El contenido de Assassin's Creed Mirage no se limita a su trama o a localizar coleccionables, hay una nutrida cantidad de actividades secundarias pensadas para satisfacer a los que quieran más misiones o a los que les guste explorar todo el mapeado de Bagdad. Una de las más divertidas y que nos obligará a devanarnos los sesos es la de los Enigmas. En esta guía os explico cuáles son y cómo resolverlos.
Enigmas de Assassin's Creed Mirage
Los enigmas de Assassin's Creed Mirage son, en esencia, acertijos que nos proporcionan pistas de diversa índole como pueden ser cartas con pistas para encontrar un tesoro, acertijos que resolver, o mapas en forma de bocetos de alguna parte de la ciudad en la que se nos indica donde está lo que ocultan. Es un tipo de actividad secundaria de la que Ubisoft gusta emplear mucho en todos sus títulos, y no sólo de la saga Assassin's Creed.
Hay varios repartidos por todo el mapa y se pueden localizar empleando a Enkidu. También es posible descubrirlos si recorremos la ciudad a pie y en nuestra brújula de la parte superior de la pantalla vemos el icono de un pergamino dorado. Ese icono indica la ubicación exacta de un enigma, y puede que esté en una zona de difícil acceso o no. El caso es que una vez conseguido, podemos acceder a su descripción desde la Bolsa de nuestro Inventario en el menú del juego.
No es necesario activar su búsqueda como ocurre con las investigaciones de la Historia Principal, de hecho es posible encontrar algunos de lo los objetos y recompensas de los enigmas sin haberlos recogido, pero por su dificultad es harto improbable que eso ocurra. A continuación os ofrezco las soluciones de los distintos enigmas que hay en el juego.
Enigmas de Assassin's Creed Mirage en Harbiya
El primer barrio que visitamos de Bagdad, Harbiyah, tiene ocultos entre sus calles hasta tres enigmas: uno muy cerca de la entrada por la que llegamos por primera vez y otro bastante cerca de ese primero, y el tercero en el extremo más oriental de esa primera barriada que visitamos.
¡Encuentra lo que Robé!
Este primer enigma está muy cerca de la puerta por la que entramos por primera vez en Bagdad, la de Quttrabul. Se trata de uno de tipo pistas descriptivas que nos habla de un objeto robado oculto. El autor del robo ya no se encuentra entre los vivos pero nos dice que si queremos encontrar lo que sustrajo debemos ir a donde se elaboran los jabones (sur-sureste desde donde encontramos el enigma).
Nuestra búsqueda nos lleva al la zona en cuestión (podemos aprovechar también para hacernos con un nuevo cofre de equipo que hay en ella), pero la pista que nos da la carta que encontramos es algo críptica. Dice que desde el punto más alto (podemos usar a Enkidu para no tener que trepar a lo alto de cualquier tejado) hemos de buscar los tejidos de colores; una descripción bastante vaga, ya que por tejidos con colores se puede interpretar cualquier estructura o elemento decorativo que tenga alguna tela colorida, y el resto del texto no aporta pista alguna sobre la ubicación de donde guardó lo que robo.
Por ahorraros el tener que explorar la zona de manera frustrante, el tesoro se encuentra en una pequeña caseta que, efectivamente, está bajo unos toldos coloridos. Sí, como dice la descripción, pero no había necesidad de subir al punto más alto para ver dichos tejidos coloridos. El caso es que si entramos en ella e interactuamos con el punto que brilla conseguiremos lo que robó el autor del enigma: un tinte negro para el atuendo de la rebelión de los Zanj.
El abandono
Este segundo enigma se encuentra aproximadamente al sureste del primero que hemos realizado en el barrio. Lo encontraremos en una macabra escena: tirado por el suelo entre los cadáveres de dos ciudadanos que murieron en circunstancias desconocidas (la explicación de estas muertes se puede conocer durante el transcurso de una de las Historias de Bagdad).
El caso es que, por más que registremos la ciudad no encontraremos la ubicación que nos marca el mapa en el que consiste en este enigma. Pero el hecho de que os haya mencionado la Historia de Bagdad relacionada con la causa de la muerte de los cadáveres que había donde encontramos el enigma os debería dar una pista: hay que ir al pueblo abandonado que podemos encontrar en dirección suroeste saliendo desde Bagdad y bordeando el rio.
