¿Imagináis que FIFA y PES se desarrollaran por el mismo equipo y a la vez? Pasó en EEUU con su deporte rey

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Su trascendencia aquí es limitada, pero la serie Madden NFL es toda una institución en EEUU. La saga apadrinada por John Madden ha dejado para el recuerdo cientos de anécdotas e historias interesantes, pero ninguna como la que protagonizó a principios de los noventa, cuando compitió en el mercado, de alguna manera, contra sí mismo.

Aunque el primer eslogan de Electronic Arts en la prensa fue “¿Puede un videojuego hacerte llorar?”, comprometiéndose públicamente a firmar títulos emocionalmente complejos, su fundador Trip Hawkins nunca ocultó que lo que le interesaba de verdad eran los deportes. En especial el fútbol americano, del que era un hincha declarado. Tanto, que en la universidad desarrolló algunos primitivos simuladores de este deporte, con el objetivo añadido de predecir los resultados de la SuperBowl. Hay quien podría decir que, pese a que el lanzamiento de su primer simulador deportivo oficial se haría de rogar casi una década, Hawkins había fundado Electronic Arts con el único objetivo de explotar este género.

Casi todas sus entregas han acabado apareciendo formalmente en Europa, pero es evidente que la trascendencia de la serie Madden NFL en nuestro país es casi nula. Sin embargo, sin esta saga de simuladores de fútbol americano, es posible que Electronic Arts no hubiera alcanzado la preeminencia de la que goza hoy en día. Lo que sí es seguro es que no existiría el sello EA Sports. Y mucho menos cualquiera de sus simuladores, entre los que incluyo, naturalmente, la saga FIFA. De hecho, cuando un pequeño equipo canadiense empezó a desarrollar el primer FIFA para Mega Drive, titulado FIFA International Soccer, lo hizo prometiendo replicar el éxito de los Madden en territorio europeo.

Imagen: www.retromags.com
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Mucho antes de eso, cuando Trip Hawkins empezó a moldear en su cabeza su simulador soñado, solo tenía clara una cosa: quería que un jugador de renombre apadrinase el proyecto. Una de sus ilusiones era que este padrino, que pondría nombre al juego, fuera Joe Montana, quarterback entonces de los San Francisco 49ers y considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Montana, por desgracia, ya había firmado para participar en la campaña de otro videojuego, por lo que Hawkins tuvo que recurrir en su lugar a John Madden; jugador de renombre, entrenador de éxito y entonces uno de los comentaristas televisivos más prestigiosos en Estados Unidos. Algo así como, salvando las distancias, Michael Robinson en nuestro país. La historia de cómo Madden moldeó el juego, así como el mismo sello EA Sports, merecería su propia columna. Especialmente porque el primer título de esta saga, publicado en 1988, se consideró tan pobre que Hawkins decidió relanzarlo dos años más tarde, con el mismo nombre, como si el primero jamás hubiera existido.

Imagen: EA Sports
Imagen: EA Sports

Este “segundo” título fue planificado desde su misma génesis para Mega Drive. Lo que era todo un cambio de paradigma en el estudio, pues su fundador siempre había cargado contra las consolas, cuyo modelo de comercialización por royalties le parecía un cáncer para la industria. Hawkins había visto algo en el sistema de dieciséis bits de SEGA, por el que decidió apostar desde el primer momento. Lo que no se podía imaginar era que, al mismo tiempo que ultimaba este nuevo Madden, la propia SEGA había arrancado el proyecto de su propio simulador de fútbol americano. Uno, además, por el que habían apostado el mismo futuro de su consola.

Cuando Michael Katz fue nombrado presidente de la refundada SEGA of America, la principal meta que le impusieron desde Japón fue convertir a Mega Drive, allí bajo el nombre Genesis, en un éxito de ventas. Una misión casi imposible, pues Estados Unidos era feudo exclusivo de Nintendo, donde se calculaba que había una NES en uno de cada cuatro domicilios. Katz delineó un plan para ganarse la confianza del público norteamericano, cuyas medidas incluían el desarrollo de varios videojuegos apadrinados por grandes estrellas del deporte y la música. Así nació, por ejemplo, Moonwalker Starring Michael Jackson. Amén de muchos simuladores deportivos como Tommy Lasorda Baseball, Pat Riley Basketball o Buster Douglas Boxing. Los ejecutivos de SEGA entendían que uno de los puntales básicos en este plan era el desarrollo de un simulador de fútbol americano, el deporte más mediático en territorio yanki, por lo que firmaron un contrato millonario con Joe Montana para apadrinar este proyecto, quien parecía haberle cogido el gusto a eso de los videojuegos. Un título, planeado para las Navidades de 1990, que SEGA había encargado a un tercero: Mediagenic. El nombre con el que era conocida entonces la actual Activision.

