Uno de los modos de juego más famosos de FIFA en la actualidad no fue creado por los desarrolladores del líder del fútbol virtual; nos vamos a finales del siglo XX para conocer el embrión que acabaría creando el modo Be a Pro y posibilitando que 22 jugadores jueguen un partido como lo hacen los futbolistas de verdad. Así era Libero Grande.
Creo que no hay análisis de FIFA en el que no diga lo mismo siempre: no podemos discutir a EA que tras las cuatro letras más famosas del fútbol virtual (mientras FIFA no cambie de nombre, claro) hay siempre un producto muy completo. Hay opciones de juego para cualquier fanático del balompié, pasando por el juego más arcade, la colección de cromos virtuales, la gestión, la parte más callejera del deporte o lo que nos ocupa en el día de hoy: encarar a tu doble virtual en solitario o acompañado sin controlar a ningún otro miembro del equipo y valiéndote de tus capacidades con el esférico para triunfar o fracasar como un pro virtual. ¿Sabes de dónde viene la ahora tan famosa modalidad?
Lo de controlar a un solo jugador nunca ha sido excesivamente habitual en los juegos de fútbol. De hecho, son pocos los juegos que dieron importancia a jugadores concretos sobre el terreno de juego, limitándose más al juego en equipo que a la pericia individual. Super Sidekicks, de Neo Geo, sí que marcaba a un jugador estrella que era el más polivalente y valioso del equipo marcándolo con el rótulo de ACE en la parte superior del futbolista; Hat Trick Hero, de Taito, te permitía escoger tu propio capitán antes de lanzarte al campeonato del mundo, pero sí te permitía controlar al resto de miembros de tu escuadra. ¿Cuál fue el juego más popular que permitió al jugador controlar solo a un miembro del equipo? Libero Grande.
¿El juego más popular que permitió controlar solo a un jugador del equipo? Libero Grande.
Venía firmado por Namco en 1997 en salones recreativos, escenario en el que la firma tras éxitos de la categoría de Pac-Man o Tekken brilló con luz propia en los años 80 y 90. Como pasó con otras desarrolladoras importantes del momento, Namco hizo también sus pinitos con los exitosos videojuegos de fútbol en arcade, y firmó obras como J-League Soccer V-Shoot, Prime Goal o World Kicks. Libero Grande jugó en otra liga y logró hacerse un hueco en algunos salones recreativos y gozó de cierta popularidad en sus conversiones para consola por presentar un modelo de juego único y tan atractivo como el de ponerte en la piel de un solo jugador del equipo.
El concepto es muy sencillo: escoges un capitán, una selección y comienzas a jugar. El juego original, el de arcade, contaba la clásica modalidad de juego campeonato internacional, con dos partidos de previa, octavos de final, cuartos, semifinal y final. Una derrota traerá consigo el inevitable game over y la pérdida de monedas del jugador si desea continuar con su andadura en la copa. Cada uno de los capitanes tenía su apariencia y estadísticas únicas, por lo que era sencillo que los jugadores encontrasen en sus avatares uno que se acomodase a su estilo de juego. Las opciones eran amplias como el fútbol mismo: ser un jugador de equipo o un chupón rollo Neymar.
Libero Grande en recreativas tenía un problema: el que no dependiese todo de tu pericia sobre el terreno de juego deparaba algunas situaciones un tanto injustas en las que nuestros compañeros fallaban más que una escopeta de feria en momentos críticos, por lo que todo acaba dependiendo de nuestra habilidad a los mandos para pasar las distintas rondas. Algo que cambió por completo con la edición doméstica del juego, que quitando el consumo indiscriminado de monedas de la máquina cambiaba el ritmo del juego por algo más pausado, divertido y que no nos costaba un disgusto con cada partido perdido.
Logró hacerse un hueco en las estanterías de los amantes del fútbol virtual de todo el mundo
El juego, aunque no gozó del éxito de otras sagas imponentes del momento como FIFA o ISS Pro de EA Sports y Konami, respectivamente, sí logró hacerse un hueco en las estanterías de los amantes del fútbol virtual de todo el mundo, lo que le valió para una segunda intentona en el territorio japonés y europeo en el año 2000 con una secuela llamada Libero Grande International que amplió el concepto y sumó nuevas mejoras y elementos al organigrama jugable de la obra de Namco, que nunca más sumó una nueva entrega. ¿Los motivos? Seguramente la desaparición de la editora nipona en el territorio recreativo y la creciente confirmación del duopolio de PES y FIFA a principios de los 2000, que se ha ido extendiendo en los últimos 20 años hasta convertirlos, casi, en los dos únicos juegos de fútbol que se pueden jugar hoy.
En el año 2007 FIFA lanzaría el modo Be a Pro que nos permitiría jugar como un jugador de campo, algo que copiaría PES poco tiempo después. Si ya nos parecía alucinante en Libero Grande jugar con otro amigo controlando a dos jugadores de un mismo equipo para crear situaciones épicas, imagina lo que supuso para FIFA la posibilidad de jugar 11 amigos en un mismo equipo: prácticamente lo más parecido a jugar a fútbol de verdad. Algo que ha popularizado EA Sports pero que pensó mucho antes Namco.