LucasArts cerró sus puertas hace apenas siete años pero el legado de esta compañía no cae en el olvido. Aunque no ha sido nada fácil, la redacción de 3DJuegos elige sus juegos favoritos de LucasArts entre todas las obras maestras con las que esta empresa nos deleitó durante tantos años. Star Wars: KOTOR, Indiana Jones and the Fate of Atlantis, Maniac Mansion, Monkey Island… ¿cuál es tu favorito?
La noticia fue un auténtico mazazo. Disney cancela Star Wars: 1313 y cierra LucasArts. Así, de un plumazo, desaparecía una de las compañías más importantes en la industria del videojuego, ¡una leyenda!, que a lo largo de sus 30 años de vida nos regaló videojuegos inolvidables que aún hoy en día perduran en el recuerdo de millones de aficionados. Había mucho del universo Star Wars, que para algo era la empresa de George Lucas, pero también muchas otras licencias ligadas en su mayoría al género de las aventuras gráficas. Y vaya juegazos: desde los memorables Monkey Island, a Maniac Mansion pasando por las aventuras de Indiana Jones, Loom, o la que sería una de las últimas aventuras gráficas del estudio, Grim
Fandango. Son tantos y atesoran tal calidad, que resulta difícil quedarse con uno solo de ellos. ¡Ni tan siquiera unos pocos! Pero en 3DJuegos aceptamos este particular desafío.
Ahora que se cumplen 7 años del cierre de LucasArts, cada uno de los redactores ha elegido su juego favorito, sin olvidar otros tantos títulos que de una u otra forma nos marcaron a lo largo de la historia. La nostalgia, las emociones que despertaron en nosotros, su historia… son muchas las razones que pueden llevarnos a elegir entre uno y otro videojuego pero, en general, a la hora de escribir estas líneas, todos lo hemos hecho con una gran sonrisa, rememorando aquellos tiempos inolvidables. Y eso dice mucho del mágico legado que nos dejó LucasArts. Pero claro, este especial no sería lo mismo sin vuestra participación, así que os pedimos que vosotros también os suméis a este recuerdo hablándonos de vuestro juego favorito de Lucas. ¿Es una aventura gráfica? ¿Alguno de los juegos de acción? ¿Jedi Knight? ¿O tal vez sus juegos de estrategia? Esperamos ansiosos vuestros comentarios.
Alberto Pastor: Grim Fandango
Pasan los años y mi amor por Grim Fandango sigue intacto. Pienso en él y de inmediato sonrío. Siempre. Así de profundo caló en mí esta aventura gráfica de Tim Schafer. Y eso que cuando vi su anuncio impreso en las páginas de Micromanía me reí pensando, "pues vaya juego". Bendita ignorancia la mía. Me bastó jugar a la demo para entender que era especial y esas mismas navidades lo tenía en casa. Qué historia, qué personajes, qué música y qué todo. El viaje de Manny Calavera por la Tierra de los Muertos me cautivó y por eso, dos décadas después sigo recordando con tantísimo cariño todos esos momentos únicos que me regaló. El bueno de Glottis, Mercedes Colomar, Salvador Limones y su gran revolución…. Pasan los años, sí, pero su recuerdo es eterno.
Y mención especial…
LucasArts jugó un papel importantísimo en mi infancia así que me resulta prácticamente imposible quedarme con un único videojuego. Hay obras legendarias que nunca olvidaré, como ese mítico Star Wars Jedi Knight: Dark Forces II que en su día me pareció alucinante con sus vídeos con actores y esa posibilidad de cambiar la historia de Kyle Katarn con nuestras decisiones. Idea que BioWare llevó mucho más allá con un KOTOR que es uno de mis juegos favoritos. Un RPG inmenso que años después es tan genial como antaño.
Alejandro Pascual: Monkey Island 2: LeChuck's Revenge
Seguro que si volviese a jugar a Monkey 2 por enésima vez descubriría otra cosa nueva en la que no me había fijado. Así era este juego, cargado de detalles, que expandía las fabulosas ideas y el mundo de la aventura original, lo regaba de puzles hilarantes y nos dejaba con uno de los finales más locos que recuerdo. Mi idea de lo que es un mundo de piratas está completamente pervertida por la influencia de esta saga, pero me cuesta no sonreír cuando pienso en su mundo y lo vivo que me parecía. Los encontronazos con Largo Lagrande. El pobre cocinero que no podía descansar en la tumba por dejarse el horno encendido. "Bésame, tengo escorbuto". La cabeza se conecta con la pierna. El Big Whoop. Lo brillante es que cada escena era una pequeña historia, con su propio gag, su diálogo hilarante y su puzle a resolver. No cansaba equivocarse ni quedarse atascado pues cualquier acción recompensaba. Así se construían las grandes aventuras gráficas.
