No sólo de coleccionables y de contratos en las Guaridas de los Ocultos vive Basim en Assassin's Creed Mirage cuando no está realizando alguna de las investigaciones de la trama principal; en el juego de Ubisoft hay otro tipo de actividad secundaria que tiene su enjundia argumental, y cuya resolución implica algo de investigación por parte del nuevo miembro de los Ocultos. Son las Historias de Bagdad, y en esta guía os explico cuáles son, cómo resolverlas, y qué recompensas nos conceden.
Historias de Bagdad en Assassin's Creed Mirage
Las Historias de Bagdad son una serie de relatos o misiones breves que Basim puede encarar en cualquier momento del juego. En total, son seis y están repartidas por el mapeado aunque de manera algo irregular: cuatro se concentran en los cuatro puntos cardinales de Bagdad (más o menos) y las otras dos están en lo que sería el desierto que rodea a la ciudad; una en un poblado al oeste, y la otra en el punto más septentrional -al norte- del mapa. Las identificaremos (tanto en el mapa, como en la brújula como en la interfaz) por tener un icono característico en forma de estrella dorada de ocho puntas.
Todas ellas están activas desde el inicio de la partida una vez superamos el prólogo del juego y podemos recorrer el mapa a nuestro antojo. Tampoco requieren de hacerse en ningún orden concreto, y los desafíos o misiones que plantean se nos presentan de forma orgánica y siempre con algún habitante de la zona en busca de auxilio. Completarlas tampoco lleva mucho tiempo pero va a requerir que exploremos la zona por la que transcurren en cuestión, y su dificultad radica en que no hay indicadores.
Historia de Bagdad: El Trabajo de una Vida
Desde la Atalaya del Observatorio (noreste de la Casa de la Sabiduría, al otro lado del rio que cruza esa sección del barrio de Abbisiya), escuchamos el lamento de un hombre: Al-Mahani. Es un astrólogo que ha perdido los documentos en los que había anotado sus descubrimientos más relevantes de su carrera y quiere recuperarlos para legárselos a su hijo, con quien ha discutido. Lamentablemente, no le queda mucho tiempo de vida y no puedo recuperarlos él mismo, pero Basim se ofrece a buscarlos y devolvérselos. Nos esperará en la zona en la que lo encontramos.
En concreto, buscamos tres páginas. Hay dos en el exterior, muy cerca de donde conocemos a Al-Mahani, y una en el interior del Observatorio. Da igual el orden en que las consigamos. Una se encuentra en la mesa de astronomía que hay en lo alto del Obersvatorio. Para llegar a ella debemos ascender haciendo parkour en el sentido contrario a las agujas del reloj.
Llegaremos a un patio en el que hay que mover una estantería para poder trepar a la parte más elevada. Sobre la mesa de astronomía está la pagina del tratado que buscamos.
La segunda página, la del interior, va a requerir que rompamos el tope de puerta que mantiene cerrado el acceso al observatorio, por la puerta que queda a espaldas de Al-Mahani cuando lo ayudamos a sentarse antes de empezar a buscar las páginas. En el extremo opuesto a donde está la puerta, hay una ventana con un par de postes de madera.
Cerca hay una estantería que debemos mover de manera que podamos encaramarnos a ella, y desde esa posición usar un cuchillo arrojadizo para desbloquearla. Al entrar, tenemos que subir al piso de arriba, y en la mesa más cercana a las escaleras está lo que buscamos.
La última página está en una de las dos elevaciones flanquean al observatorio (usando la vista de águila, la página se resalta), pero si tratamos de coger la página, una inoportuna brisa se la lleva volando. Debemos seguirla, y por suerte no va a parar muy lejos. Donde se pare, la recogemos y ya podemos volver con Al-Mahani.
Por desgracia, su aflicción cardíaca ha podido con él mientras recogíamos sus páginas, y encontramos al hijo con el que estaba peleado llorando la muerte de su padre sin haber podido despedirse. Nos preguntará qué nos dijo su padre antes de morir. El resultado de la misión no variará según lo que respondamos, y la completaremos, pero si no queréis que el trabajo de Al-Mahani se pierda (ni vuestro esfuerzo por recuperarlo tampoco), deberíais mentirle y decirle que su hijo era lo más importante para él.
Se enfadará y mucho con nosotros por haber querido recuperar las hojas antes que ir a buscar a su hijo para que pudieran despedirse, pero al menos no tirará las hojas y se perderán como su ocurriría si le dijésemos la verdad. Tras esta amarga escena, la Historia de Bagdad se completará y habremos ganado 1 punto de habilidad adicional.
