Uno de los acontecimientos más celebrados de las últimas ferias E3 es cuando una estrella mediática aparece en alguna de las presentaciones de la feria. Se ha convertido en algo habitual que ha dejado para el recuerdo imágenes de lo más icónicas.
Todos tenemos grabado en la retina, sin ir más lejos, la aparición sorpresa de Keanu Reeves durante la E3 2019 para presentar Cyberpunk 2077. Como igualmente memorables fueron las apariciones de Snoop Dogg entre bambalinas jugando a Battlefield 1, el homenaje a Pelé en la conferencia de Electronic Arts en 2015 nos dejó uno de los invitados más curiosos, pero Steven Spielberg apadrinando Kinect en 2009 o la inesperada irrupción de Yoko Ono en la presentación de The Beatles: Rock Band tampoco se quedan atrás. Estas apariciones estelares son algo relativamente reciente. Sin embargo, ya a principios de siglo se empezaba a notar esta tendencia. Una de las primeras celebridades en protagonizar uno de estos momentos, así como también uno de los más sonados, fue Dwayne Johnson, alias "The Rock", quien apareció en el escenario del Computer Entertainment Show de Las Vegas junto a Bill Gates, dispuesto a presentar al mundo la Xbox original.
Hagamos un poco de historia. Cuando en Microsoft decidieron dar luz verde al proyecto Xbox, a finales del siglo pasado, sus responsables trataron de llevarlo adelante en el mayor de los secretismos. Para su desgracia, las filtraciones fueron constantes. Rara vez pudieron celebrar una presentación ante la prensa sin que los detalles se hubieran difundido con horas de antelación. Fue el caso, por ejemplo, de su anuncio oficial en marzo del año 2000, cuando Bill Gates y Seamus Blackley, principal ideólogo del sistema, aparecieron en el escenario del GDC con el famoso prototipo en forma de equis plateada. En el evento, espectacular a todas luces, Gates pudo mostrar sus primeras demostraciones técnicas y dar algunos detalles sobre su estrategia comercial. Desgraciadamente no consiguieron el golpe de efecto que deseaban, ya que la prensa, días antes de la presentación, ya había informado de los rumores que hablaban de la irrupción de Microsoft en la industria del videojuego doméstico.
En Microsoft no se rindieron, decididos a mantener el resto de detalles en secreto durante todo lo que quedaba de año. Su objetivo era presentar el modelo final de consola, junto a sus últimas especificaciones técnicas, durante el Computer Entertainment Show de Las Vegas celebrado a principios de 2001. Su equipo de desarrollo estaba expectante por mostrar al mundo el diseño final de la videoconsola, con sus característicos colores verdes. Por lo que prepararon una gran conferencia planificada para el 6 de enero de 2001 en el lujoso hotel Hilton. Por desgracia, una vez más, todos aquellos detalles se filtraron sin remedio. El completo dossier con todas las especificaciones del sistema que había preparado el equipo de marketing de Microsoft apareció en Internet cuatro días antes del evento. El culpable: un empleado de la copistería a la que encargaron las copias del dossier, quien lo escaneó y distribuyó por Internet,
La sorpresa se echó a perder. Aunque en palabras de John O'Rourke, líder de marketing del proyecto entonces, "(...) fue una increíble bendición porque terminó dándonos como dos o tres ciclos de noticias alrededor del anuncio". En Microsoft, aún así, deseaban que la presentación fuera un bombazo. Y ya que no podrían sorprender al público con el qué, optaron por el quién.
Debido a sus malos resultados, que acabaron con su desaparición en 2003, Acclaim perdió la licencia de la WWF (la actual WWE) a finales del siglo pasado. La corporación de lucha libre profesional más popular del mundo era una franquicia que siempre había funcionado muy bien en los videojuegos, por lo que el testigo lo tomó la californiana y desaparecida THQ, que aprovechó para inundar el mercado, en solo un par de años, de títulos basados en sus famosas series Raw y Smackdown. En ambos shows se dejaba ver a menudo por entonces Dwayne Johnson, que bajo el apodo The Rock, había protagonizado espectaculares combates contra campeones de la talla de Triple H, el Enterrador o Stone Cold Steve Austin. Su popularidad era tal, que ya había protagonizado portadas de algunos de estos videojuegos, como WWF No Mercy o WWF SmackDown! Just Bring It.
THQ era una de las empresas que habían firmado con Microsoft para desarrollar videojuegos exclusivos para Xbox. Y precisamente uno de sus primeros proyectos fue uno de estos videojuegos basados en la WWF, el cual aparecería un año más tarde bajo el nombre WWF Raw. Así que, como favor personal, el CEO de THQ, Brian Farrell, lo organizó todo para que The Rock pudiera asistir al evento de presentación de Xbox. Lo cual fue toda una sorpresa, sobre todo cuando Johnson, imponente con sus casi dos metros de altura, apareció junto al enjuto en comparación Bill Gates. Fiel a su personaje en todo momento, Johnson tomó la voz cantante en la presentación, cantando las alabanzas no solo de la consola, sino también del propio Gates, quien aseguraba que, al igual que él, estaba "en lo más alto de sus respectivas industrias". El diálogo entre ambos tiraba de tópicos, pero aún así arrancó las risotadas de la prensa. En especial cuando, fiel a su perfil en la WWF, The Rock hizo callar a Bill Gates, "¡a nadie le importa lo que pienses, Bill!" para inmediatamente disculparse alegando que "es la fuerza de la costumbre".
La presentación en sociedad de Xbox fue un rotundo éxito. Todavía a día de hoy, veinte años más tarde, se recuerda el evento. El mismo Johnson, por ejemplo, rememoraba aquel momento en su cuenta personal de Twitter hace unas semanas. Pero lo más importante es que Microsoft consiguió lo que quería: dejar huella con su presentación. Aquella semana no se habló de otra cosa en la prensa. La estrategia de marketing funcionó a las mil maravillas. Todo el mundo acabó encantado. O no todo el mundo, porque Farrell, el CEO de THQ, lo había organizado todo con la intención de que hablasen de sus proyectos durante susodicha presentación. Pero Gates no dijo absolutamente nada del inminente WWF Raw. Sobre esto, Farrell aseguró: "Les rasque su espalda y la mía todavía me pica".
El resto es historia. Microsoft consiguió vender unos veinticuatro millones de consolas, lo que es una cifra de lo más respetable para una consola que arranca. Siempre y cuando no la comparemos con los ciento cincuenta millones de PlayStation 2, a la que siempre consideraron su principal rival en cuestiones de tiempo y ciclos de hardware. Lo importante es que era el primer paso de Microsoft en una industria en la que muchos aseguraban que fracasaría. Y no solo no fallaron, sino que se mantuvieron, y siguen manteniéndose, como uno de los colosos absolutos del mercado del videojuego.
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