La segunda parte del notable The Dishwasher amplía los confines del primero, y brinda más acción y aventuras en Xbox Live Arcade. El sueño del juego indie que se convierte en éxito vuelve a la vida, y cuaja un nuevo lanzamiento de notable calidad.
Las series The Dishwasher, obra del diseñador James Silva, han puesto en el mapa de los desarrolladores de videojuegos descargables a los chicos de Ska Studios. Algo que muestra muy claramente el espíritu de apostar por lo indie que siempre ha caracterizado a Microsoft en cuanto a lo tocante a Xbox Live Arcade.
El primer videojuego de la saga era un título tremendamente fresco y rotundo, con una diversión a prueba de bombas a pesar de algunos pequeños fallos conceptuales que no eran capaces de opacar la calidad final del juego. Vampire Smile pierde buena parte de la frescura del original, pero mantiene también todas sus virtudes.
El Baile de los Vampiros
El argumento de la secuela de The Dishwasher comienza exactamente donde acabó el primer videojuego, aunque el título tiene la virtud de no marginar a aquellos usuarios que no disfrutaron de su predecesor. El estilo cómic sigue muy presente en la historia del "friegaplatos" volcado en los clásicos "bocadillos" de texto, y la presentación de un nuevo personaje llamado La Prisionera es uno de los grandes titulares que nos deja el título dentro de lo narrativo y jugable.
Con ella y la campaña que la acompaña el videojuego duplica su duración, suponiendo algo más de tres horas en una y otra alternativa jugable, sin embargo lo que resulta más interesante es la apuesta que trae consigo un estilo artístico muy diferente y un estilo de niveles de auténtica pesadilla.
En lo jugable el título no cambia apenas con respecto al original, y es que mantiene la práctica totalidad de las mecánicas que dieron éxito a su predecesor. El scroll horizontal vuelve en los escenarios divididos en arenas que deberemos recorrer a toda velocidad y afrontando algunos retos de lo más interesante. Volverá a haber diferentes rompecabezas en forma de habitaciones bloqueadas y obtención de llaves y métodos con los que abrirlas, aunque en esta ocasión todo deja algo más la sensación de repetitivo que en el original.
¿Significa esto que Vampire Smile no es un título recomendable? En absoluto, de hecho es una opción muy estimable para los aficionados a este tipo de experiencias, aunque las mecánicas de retroceder para explorar y la sencillez de todos los retos que se salen del combate hacen que la experiencia parezca algo reciclada y pierda el atrevimiento y el descaro de la primera entrega.
El sistema de manejo sobre los dos personajes es virtualmente idéntico entre sí, con un hábil reparto entre el mando de Xbox 360 que ya vimos en su predecesor para llevar a cabo las diferentes habilidades, los puñetazos, las patadas, los agarres, etcétera... El cargador de habilidad regresa de la primera parte para las destrezas especiales de uso limitado, que contrasta con la libertad general que deparan los ataques estándar.
El título tiene la habilidad de obligarnos de forma casi constante a renunciar a cualquier táctica que nos permitiera caer en la política del machacabotones, algo que echaría por tierra con seguridad cualquier valor del videojuego. Los chicos de Ska Games lo logran cruzando en nuestro camino algún oponente que no puede ser eliminado con ataques estándar o sin, al menos, algún tipo de planificación. Una maniobra muy hábil a nivel de desarrollo, que garantiza que el usuario tendrá que mezclar diferentes técnicas de combate, utilizar la guitarra eléctrica que ya servía como arma en el original, etcétera.
A los dos modos historia se les une una serie de actividades alternativas que ya se vieron en su antecesor: Un estilo arcade en el que deberemos superar hasta 50 oleadas de enemigos en progresión, en una jugabilidad propuesta a modo de acción pura y dura. La sala de práctica, por su parte, nos permite probar los combos del juego para hacernos con su dominio, y en Desafío deberemos sortear la presencia de todos los enemigos que seamos capaces de abatir con una sola vida.
El multijugador, por último, repite en esencia también lo que vimos en su momento. Hay experiencia de juego acompañado en vertiente local y online, siendo en ambos casos idéntica al Desafío sólo que con dos personas en la misma consola o a través de Xbox Live.
El Lavaplatos regresa a Xbox Live con Vampire Smile. Un videojuego muy similar en casi todos los aspectos al original, pero que atesora también las virtudes que lo hicieron una opción muy recomendable para los nostálgicos de la acción con scroll horizontal.