Si nos paramos en uno de los pequeños muelles de la extinta población, comprobaremos que la estampa del dibujo del enigma se corresponde y mucho con el lugar en el que estamos. Todo lo que hay que hacer es explorar la zona cercana (donde estarían los utensilios de los pescadores del poblado) para hallar la solución del enigma y su recompensa: El Talismán de León Cornudo (cuidado eso sí con los jaguares cercanos, que el dibujo ya nos avisa de ellos y no sólo como una pista adicional).
Un tesoro sagrado
El tercer y último enigma de los que podemos hallar en Harbiyah está muy cerca de la Garita de la Puerta de Jorasan, prácticamente en la muralla que hace linde con el barrio de Karj. Lo encontraremos en el interior de una vivienda sobre una estante.
Es otro enigma con un dibujo, en este caso, uno que recuerda bastante al del monasterio nestoriano que hay en la zona norte de Harbiya, en una zona que se podría considerar el extrarradio de Bagdad.
En este caso, la imagen del plano está muy clara: sólo tenemos que ir cerca del gran árbol que se aprecia incluso en el mapa, (y muy fácil de distinguir en el escenario). Entre unos matojos y un bote medio carcomido encontraremos la recompensa del enigma: el tinte marrón de caballero abasí.
Enigmas de Assassin's Creed Mirage en Abbasiyah
El segundo barrio que visitamos durante la trama, el de Abbasiyah, también contiene tres enigmas, lo que a diferencia de la anterior zona, están algo más concentrados en una zona más concreta y no repartidos desigualmente por la zona en cuestión.
Un desafío
El primero de los enigmas de este barrio podemos encontrarlo en una vivienda que está al sureste de la Casa de la Sabiduría. Para hacernos con él tenemos que trepar hasta el balcón en el que se encuentra; no es necesario abrir la puerta que hay en la parte inferior de la vivienda, así que no os molestéis en buscar la llave que está cerca.
En este caso, se trata de un enigma en clave de verso. En su mayoría el texto es relleno puro, pero la clave para saber el lugar en el que tenemos que buscar es la isla que parte el agua y las ruedas que giran. Si hemos explorado bien la zona o sincronizado las atalayas, es fácil deducir que se trata del edificio con norias que hay al este del Observatorio.
Desde el lado de la noria que hay más hacia el sur, podemos encaramarnos al tejado del edificio y buscar una ventana que sólo tiene dos postes de madera en ella. Activando la Vista de Águila revelaremos el tope o bloqueo de la puerta que nos impide acceder al interior, donde está la recompensa. Basta con destruir ese tope con un cuchillo arrojadizo.
Ya en el interior, la ubicación de la recompensa no tiene pérdida, basta con subirnos a donde está para interactuar con el punto y hacernos con la recompensa que nos ofrece, el tinte negro de Rostam.
Deleite junto a la Cúpula
El segundo de los enigmas de Abbasiyah puede conseguirse muy fácilmente si hemos sincronizado con la Atalaya que hay en la zona de la mezquita del barrio. Activando la Vista de Águila se puede ver que está en una mesita que hay por una de las terrazas de la propia mezquita.
En este caso, volvemos a enfrentaros a un enigma que se resuelve mediante un mapa con indicaciones, aunque algo burdas como es habitual. En este caso, lo que más se asemeja al dibujo es la Cúpula del Asno, justo al este del Bimaristán.
Para el caso que nos ocupa, tenemos que localizar un punto cercano a un estanque según el mapa que se nos da con el enigma. Tenemos que buscar una pequeña cúpula que tenga un estanque a su lado; sabremos cual es por la linterna y la pala de cavar que hay a orillas del mismo. En las aguas del estanque está el punto con el que interactuar y se nos concede como recompensa el Talismán Misterioso.
El Regalo
El último enigma de Abbasiyah lo podemos encontrar en una terraza-jardín, sobre una mesita de té. Se llega fácilmente si vamos directamente al sur desde los baños públicos (el Hamán).
Se trata de una misiva en la que quien la escribió habla de un regalo que arrojo al rio cerca de una puerta de la ciudad conocida por sus mercados; la que coincide con la descripción es la Puerta de los Cuatro Bazares, al suroeste del Hamán también. A partir de aquí, tenemos dos opciones: o bien vamos a la atalaya que queda al sur del rio que se menciona en la carta (la del Oasis), o salimos de la ciudad por la puerta y recorremos el rio en dirección a su desembocadura.
