Más allá del videojuego: Bioshock y el Objetivismo

Más allá del videojuego: Bioshock y el Objetivismo
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Continuamos con Más Allá del Videojuego: una sección donde abordar todos esos temas que tratan algunas obras, más allá de su mecánica y diversión. En esta ocasión, nos planteamos la odisea submarina de Bioshock y el Objetivismo como pilar fundamental de su ideología. ¿Qué falló en la utopía de Andrew Ryan? ¿Qué podemos aprender de ello?

Es imposible abarcar todos los temas y referencias que incluye Bioshock, la obra que impulsó a Ken Levine como diseñador de videojuegos. Es por ello que vamos a tener que posponer la trama de libertad/esclavitud de nuestro protagonista Jack y su papel en los planes de Ryan; el tema genético, los avances en el genoma humano, las Little Sister y los Big Daddies, para centrarnos en la propia creación de Rapture y las corrientes filosóficas que ayudaron a construir la ciudad submarina. Vamos también a suponer que ya posees las bases: el paralelismo entre Andrew Ryan y Ayn Rand, su antagonista Fontaine y los ideales que dieron lugar a la creación de un extraño, mágico, sobrecogedor, pero también aterrador Rapture.

Pero antes de empezar, sí hay que dejar clara una cuestión: ¿Qué es el Objetivismo, la filosofía aplicada a la ciudad de Rapture? Esta corriente de pensamiento ideada por Rand afirma, a grandes rasgos, que los hechos son hechos, independientemente de cómo lo percibe el hombre y cómo le afecta. También sostiene que el hombre es un fin en sí mismo y, por tanto, no necesita sacrificarse por otros ni que otros se sacrifiquen por él. Además, su estructura política-económica defiende el capitalismo laissez-faire, es decir, un sistema donde se busca el comercio libre sin presiones gubernamentales, para beneficio mutuo, donde ninguna de las partes tenga mayor poder sobre la otra.

¿Es Rapture la utopía submarina que todos pensábamos? ¿O un mundo alternativo si el mundo hubiera tomado otras decisiones?
¿Es Rapture la utopía submarina que todos pensábamos? ¿O un mundo alternativo si el mundo hubiera tomado otras decisiones?


La influencia de Levine en el Objetivismo de la autora y filósofa rusa es incuestionable, pero no tanto la aplicación de sus ideas en la obra. Hay que tener en cuenta que, ante todo, Bioshock es un videojuego y una obra de ciencia-ficción ucrónica (ocurre en el pasado y no en el futuro). Por tanto, su desarrollo obedece a mecánicas y planteamientos que potencien estos factores. ¿Por qué aclaramos esto? Porque se afirma que Levine no sólo se inspiró en la filosofía de Rand, sino que se sirve de ella para criticar una sociedad basada en estos fundamentos. Y evidentemente hay crítica en la obra de Levine, pero ¿a qué, exactamente?

"El hombre elige, el esclavo obedece". Aplicado al objetivismo: "si no sigues tus propios proyectos personales, o ni siquiera los tienes, estás siguiendo los de algún otro".
"El hombre elige, el esclavo obedece". Aplicado al objetivismo: "si no sigues tus propios proyectos personales, o ni siquiera los tienes, estás siguiendo los de algún otro".


Por lo general, una obra de ciencia-ficción plantea siempre la misma base: un avance en la humanidad llevado al extremo o a su mal uso. La Inteligencia Artificial o el uso de implantes (como hablábamos en el anterior reportaje sobre Deus Ex y el transhumanismo) serían avances tecnológicos positivos o negativos según cómo se utilicen por el hombre. Rapture, por tanto, es un "what if…" de un mal uso de las ideas de Rand por Andrew Ryan. Además de que, si todo hubiera salido idílicamente, probablemente no habríamos tenido videojuego, o al menos, no el juego de acción y uso de plásmidos que todos conocemos.

Hay que tener en cuenta que, ante todo, Bioshock es un videojuego y una obra de ciencia-ficción ucrónica
Más allá del videojuego: Bioshock y el Objetivismo


A lo largo de nuestra aventura submarina en Rapture, sus personajes, aun siendo arquetipos de Rand, no respetan las ideas de la filósofa. Ni a través de sus secundarios que siempre terminan anteponiendo sus ambiciones a la vida de los demás, ni los principales. Sus máximos representantes, además, tienen matices tiránicos extraídos de las obras 1984 en los roles de Gran Hermano y su antagonista Emmanuel Goldstein, que se contraponen a las bases del Objetivismo que estamos aquí explicando.

