos. Qué equivocado estaba. El juego de Terrible Toybox es fiel a la filosofía de diseño que Ron Gilbert estableció en la vieja LucasArts y que hoy en día sigue siendo el santo grial para muchos diseñadores de videojuegos, incluso lejos de las aventuras gráficas. Hay mucha exploración, montones de objetos que sumar al inventario, diálogos hilarantes y varios objetivos simultáneos que se entrelazan para que cuando te atascas en un rompecabezas puedas seguir la aventura haciendo otras cosas. El juego también va de menos a más. Empiezas en Isla Mêlée explorando lugares por todos conocidos y acabas en un entorno mucho más grande yendo de aquí para allá con muchos más objetos en los bolsillos.
A veces la pista clave está sutilmente oculta a simple vista lo que hace que sea muy satisfactorio resolver estos puzles
El diseño de los puzles está a un gran nivel. Los hay bastante sencillos y otros más rebuscados, pero lo que más me gusta es que todos tienen una lógica dentro del loco mundo de Monkey Island, huyendo de esos rompecabezas que básicamente te proponen combinar todo con todo a ver si hay suerte y descubres por casualidad la respuesta. A veces la pista clave está sutilmente oculta a simple vista lo que hace que sea muy satisfactorio resolver muchos de estos puzles, cuando alcanzas ese momento "eureka" que tanto disfrutas como fan de las aventuras gráficas. No faltan tampoco los mapas del tesoro o los mensajes crípticos que ocultan la respuesta a grandes misterios, ni por supuesto los diálogos que no parecen ir a ninguna parte pero en realidad son fundamentales para entender la lógica de ciertos rompecabezas. Puro Monkey Island, vamos.
La mayoría de estos desafíos no son especialmente originales aunque los hay que tienen su miga. Pero si funcionan tan bien es gracias al hilarante guion que los acompaña. Es difícil no reír con las tonterías que lleva a cabo Guybrush Threepwood, que es capaz de entrar en un estúpido bucle de balbuceos con otros personajes y tu, lejos de huir de esa situación, sigues y sigues escogiendo la respuesta más tonta porque a ver quién demonios te saca de ahí. Pero más allá del humor, el propio ritmo de la acción es perfecto. Los puzles se encadenan uno tras otro de forma tan fluida y divertida que cuesta no emocionarse pensando en lo que está por llegar en las cerca de 10 horas que puede durar la aventura. ¿Qué ocurrirá después? ¿Qué planea LeChuck? ¿Qué quieren estos nuevos y jóvenes piratas?
Os decía que Return to Monkey Island es un juego muy especial que sabe tocar la fibra sensible del fan, pero también creo que funciona muy bien como aventura gráfica independiente. Obviamente la nostalgia es su principal arma, el propio juego gira en torno a ella de una forma tan profunda que emociona; pero los puzles, diálogos y el diseño de sus escenarios son tan buenos como lo eran en las míticas aventuras de LucasArts.
Los gráficos de Return to Monkey Island
El estilo artístico por el que ha apostado el nuevo juego de Monkey Island ha creado gran controversia entre los fans
Es obvio que el estilo artístico por el que ha apostado el nuevo juego de Monkey Island ha creado gran controversia entre los fans de la serie. Soy el primero al que le chocó esta elección porque tengo idealizados los gráficos del original, y de haber elegido, habría optado por algo más del estilo del remake de Monkey Island 2. Y sin embargo ahora mismo estoy encantado con el trabajo del artista Rex Crowle (Tearaway), porque el mundo que ha creado es increíblemente bonito. Aún hay personajes cuyo diseño no termina de convencerme, pero en general el juego es una preciosidad que sorprende por la gran cantidad de pequeños detalles que pueblan todos y cada uno de los escenarios por los que te mueves. Mires donde mires hay algo gracioso con lo que deleitarse o incluso insectos y animalitos pululando de aquí para allá, para que sean algo más que fondos estáticos.
Algunos escenarios son tan bonitos que me encantaría tener algún que otro cuadro inspirado en ellos. Y cuando hablamos de lugares icónicos, Crowle ha sabido darles su toque sin perder la esencia creando estampas que estoy seguro con el tiempo recordaremos con el mismo cariño que recordamos ese loco Scumm Bar del original. Return to Monkey Island también se preocupa mucho por hacer las cosas más sencillas con la interfaz, como os contaba antes, pero también con una lista de tareas que se va actualizando y viene genial para no perder nunca de vista los objetivos. El juego incluye además un libro de pistas que funciona de forma similar a las Enhanced Edition de los dos primeros Monkey Island, dejando caer indicaciones que te ayudarán a resolver sus puzles… hasta dar incluso la respuesta final si insistes demasiado. En este punto os recomiendo jugar en difícil porque la versión fácil es demasiado fácil. Y honestamente el juego tampoco es que sea extremadamente difícil.
No quiero olvidarme tampoco del fenomenal trabajo musical que ha dado vida a esta nueva encarnación de Monkey Island. Pero claro, cómo no iba a ser buena la banda sonora de Return to Monkey Island si tienes a tres leyendas como Michael Land, Peter McConnel y Clint Bajakian firmando la música de esta aventura gráfica. Los temas son super variados, divertidos, ¡emocionantes!, haciendo que recorrer Isla Mêlée y otras islas exóticas sea una experiencia maravillosa. También las voces en inglés están a un nivel altísimo, con el gran Dominic Armato trayendo de vuelta a Guybrush Threepwood con el encanto habitual, u otras nuevas voces como la de LeChuck que están muy conseguidas. Nostalgia. Lo decía antes. Jugar a Return to Monkey Island es especial porque todo en él recuerda a una época que fue tremendamente especial.
Al final todos tenemos en común esa loca pasión y amor incondicional por Monkey Island
Da igual que descubrieras Monkey Island mucho tiempo después de su nacimiento. No importa si eres un experto o un simple aficionado que se cruzó por accidente con Guybrush Threepwood y decidió acompañarlo hasta la última de sus aventuras pirata. Porque aquí al final todos tenemos en común esa loca pasión y amor incondicional por un mundo, personajes y misterios que nos han acompañado durante más de 30 años. Quien más y quién menos se ha preguntado alguna vez ¿cuál es el secreto de Monkey Island? Tener la oportunidad de descubrirlo cuando ya parecía imposible es ese milagro que hoy llamamos Return to Monkey Island. Y es increíblemente bonito vivir algo así.
No sé si Return to Monkey Island es el Monkey Island que esperabas porque tras 30 años imaginando cómo debía ser, cada uno ha idealizado su propio Monkey Island 3. Lo que sí te puedo garantizar es que la nueva aventura gráfica de Ron Gilbert y Dave Grossman es una preciosa carta de amor a las historias piratas de Guybrush Threepwood y a todos cuanto le hemos acompañado en este largo viaje. Sus puzles son ingeniosos y divertidos, hay montones de islas que explorar, tiene diálogos hilarantes con los que es imposible no reír y cuando lo hace, sabe tocar la fibra sensible para emocionarte con su historia. Ha sido un viaje increíble que tardaré en olvidar.
- Return to Monkey Island está plagado de guiños y referencias a la saga
- Es una aventura tradicional con puzles, inventario, diálogos y exploración
- Sabe tocar la fibra sensible del fan que lleva 30 años esperando ESTE juego
- Hay una gran variedad de escenarios, con lugares conocidos y otros totalmente nuevos
- Aunque choca de primeras, su apartado artístico es genial; como su banda sonora