En la orilla sur del rio, muy cerca de un puente y de dos guardias del califa que están hablando, se puede apreciar el montículo con el que debemos interactuar y que contiene la recompensa que nos espera por haber hallado la solución al enigma: el Talismán del Caballero.
Enigma de Assassin's Creed Mirage en Karj
El tercer barrio que visitamos, el de Karj es el que tiene la menor cantidad de enigmas de todos los territorios del juego: únicamente uno; y del mismo modo, es el único -junto con otro de la Ciudad Redonda- que está en una zona vedada al público y por la que los guardias del Califa nos perseguirán si nos encuentran.
Resuélveme este problema
Este enigma se puede encontrar y activar en la zona restringida del Círculo de Oficiales, a medio camino entre la guarida de los ocultos del barrio de Karj y las murallas interiores que dan al barrio de la Ciudad Redonda y al Palacio. Hay un guardia en la terraza donde está el enigma, pero no es necesario eliminarlo si somos sigilosos para cogerlo.
Este enigma es un documento con órdenes para castigar a unos aldeanos de un pequeño pueblo cercano a la población de Jarjaraya (al sureste del mapa de Assassin's Creed Mirage) que no han pagado los impuestos debidos. Con lo cual lo primero es desplazarnos hasta ese lugar y activar la Atalaya si no lo hemos hecho anteriormente.
El poblado al que se refiere la nota ha sido arrasado, pero en las ruinas que están más al norte es posible encontrar el montículo con el que debemos interactuar para conseguir la recompensa de este único enigma de Karj: el tinte dorado de los Ocultos.
Enigmas de Assassin's Creed Mirage en el Desierto
No sólo hay enigmas por descubrir en Bagdad y sus barriadas. El desierto que rodea la ciudad contiene otro trio de enigmas que pueden llevarnos a lugares bastante alejados de lo que son las calles por las que estamos acostumbrados a transitar por el juego, aunque algunos de los enigmas anteriores ya nos hayan obligado a explorar qué hay más allá de las murallas de la ciudad redonda.
Rendición
Saliendo de la ciudad, en el cementerio de la Tumba de Zubdaya (sur-suroeste de la Gran Mezquita), en el grupo de lápidas que hay más al norte de la pequeña península que hace las veces de mausoleo de los ciudadanos de Bagdad encontraremos este enigma en clave de misiva.
Habla de cómo el autor ha querido dejar atrás su vida rebelde y su espada atrás y ha vuelto al pueblo al que nació. Nos espera una larga caminata hacia la parte más meridional de todo el mapa del juego, literalmente: la vivienda medio sumergida que hay en la aldea pesquera de Ukbara (recomiendo empezar desde la Atalaya del Osasis que hay cerca a la cámara en la que hay que colocar las esquirlas misteriosas).
Realmente este enigma no tiene mucho misterio, todo es llegar hasta la ubicación que nos describe la carta y en lo que sería el tejado que está más al noroeste de la vivienda sumergida, cerca de un ánfora, encontraremos el montículo, y si interactuamos con él nos concederá el talismán de los rebeldes (sí, yo también pensaba que la recompensa sería una espada nueva por la carta...)
La cosecha de las Ruinas
Este enigma se encuentra en una de las casas de Jarjaraya, y podemos acceder a él llegando al piso superior en la vivienda que nos marca el mapa. Como en el segundo enigma de Harbiya, hay un cadáver al lado de documento que nos da la pista del enigma: un tétrico dibujo que indica un lugar a buscar.
Parece señalar algún tipo de ruinas primitivas. Son bastante características pero bastante malas de localizar si no habéis explorado la parte más oriental del mapa de Assassin's Creed Mirage. Saliendo desde Jarjaraya, tenemos que viajar rumbo este sureste hasta ver las ruinas del dibujo. Sin embargo no hay rastro del árbol con forma de horquilla.
El motivo es que la perspectiva del dibujo apunta a la dirección en la que venimos, por lo tanto lo que hay que hacer es rodear las ruinas hasta ver el árbol en cuestión. En su base, muy cerca de sus raíces, está el montículo con la recompensa que nos toca por haberlo resuelto: el Talisman del Horror; salsa con los dibujos de la pista, desde luego.
Solaz bajo las palmeras lloronas
Este segundo enigma del desierto está en otro cementerio, uno más pequeño que el anteriormente visitado, y al que podemos llegar fácilmente si salimos de la ciudad por la Puerta de los Molinos, al sur-sureste de la ciudad.