Imagen: www.retromags.com
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De este modo, aquellas Navidades había planificado el lanzamiento de dos simuladores de fútbol americano para el mismo sistema. Desgraciadamente para SEGA, Mediagenic estaba pasando por un momento complicado. El estudio se encontraba en severos problemas económicos, por lo que pese a que el proyecto llevaba en desarrollo casi medio año, Katz y los suyos descubrieron consternados que el juego estaba lejos de estar acabado. En SEGA of America necesitaban desesperadamente aquel juego, ni que fuera para justificar el millonario contrato que habían firmado con Montana. Una cifra descomunal, de más de millón y medio de dólares, el cual no había sido bien visto por sus colegas japoneses. Por eso Katz, que sabía que en Electronic Arts estaban enfrascados en el desarrollo de ese nuevo Madden, propuso a Hawkins que cancelasen el proyecto y desarrollasen en su lugar el juego que tanto necesitaban. En su lugar, este propuso algo mucho más osado: Electronic Arts desarrollaría ambos títulos, el suyo y también el de SEGA.

En realidad, según Michael Knox, fundador de Park Place Productions, el asunto fue un poco más peliagudo. Los ejecutivos de SEGA of America estaban tan desesperados por conseguir un simulador de fútbol americano que, asegura, por un momento planearon retrasar el lanzamiento de Mega Drive en Estados Unidos. En Electronic Arts, que tenían mucho invertido en la consola, no se podían permitir semejante retraso, por lo que Hawkins se habría visto obligado a aquel subterfugio. El testimonio de Knox es vital, pues Park Place Productions fue el estudio que habían elegido para programar ambos juegos. Un estudio de confianza de Electronic Arts que, literalmente, tomó el engine gráfico que ya tenían desarrollado para el Madden, y lo retocó lo suficiente como para que nadie pudiera imaginar que, en esencia, ambos títulos eran el mismo juego.

Imagen: SEGA
Imagen: SEGA

En aras de diferenciarlos un poco más, se planeó que mientras el título apadrinado por John Madden, acorde a sus continuas exigencias, fuese de corte realista, el de Montana estaría más enfocado a la acción. Al final, pese a los esfuerzos del equipo de Park Place, el juego de SEGA no pudo estar listo para Navidades, por lo que mientras Madden pudo ver la luz en la fecha prevista, Joe Montana Football se retrasó hasta enero. Pero lo que jamás hubiera imaginado Hawkins es que ese proyecto paralelo, el que aceptó para ganarse el favor de SEGA, acabaría siendo un título mejor que el apadrinado por Electronic Arts.

Esto es algo que todas las partes implicadas han reconocido. Como Joe Montana Football resultó ser mejor juego que Madden, la directiva de Electronic Arts ordenó a sus desarrolladores que lo “empeorasen”. Según Knox: “EA dijo, espera un momento, esto es bueno… demasiado bueno, así que baja un poco el nivel. No queremos matar el mercado de nuestro John Madden Football lanzando un juego para SEGA que nos patee el culo”. Así que, literalmente, la última semana de desarrollo de Joe Montana Football se dedicó a quitarle jugadas y empeorar sus gráficos. No es que sirviera de mucho; el juego distribuido por SEGA fue un éxito absoluto pese a ver la luz después de Navidades, y aunque no tenemos cifras oficiales de ventas, por los diversos testimonios se puede intuir que sí, vendió más que el título de Electronic Arts.

¿Os imagináis que un año FIFA y Pro Evolution Soccer hubieran sido desarrollados por el mismo equipo? ¿Y que semejante historia no se hubiera descubierto hasta al cabo de una década? Es exactamente lo que sucedió en Estados Unidos aquel 1991. Había dos simuladores de su deporte rey enfrentados, pugnando por el mismo mercado, y nadie fue capaz de detectar, pese a que había algunos indicios de que era así, que en esencia eran el mismo juego. Como bien sabemos, John Madden Football tuvo múltiples secuelas, una por año a partir de entonces, aunque también las tuvo Joe Montana, esta vez desarrolladas por otro estudio de confianza de SEGA: BlueSky Software, los mismos que desarrollaron Vectorman o la adaptación de Jurassic Park para Mega Drive. Pero el empuje de la saga Madden NFL llegó a ser tan grande, que en cierto momento SEGA decidió dejar de competir, como prácticamente todos aquellos que planeaban desarrollar su propio simulador de fútbol americano. Desde entonces, pese a algún puntual competidor, John Madden y Electronic Arts han dominado holgadamente este género.

Una lectura:



  • Playing at the Next Level: A History of American Sega Games

  • No se puede hablar de SEGA en occidente sin tener en cuenta el trabajo de Ken Horowitz. La obra de este periodista es completa, clara y didàctica. No encontraréis mejor trabajo sobre las historias que rodean los videojuegos de SEGA en Estados Unidos y Europa. Recomendadisimo.
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