Y mención especial…
De pequeño estaba flipadísimo con Indiana Jones. No me podía creer que se hubiese creado un personaje tan original. La Última Cruzada fue la primera aventura de LucasFilm que jugué y consiguió algo que las películas no podían alcanzar: hacerme sentir partícipe de la aventura. Lo hacía con algo que en su momento no era consciente: el juego se podía permitir el lujo de tomarse su tiempo en cada escena, mientras que la película era una montaña rusa. Expandía y ampliaba cada lugar icónico de la cinta, dando la posibilidad al jugador, incluso, de variar la trama. Este era tu Indy, y él me enseñó el poder único que tienen los videojuegos.
Álvaro Castellano: Indiana Jones Fate of Atlantis
En un momento en el que la única forma de que te contaran una buena historia con los videojuegos era con las aventuras gráficas o los RPG; LucasArts era, a finales de los 80 y principios de los 90, mi narrador de cuentos favorito. En esa línea, que te contaran una gran historia que encima era de Indiana Jones, valía el doble. And the Last Crusade, lanzado unos pocos años antes, ya demostró que el arqueólogo era idóneo para un juego así, pero el perfeccionamiento de los rompecabezas, la increíble Sophia Hapgood y la eliminación de algunas cosas que no funcionaban especialmente bien del anterior (combates y laberintos), han hecho siempre de este juego mi aventura gráfica favorita de todos los tiempos.
Y mención especial…
Obviamente es un crimen no mencionar Monkey Island entre los juegos favoritos de un fan de LucasArts, y está entre lo más alto de mi top, pero como esto va de sensaciones personales… El extravagante Maniac Mansion fue mi primer contacto con las aventuras gráficas de este estudio, y guardo un cariñoso recuerdo de él. Lejos del punitivo estilo de Sierra, que siempre me frustró un poco, el Dr. Fred y compañía apretaron los botones correctos en su momento y siempre tendrá un lugar en mi corazoncito.
Carlos Hernández: Star Wars Episode 1 Racer
Hace 21 años, en un ordenador muy, muy antiguo... pude disfrutar de uno de los videojuegos de carreras más frenéticos que he probado nunca: Star Wars Episode 1 Racer. Me dejó alucinado por varios motivos: contaba con un apartado gráfico sublime para la época, con unos efectos sonoros espectaculares, muy fieles a Star Wars: Episodio I - La Amenaza Fantasma (película que contiene la escena en la que se basa este videojuego) y, debo decir, ¡me encantaba hacer que Sebulba mordiera el polvo! No puedo esperar a pilotar estas vainas con gráficos mejorados en su versión para Nintendo Switch.
Y mención especial…
No puedo olvidarme de Star Wars: Caballeros de la Antigua República. Para mí, sin duda, es el mejor acercamiento que ha hecho Star Wars al género de los videojuegos RPG. BioWare consiguió firmar una estupenda aventura galáctica llena de espectaculares batallas por turnos y una gran historia. Yo, por supuesto, recorrí el lado luminoso de la Fuerza.
Chema Mansilla: Star Wars: Rebel Assault II
Cuando uno crece siendo fan de Star Wars en una época en la que solo había tres películas de Star Wars, cualquier aproximación cinematográfica a la saga suponía algo ilusionante. La producción de Rebel Assault II supuso el primer rodaje de acción real dentro de la franquicia desde que George Lucas y Richard Marquand finalizaran la de El Retorno del Jedi. Que el resultado fuera además un producto interactivo fue para mí algo revolucionario. ¡Los juegos podían ser como las películas! Y en ese sentido, este juego supuso un primer paso hacia un mundo sin límites.
Y mención especial…
Si bien Rebel Assault II y Star Wars Jedi Knight: Dark Forces II fueron los títulos que me convirtieron en un auténtico Caballero Jedi virtual, protagonista de mi propia película, mis recuerdos más cariñosos de Lucasarts está dedicados a los ratos que pasé tratando de terminar Indiana Jones and the Fate of Atlantis acompañado de mi padre en un PC que se colgaba.
Elena Fever: The Secret of Monkey Island
Hay pocos juegos que se te quedan tan adentro y tienen tanta identidad que puedes recordarlos con total nitidez, Monkey Island es uno de ellos. Es fácil recordar los escenarios isleños plagados de azul, con las lucecitas del tamaño de un pixel indicando las zonas urbanizadas y acompañados de esa banda sonora, convertida ya en un himno de los que crecimos en los 90. En mi mente puedo recorrer cada uno de los rincones de Mêlée Island y hasta sé en qué estante encontrar el objeto más mítico visto en una aventura gráfica: el pollo con polea. No solo por su humor, su asombrosa personalidad y sus momentos hilarantes, también por los diálogos que siguen formando parte de muchas de mis conversaciones. "Eh, mira detrás de ti...¡un mono de tres cabezas!"
Y mención especial…
Gracias a los CD Mix de los 90, que recopilaban distintos juegos que triunfaban en la época, descubrí Outlaws. Me llamó la atención desde el primer instante, no solo por que los shooter por aquel entonces no eran tan abundantes como ahora, si no porque estaba ambientado en pleno western y su dificultad era muy elevada. El apuntado era limitado y los escenarios tenían una sencillez que le daba encanto. Recuerdo rebuscar con miedo por si aparecía un forajido para encontrar pistas y llaves que permitían seguir avanzando. Otra de las joyas que LucasArts tiene escondida en su magnífico catálogo.