La pista en este caso es otro mapa, aunque uno bastante fácil de leer en lo que se refiere a encontrar el lugar. Buscamos un palmeral con la disposición que aparece en el dibujo, y según nuestro mapa, hay uno que coincide casi a la perfección con el bosquejo, el que está directamente al oeste de Jarjaraya cruzando el rio.
No obstante, la ubicación exacta de la solución del enigma ya es algo más complicada, pero no imposible. En la posición aproximada que nos marca el mapa, debemos buscar una palmera que se distingue por tener cerca de ella una sábana color terroso, una cesta, unas botellas y un montoncito de piedras. Interactuando con él resolvemos el enigma, y la recompensa es el Tinte Verde de los Ocultos.
Enigmas de Assassin's Creed Mirage en la Ciudad Redonda
La parte más interior de Bagdad, la ciudad redonda, tan solo contiene dos enigmas, pero llegar a ellos es complicado por el hecho de que sólo los ciudadanos más acaudalados y ricos pueden entrar y salir librememente de esa zona. Independientemente de eso, el modus operandi de conseguirlos no varía.
Un regalo para ti
La ubicación de la pista de este enigma se encuentra en una casa que tiene todos sus accesos cerrados, con lo que a primera vista parece imposible alcanzarlo. Sin embargo, hay una ventana desde la que tirar un cuchillo y abrir una puerta.
No es que sea una que debamos abrir para llegar hasta el enigma, pero nos sirve de referencia ya que si trepamos al tejado y bajamos por el lado opuesto, podremos entrar por otra ventana y dirigirnos a un diván en el que está el enigma que buscamos rodeado por instrumentos musicales
El acertijo está en forma de poema y es bastante críptico. Habla de un regalo para una poetisa, y lo ha dejado en un lugar donde las palabras de los hombres sentencian, concretamente, en una fuente que hay en una plaza que está al oeste del lugar. Es lo único en claro de la nota, ya que como no estéis versados un poco en cultura árabe del medievo, no hay forma de saber que el lugar al que se refiere es la Audiencia del Mazalim, o traducido a lengua vernácula, el palacio de justicia
Está al suroeste de la primera guarida de los Ocultos que visitamos en el juego, y directamente al oeste de la Atalaya de la zona. Afortunadamente el resto del acertijo es simple: hay que llegar a la fuente que hay en el patio o plaza del oeste y veremos cláramente el punto con el que interactuar, y la recompensa es el Talismán del Beduino.
Recompensas
El último de los enigmas es uno de tipo mapa, pero está en una zona a la que no puede acceder nadie que no pertenezca a la Guardia del Califa: el puesto de control de la Puerta de Basora, al noroeste del barrio de Karj.
El principal problema aquí es llegar a donde está el enigma. Desde la puerta, en la zona de Karj, hay que ir a la izquierda al pie de las murallas hasta llegar a una escalera de mano. Subiendo por ella es fácil llegar a un punto que luego nos permite escalar hasta ponernos sobre la muralla. Hay un grupo de guardias que nos bloquea el paso hasta el punto de control.
Recomiendo el uso de la bomba de humo o de la concentración de Asesino para sortearlos, y el que está junto al puesto de control pues o asesinarlo o dormirlo. Sobre la mesa en la que hay varios rollos de mapas o documentos, está el enigma con la pista en forma de mapa.
Claramente señala una edificación militar por el dibujo que contiene unos soldados luchando, es la Sede de la Shurta, o lo que es lo mismo, la central de la Policía de Bagdad. Pese a que parece que vamos a tener que infiltrarnos de manera complicada, acceder a donde está la solución del enigma no podría ser más fácil.
Si os habéis fijado, el dibujo de la pista coincide bastante con la imagen que hay de la Sede de la Shurta en el mapa del juego si hemos explorado la zona con la Atalaya. Esto significa que basta con dar un saltito por la muralla baja que hay cerca del punto que nos indica la pista para llegar hasta el para hacernos con la recompensa de este último enigma: el Tinte Negro de Caballero Abasí.
Si buscáis otros coleccionables o queréis saber cómo superar las principales misiones de Assassin's Creed Mirage, os recomiendo que le echéis un vistazo a nuestra guía completa sobre el juego para responder a vuestras dudas. Todavía estamos desentrañando algunos de sus secretos pero cada día iremos añadiendo novedades a sus contenidos.
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