Historia de Bagdad: La Maldición de la Si'la
Si seguimos el rio desde Anbar hacia el sur, eventualmente llegaremos a un pueblo abandonado. Algunos habitantes yacen muertos en las calles y en sus casas, y todo el lugar desprende un olor a muerte inconfundible. Sin embargo, bajo el árbol que hay en la parte más hacia dentro del desierto del poblado hay un hombre asustado que clama protección contra lo que llama la maldición de la Si'la.
Su nombre es Ma'bad, y asegura que todo el poblado está maldito por la presencia de una si'la, una criatura mitológica del folklore árabe que engaña a sus víctimas para que mueran en el desierto. Investigando el poblado, si empezamos por la parte más baja y cercana al rio, (si habéis recogido el segundo enigma del barrio de Harbiyah, os recomiendo completar su acertijo en este punto como os indico en la guía para solucionarlos y encontrarlos todos). veremos que un grupo de mercaderes llegó para abrevar a sus monturas.
A partir de ahí, y con la Vista de Águila, es fácil resaltar y rastrear las pruebas que buscamos al adquirir todas un tono anaranjado. Tenemos que identificar (en cualquier orden):
- Las huellas de un carro
- Un rastros de ruedas que se aleja de donde encontramos
- Encontrar un emblema del palacio del califa
- Un cuerpo lleno de llagas y pústulas
- Un cajón con un símbolo chino al lado de una puerta y vacío
Recomiendo dejar el cajón para el final, ya que la puerta que hay al lado lleva a la supuesta si'la, que no es otra cosa que un recipiente del que emanan efluvios de sales derivadas del amoníaco: tóxicas para el ser humano y letales si son inhalados en exceso.
Tras identificar la causa de la muerte del poblado, no deberíamos demorarnos mucho en salir de la vivienda en la que se guardaba la vasija que desprende los vapores nocivos, o empezaremos a perder salud. La explicación de lo que ha ocurrido es que los habitantes del poblado, al no tener mucho dinero, pensaron que podrían revender algo de los mercaderes de oriente que llegaron trayendo material que los hombres de ciencia del califa querían estudiar.
Sin embargo, al no ser conscientes de que lo que habían robado era venenoso y no debía manipularse de cualquier forma, liberaron los vapores tóxicos de los materiales y de ahí que el poblado quedara arrasado. Es la explicación que le damos eventualmente a Ma'bad, que con gran pesar reconoce que todo esto ha pasado por culpa de su avaricia. Sin embargo, bastante castigo tiene con haber perdido a buena parte de su familia, amigos y hogar. Resolver esta historia de Bagdad nos da otro punto de habilidad.
Historia de Bagdad: Misión Sagrada
En la parte más occidental del recinto del Monasterio Nestoriano que hay al norte de Bagdad, podemos oir a un monje cristiano implorándole ayuda a Dios. Si nos acercamos, nos explicará que está buscando la tumba con los restos mortales de alguien que fue nombrado santo. Su intención es exhumarlos para darles sepultura en el interior del monasterio y que los monjes puedan venerarlo.
El problema es que las lápidas están escritas en árabe y el monje no entiende la lengua de Basim. Nuestro cometido es registrar las lápidas hasta hallar una que contenga un epitafio que concuerde con alguien digno de veneración. Activando la vista de águila, se resaltaran las tumbas que coinciden con la descripción de la que busca el monje: cubierta por la maleza.
Por ahorraros unos minutos, la que buscamos se encuentra yendo hacia el rio, al norte. La distinguiremos de otras que pueda haber cerca porque es la única que tiene unas flores lilas en el frontal de la lápida. Si leemos su descripción, veremos que es una que encaja con la descripción de un hombre santo.
Sin embargo, antes de que el monje pueda ponerse manos a la obra, unos guardias del califa llegan para impedir la exhumación, pero más movidos por las ganas de camorra que por hacer cumplir la ley y no atenderán a razones. Lo que hay que hacer es eliminarlos evitando que maten a nuestro aliado monje, el cual puede defenderse, pero tampoco conviene dejarlo solo mucho.
Una vez los derrotemos a todos, habremos completado esta historia y se nos concederá como recompensa otro punto de habilidad con el que mejorar las habilidades de Basim.