Jesús Bella: Grim Fandango
La aventura de Manny Calavera se quedó como una de las mejores de la historia del videojuego, no sólo de Lucas Arts. Lo probé mediante una demo (de esas que te daban en las revistas de la época) en mi flamante Pentium II, con un monitor de 14 pulgadas. Por supuesto, tardé poco o nada en ir a la tienda a adquirir la voluminosa caja en que se vendía (y que aún conservo con cariño). Recuerdo su humor, lo bien que me lo pasé. Es algo impagable, y creo que es lo que ha hecho tan grande a Lucas al fin y al cabo. Casi todos la recordamos por eso. ¿Mi recomendación? Sólo puedo deciros que lo juguéis si no lo habéis hecho aún. Merece mucho la pena, incluso aunque hayan pasado tantos años.
Y mención especial…
The Curse of Monkey Island, un clásico, lo sé... y hasta me siento un poco mayor por haberlo jugado en su día. Sus delirantes situaciones me llevaron a amarlo, además de sus mágicas melodías, y esa intro que no sé cuántas veces pude llegar a tragarme. ¡Qué tiempos aquellos!
Marcos Yasif: Day of the Tentacle
No hace falta decir mucho. Un videojuego que te proponía detener los planes de dominación mundial del Tentáculo púrpura a la par que viajabas por el tiempo, ¿por qué no iba a ser una de las mejores aventuras de la historia con esta premisa? A Day of the Tentacle tardé tiempo en jugar, lo reconozco, y cuando lo hice había probado antes un gran número de propuestas que afirmaban beber mucho del legado de la obra de Dave Grossman y Tim Schafer, pero aún con todo esto, todavía recuerdo como si fuera ayer todo ese soplo de originalidad y diversión que me supuso formar parte de las andanzas Bernard, Laverne y Hoagie por el pasado, presente y futuro de la Mansión Edison.
Y mención especial…
Puede que The Curse of Monkey Island no sea el favorito de la saga para muchas personas, pero para mí supuso prácticamente todo. Sin aquella divertida aventura de Guybrush Threepwood por Isla Plunder e Isla Skull posiblemente mi gran afición por el género, y los videojuegos, habría tardado mucho más en llegar.
Marina Martínez: Star Wars: Galactic Battlegrounds
En pleno apogeo de los RTS, y con la saga Age of Empires como líder indiscutible de la época, este título llegó para consumir buena parte de mi tiempo libre. Recuerdo cómo mi yo de 13 años aceleraba el paso volviendo de la escuela para poder dedicarle un par de horas. ¿Lo mejor? La forma en la que amplía el Universo Star Wars con la historia de La amenaza fantasma y la trilogía original. Aunque a día de hoy no ha envejecido bien, y resulta toda una odisea jugarlo en Steam con un PC de gama media, sigo guardándole un cariño especial a todos y cada uno de los sonidos que utiliza, al igual que ocurre con la saga Age of Empires. Para mí marcó una época, y siempre que escucho LucasArts no puedo evitar mencionarlo.
Y mención especial…
Camino de los 30 años de historia, Day of the Tentacle ha envejecido genial, e incluso cuenta con una edición remasterizada que no falta en mi colección. He perdido la cuenta de las veces que habré jugado su historia. Mi amor por las aventuras gráficas nació justo ahí, gracias a este clásico de LucasArts.
Toni Piedrabuena: LOOM
Soy el más pésimo jugador de aventuras gráficas del universo, debo reconocerlo, pero si algo agradezco a mis compañeros de podcast de El Club Vintage, mi podcast de videojuegos retro, es el descubrimiento de dos piezas que son, para mí, dos de las más gratas sorpresas que he vivido en un videojuego. Una es Another World, de la que espero hablaros en otra ocasión, y la otra es Loom, el juego que echó por tierra todo lo que creía saber de aventuras gráficas. Bello y musicalmente delicioso, su peculiar control e imaginativo desarrollo me hizo disfrutarlo como ningún otro juego que haya jugado del género. Es difícil echarle el guante ahora, pero si tenéis ocasión de conocer la aventura de Bobbin y el gremio de tejedores no dudéis en hacerlo.
Y mención especial…
Jugué tan horriblemente tarde a Monkey Island que lo hice en mi iPod Touch, pero aluciné con lo tremendamente fresco que era y su legendario sentido del humor. La experiencia de jugar a algo tan mítico tantos años después de su estreno y sentirlo tan contemporáneo me pareció una sensación mágica. Eso sí, en cuanto descubrí que se podía jugar con los gráficos clásicos no volví a poner los remasterizados. ¿Cómo pudieron tener un gusto tan pésimo para remozar un clásico de tal calibre?