Una de las bases de esta corriente de pensamiento es el individualismo y el egoísmo, sí, pero racional. Un pensamiento que defiende la búsqueda de la satisfacción personal, pero que nunca antepone ésta a los derechos del resto de individuos. Es decir, se busca la autorrealización personal siempre y cuando esta no se erija en la destrucción del prójimo. Una idea que aplicada a la actualidad puede plantear varias dudas, pero que defiende, por ejemplo, que ante una ineficacia política, está en tu mano y no en la de tus políticos superar una época de crisis. Es más, nuestra sociedad ha tendido en los últimos años a este individualismo, ya que nuestra propia época fomenta la competitividad, el proactivismo y la realización personal por encima de todo. No es algo inculcado, ni necesariamente malo, sino que la facilidad del acceso a la información, el hecho de poder aprender y ejercer cualquier actividad gracias a la comodidad y el acceso a las herramientas a través de Internet y ordenadores personales, fomentan este hecho. Y, sin embargo, nos olvidamos a veces de la parte "racional" de este individualismo en nuestra comunicación con los demás o a través de foros o redes sociales, por ejemplo, donde en muchas ocasiones el respeto que promueve el Objetivismo brilla por su ausencia.

"Ni dioses ni reyes, sólo el hombre". Rand era atea declarada. La realización personal no depende de creencias religiosas ni políticas regionales. El hombre es un principio y un fin en sí mismo.
"Ni dioses ni reyes, sólo el hombre". Rand era atea declarada. La realización personal no depende de creencias religiosas ni políticas regionales. El hombre es un principio y un fin en sí mismo.


El problema con la filosofía es que es idealista, mientras que el ser humano no es ideal

En Rapture ocurre algo similar. Se crean ciertas paradojas que llevan a la catástrofe de una sociedad y una ciudad que ha decidido vivir en completa autonomía como nación e individuo. Está formada por la élite de la humanidad, todos prominentes científicos, empresarios, médicos y artistas y sin embargo, se olvidan de otros escalafones de la pirámide de clases que sostienen, en el fondo, su ciudad: no hay nadie que quiera limpiar sus calles, ocuparse de su manutención y demás "tareas menores", porque todos están demasiado ocupados buscando su propia satisfacción personal. La búsqueda y la posterior dependencia del Adam, esa sustancia que nos hace adquirir poderes espectaculares, es en esencia la aniquilación total de las ideas anteriormente mencionadas. Se deja de respetar al hombre en busca de esa satisfacción personal definitiva.

Más allá del videojuego: Bioshock y el Objetivismo


Pero ahí está la magia de Bioshock y donde, voluntariamente o no, Levine abre el debate. En una entrevista, el diseñador afirma: "El problema con la filosofía es que es idealista, mientras que el ser humano no es ideal. ¿Y qué ocurre con la gente cuando se mezcla con estos ideales? Bueno, pues lo que pasa en Rapture". Pero la pregunta sigue en el aire: ¿Es Rapture la consecuencia de una sociedad idealista o la demostración de que hasta los mayores idealismos pueden salir mal? Cada uno, según su propia ideología, puede pensar de forma distinta; pero Bioshock deja clara una postura en todo este planteamiento: no podemos vivir solos. Ryan rehuye y rechaza constantemente las sugerencias del resto de establecer cierto contacto con la superficie y comerciar bienes que no pueden conseguir en su utopía submarina.

Más allá del videojuego: Bioshock y el Objetivismo


Este pensamiento de "no necesitar a los demás" es una de las acusaciones en contra del Objetivismo más discutidas. Si bien se debe respetar los propios objetivos del otro y que éste respete los tuyos, se siente una acusada aversión por aceptar la ayuda del resto. Como si, de alguna manera, el simple hecho de aceptar ayuda echara por tierra todos tus logros personales. Quizá, Rapture hubiera funcionado si hubiera equilibrado mejor sus variables. Si hubiera perseguido esta meta de realización personal, permitiendo un poco más la confianza en el prójimo sin creer que éste va a chuparte la sangre como un "parásito". Pero más allá de ello, la odisea de Rapture nos enseña que, por muy férreas que sean nuestras convicciones, siempre nos tenemos que permitir dudar de ellas, antes de convertirnos en un impenetrable muro de hormigón. Sólido. Inamovible. Sin alma.

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