Historia de Bagdad: Salto de los Fieles
Imagen: Mapgenie.io
Esta Historia de Bagdad nos la encontraremos seguramente mientras estamos investigando para conseguir una invitación a la Gran Subasta. Al pasar cerca de la Atalaya de la zona oiremos a un niño diciéndole a sus amigos que le dejen en paz y que va a saltar.
Es la más sencilla de todas las Historias de Bagdad en realidad. Sólo tenemos que ascender por la Atalaya como lo haríamos si quisiéramos sincronizarnos con ella hasta el punto en el que el joven está dispuesto a realizar un Salto de Fé y hablar con él.
Nos explica que no lo hace para impresionar a sus amigos, sino para llamar la atención de los Ocultos... y lo ha conseguido, al menos ha captado la nuestra. Lo que quiere es que le enseñemos como realizar un salto de fe sin morir en el intento, algo que incluso Basim tardó años en dominar.
Saltamos desde la atalaya y caemos en un carro de heno cercano. Ahora sólo hay que pulsar el Stick derecho/R3 para decirle al chaval que puede hacerlo sin miedo. Efectivamente el muchacho salta pero sin la gracilidad o el cuidado del que haría gala un miembro de los Ocultos, pero por fortuna no se ha roto nada al caer al carro de heno y sale como si nada de él.
Ahora sólo tenemos que hablar con el una última vez para concluir esta Historia de Bagdad, y la recompensa que obtenemos por hacerle esta pequeña sesión de prácticas al Joven Águila nos otorga un punto adicional de habilidad para Basim.
Historia de Bagdad: La Búsqueda del Tesoro
Esta Historia de Bagdad la encontramos en el lugar más insospechado y casi inhóspito de la zona norte del mapa del juego: la aldea pesquera de Ukbara. Podemos completarla en paralelo a los enigmas de Assassin's Creed Mirage, concretamente el de Rendición.
La persona que nos otorga esta Historia de Bagdad es una joven que podemos encontrar en una de las casas semi sumergidas que hay al norte del poblado. Se trata de Tiferet, una joven artesana que está tratando de llegar al interior de su antigua vivienda para encontrar un tesoro que su madre le legó.
No es posible entrar por la puerta principal a buscar dicho tesoro, pero si vamos al otro extremo de la casa por fuera, es posible ver una ventana que bloquea parcialmente la visión del interior de la vivienda con una celosía de madera. Sin embargo, dicha celosía no impide que podamos apuntar con un cuchillo arrojadizo al tope de la puerta.
Si lo rompemos, ya no deberíamos tener problemas en entrar por la puerta y llegar hasta el ánfora ornamentada que Tiferet nos dijo que buscaba. Rompiendo las que bloquean el paso podemos cogerla y llevárnosla a fuera. El problema es que si decidimos romper el ánfora y llevarle lo que hay en su interior, nos pagará sólo 50 díhrams por el favor, pero si le llevamos la vasija entera, serán el doble.
Historia de Bagdad: Hoja en la multitud, herramienta en el cobertizo
Imagen: Mapgenie.io
Esta misión se ubica en el barrio de Abbasiyah, al este del Bimaristán y al norte de la Cúpula del Asno. Quien nos la propone es un colega en prácticas de los Ocultos, de nombre Naaji. Para empezarla solo tenemos que acercanos a hablar con él.
El cometido es bastante directo, tiene que eliminar a unos cuantos soldados de la zona. En circunstancias normales esto no pasaría de ser rutinario para nosotros, pero también tenemos que cuidar de que a Naaji no le ocurra nada y que pueda participar en la misión.
Lo mejor es acabar primero con el guardia acorazado, ya que será el que nos pondrá las cosas más difíciles si le dejamos estar (y aparte que puede pedir refuerzos). El problema es que Naaji en su impetu por completar la misión con presteza se lanza a lo loco contra los otros guardias.
Debemos asegurarnos de que no muere o fracasaremos en esta historia de Bagdad. Si vamos apurados o corre peligro de morir, siempre podemos emplear alguna de nuestras herramientas (preferentemente la bomba de humo) para cegar a los guardias y acabar con ellos rápidamente salvando a nuestro bisoño compañero.
Después de la pelea, hemos de hablar con él (lo hacemos automáticamente). Lo felicitamos pero aquí tenemos dos opciones que igualmente no afectan al resultado final de esta Historia de Bagdad. Siendo sinceros, Naaji sería mejor como recabador de información como asesino, pero lo dicho, no importa lo que escojáis. Por desgracia, esta misión no nos aporta ninguna recompensa, más allá de la satisfacción de haber hecho de tutor para un compañero de la Orden.
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