Simulador. Cuantos foros se habrán incendiado por el uso de esta palabra en un contexto poco propicio. En el foro de este análisis creemos que no habrá disputa, porque Assetto Corsa es uno de los juegos que más se acercan a esta concepción. Ahora llega a consolas. Pocos cambios, pero lo más importante es que mantiene su corazón. Lo pasamos por nuestro túnel de viento.
Súbase y pruébelo. Cuántas veces habremos escuchado esto. Antes de comprar un coche, queremos sentirlo, sentarnos, coger el volante y comprobar qué sensaciones transmite, cómo late su corazón. Pues así nos ha sorprendido Assetto Corsa nada más comprobar su propuesta, mediante el cuidado y trabajado motor "force feedback" del mando y el volante, lejos (muy lejos) de la mayor parte de videojuegos de conducción existentes.
Era su particular carta de bienvenida para decirnos que estamos ante algo más que un videojuego: es un simulador. Se nota. A pesar de que navegar por los menús es un proceso más intuitivo y vistoso que en el caso de la versión de PC, al juego se le notan las costuras.
Y no es algo malo. El título del estudio Kunos Simulazioni nunca quiso competir con nadie, centrándose en un público muy particular: aquellos entusiasmados con la idea de sentir en sus manos un coche de competición real. En el estudio cuentan con apenas 30 empleados, algo que ya les diferencia por tener un "staff" bastante reducido, pero es que además su sede de trabajo está situada en el circuito ACI Vallelunga (Roma). Sí, un detalle, pero que recuerda claramente su perspectiva. No es el juego de conducción al que estamos acostumbrados. Es un juego diseñado para emular un entorno real de conducción.
El piloto y la máquina
Por eso Assetto Corsa se dedica de principio a fin a transmitir sensaciones, a que exista un nexo entre jugador y coche. Cuando esperamos a que se ponga el semáforo en verde, ya notamos cómo vibra el motor. Al acelerar, nuestro controlador se revoluciona con el mismo grado de intensidad. Todo lo que ocurre en el vehículo se transmite al jugador, dando igual si lo hace a través del mando tradicional o mediante el volante (altamente recomendado para disfrutar al máximo del título).
Y esto es sólo el principio. El nivel de configuración es otra de las señales que nos indican la atención al detalle propia de un simulador. Posibilidad de usar embrague, daños mecánicos, desgaste de neumáticos y, entre medias, las típicas configuraciones de control de tracción, estabilidad y ABS. Eso sí, todo llevado a un nivel de exigencia supremo en caso de que queramos hacer una conducción pura.
No sería el típico juego que recomiendas a un amigo, ni siquiera si este decide activar todas las ayudas. Es muy especial, ahondando en los apasionados del mundo del motor que quieran comprobar su lado más profesional. ¿Qué queremos decir? Pues que aquí si cometes el más mínimo error, te quedas fuera de la estela del resto de competidores (CPU). Aunque escojas el nivel fácil, cuesta seguir el ritmo y practicar algún adelantamiento.
Pero nosotros en particular nos hemos quedado otra vez con lo que consideramos más importante: las sensaciones. Y la sensación de que tus contrincantes son de verdad está lograda. Todos se mueven con distintas pautas, te cierran y realizan una conducción bastante inmersiva. ¿Es la mejor que hemos visto? No, pero está entre las destacadas, sobre todo considerando la pobre dedicación que hacen en este apartado la mayor parte de desarrolladoras especializadas en el género de la conducción.
Por todo esto, Assetto Corsa es un simulador muy estimulante, sobre todo si lo que buscas es algo tan simple como tener la sensación de pilotar un vehículo de verdad. En eso el videojuego hace un trabajo espectacular. Por algo esta compañía ha trabajado en soluciones de simulación para profesionales de la conducción. Por algo toda su trayectoria de software ha girado en torno a este tipo de títulos. Pero claro, debéis de tener también en consideración por qué este videojuego palidece con respecto a la "competencia" en el resto de apartados.
El modo carrera no es más que un compendio de eventos que se reparten entre contrarrelojes, carreras rápidas y derrapes. Hay una evolución que comprende más de 100 pruebas en que pilotamos coches de cada vez mayor potencia, así como la obtención de medallas que desbloquean nuestro avance. Es una modalidad muy plana, al igual que los eventos especiales, que son prácticamente un centenar de pruebas que tan pronto nos ponen a correr con un modesto Abarth 500 EsseEsse como al volante de un F1 en Monza.
Prioriza la sensación a los mandos sobre la faceta puramente gráfica
Hemos contado 80 modelos, y creednos que no son pocos considerando el trabajo realizado sobre cada uno de ellos. Disponen de interiores personalizados y, lo más importante, de una conducción diferenciada, siempre atendiendo a las sensaciones que provocan a los mandos. Esto es muy importante, más si tal o cual marca está presente en el juego. Aunque aquí también destaca, con 21 fabricantes entre los que se encuentran Ferrari, Nissan, Mercedes, Audi, BMW, Lotus, Ford o Lamborghini.
Esto no quita lo que adelantábamos. Es un juego muy austero. Lo es a nivel de menús, pantallas de carga y, lo peor, modalidades. Es su punto débil, y eso que se anima con un modo online que es curioso cómo traslada la opción de ordenar partidas por "ping". Otra herencia del mundo del PC que se representa en partidas de hasta 16 jugadores, con la opción de disputar no sólo la propia carrera, sino la práctica y una ronda clasificatoria.
Sin embargo, a pesar de ciertos esfuerzos, no podemos quitarnos de la cabeza que las carreras carezcan de ambiente, con decorados completamente vacíos. No hay carreras nocturnas. No existen efectos climáticos. Se echan de menos más grados de dificultad. No hay pantalla partida. Faltan muchos detalles que ya están incorporando otros títulos de conducción.
Además, el apartado visual no es un buque insignia de este lanzamiento para consolas, con un "antialiasing" poco potente, superficies parpadeantes, falta de detalle en el entorno y un frame-rate que apunta a los 60 frames, pero que se nota que muchas veces no llega, quedándose lejos. Queda por debajo de la versión PC.
Está claro que por estos factores Assetto Corsa quiere jugar en otra liga, priorizando la sensación a los mandos que la faceta puramente gráfica. Esta es la mayor conclusión a extraer tras haber probado y disfrutado de uno de esos lanzamientos que es una suerte que existan. No imita nada y, al mismo tiempo, no compite con nada. Es un piloto corriendo en una pista aún sin muchos contrincantes, pero con un público que con cada vuelta le aplaude más y más fuerte.
Assetto Corsa se hace más apetecible para el público de consola con un chasis reformado (interfaz), pero manteniendo intacto su motor de simulación. Ha encontrado una carretera poco transitada y la está explotando para ofrecernos sensaciones puras al volante. Si quieres sentir un coche real en tus manos, es de lo mejor que existe ahora mismo, más si posees un volante que acompañe la experiencia de pilotaje. Falla en modos de juego y gráficamente no es un portento, estando por debajo de la versión para PC. Pero si tu mayor aliciente es conducir, ni te lo pienses, porque aquí usar la palabra "simulador" no es quedarse corto.
Comprar Assetto Corsa- Sensaciones al volante muy conseguidas. Es un simulador.
- Alto nivel de configuración, sobre todo en ayudas a la conducción
- Presentación mejorada con respecto a la versión de PC
- Modalidades poco atractivas y escasa variedad de trazados
- Pocos grados de desafío. No hay pantalla partida
- Falta de detalle visual. Frame rate inestable. Errores gráficos