Los fans del roguelike están viviendo una época dorada que, esperemos, no se salde con un empacho. Ya sean títulos que intentan aportar su propio giro a estas mecánicas, como el reciente Endless Dungeon, o propuestas más tradicionales lanzadas a través de Kickstarter, como Astral Ascent, lo cierto es que la gran mayoría de ellos atesoran la suficiente calidad y rasgos distintivos como para interesar a los fans del género. Astral Ascent, sin suponer una revolución, puede hacerse un hueco entre los aficionados al género gracias a su frenético acercamiento a la acción, muy centrada en la magia y su personalización, pero sobre todo por sus similitudes y acercamiento a la obra magna de Kurumada, Saint Seiya, más conocida por estos lares como Los Caballeros del Zodíaco; a esta sensación ayuda también su cuidada estética anime y su estupendo pixel-art. Lo nuevo de los creadores de Dark Devotion, aunque juega sobre seguro, cuenta con muy buenas cartas para triunfar.
Un roguelike con varios héroes entre los que elegir
Los héroes de Astral Ascent no portan armaduras, pero sus objetivos les llevarán a enfrentarse a 12 guerreros, que encarnan las constelaciones zodiacales a nivel artístico, técnico y de personalidad; superar a estos poderosos rivales será necesario para encarar al Maestro, un ente que se dedica a invadir mundos con su séquito de luchadores. Manejando a cuatro personajes, cada uno con sus propios motivos para luchar contra este tirano, intentaremos escapar de esta invasión, tomando un lugar llamado El Jardín como punto de referencia y descanso sobre el que prepararnos para nuestros ciclos jugables.
En El Jardín habrá un grupo de simpáticos secundarios, destinados algunos a aportar contexto al mundo de Astral Ascent en breves conversaciones, y otros a gestionar las diferentes mejoras a las que podemos acceder tras nuestras partidas. Uno de los principales puntos diferenciadores de Astral Ascent frente a la mayor parte de títulos con mecánicas roguelike es su abanico de protagonistas: podremos controlar a cuatro héroes, cada uno de ellos con sus propias características, ataques y hechizos asociados; además, dos están pensados para el combate cuerpo a cuerpo, y los otros dos para luchar a distancia.
La mayor parte de la progresión y mejora de nuestros héroes se llevan a cabo de forma simultánea, lo que favorece mucho el que cambiemos entre uno y otro durante las partidas; aunque es inevitable que acabemos desarrollando preferencia por algunos personajes sobre otros (algo que, por otro lado, habla muy a favor de lo diferentes que son entre sí y las particularidades de sus estilos de combate), a la larga acaba siendo un respiro a la hora de dar variedad a la propuesta. Comparten habilidades básicas, como el salto, la esquiva, una magia inicial o una habilidad personal única, y los hechizos que vamos encontrando; aunque algunos se adaptan mejor a las particularidades de cada personaje, pueden utilizarlos todos.
Las runs de Astral Ascent, además de ser todo lo exigentes a nivel de dificultad que se puede esperar del género, incorporan esa agradecida mecánica de obras como Hades en la cual son casi tan importantes las microdecisiones constantes que tomamos como nuestra habilidad a los mandos. Las partidas de Astral Ascent constan de cuatro mundos de aproximadamente diez niveles cada una, coronadas por una lucha final contra el Maestro.
Aunque puedan parecer muchas fases de entrada, son niveles muy pequeños que pueden completarse casi siempre en menos de un minuto (algo que facilita el frenético ritmo del juego y su ágil control), y varias de ellas muchas veces contendrán eventos especiales en los que tendremos que escoger mejoras. Podemos estar ante zonas en las que simplemente elegiremos entre ciertas mejoras y avanzaremos, pero otras fases serán arenas de batalla o de exploración. Absolutamente todo lo que decidamos en Astral Ascent va unido a un tipo de material o divisa que podemos transformar en mejoras de nuestro personaje; no solo tendremos que gestionar constantemente nuestra situación a la hora de elegir entre los caminos de final de nivel, sino también a la hora de consumir estos recursos y saber qué nos conviene más en cada punto del bucle. El fantástico equilibrio entre la sensación de riesgo-recompensa es uno de los mayores éxitos de Astral Ascent.
Las cuatro magias que podemos portar pueden ir subiendo de nivel con diferentes objetos, y podemos modificar sus características y poder elemental gracias a los Gambits, que también tienen su propia rareza; y todo esto, sin contar las habilidades pasivas de las Auras o los poderes de los Ecos. Sí, lo sé, suena bastante enrevesado, y sinceramente, al principio lo es. Hay una gran variedad de sistemas y elementos a tener en cuenta para optimizar nuestro desempeño. Por fortuna, su bucle jugable nos quedará claro a los pocos intentos, familiarizándonos rápido con todos estos conceptos, y aprendiendo rápidamente a ver las posibles estrategias. Otro de los grandes aciertos de Astral Ascent es la fabulosa sensación de progreso que transmite.
Un juego que recuerda a Los Caballeros del Zodiaco
Astral Ascent sabe dosificar muy bien las nuevas salas y elementos aleatorios que introduce; y descubre sus cartas a un ritmo excelente, de constante descubrimiento para el jugador. Su jugabilidad es lo bastante divertida como para engancharnos, pero todas estas decisiones (aderezadas por el punto justo de suerte como para no sentirse injusto) serán las que nos mantendrán pegados y pensando en el juego durante horas.
Aún así, a pesar de que en las distancias cortas Astral Ascent parece encadenar un triunfo tras otro, es cierto que con el paso de las horas comienzan a verse decisiones algo más cuestionables. Por ejemplo, se desaprovecha en parte todo el componente del zodíaco, quedando relegada su relevancia en la mayor parte de ocasiones al apartado artístico. Quienes mejor aprovechan este imaginario son los Zodiacs, los 12 guardianes que enfrentaremos, cuyos diseños son soberbios, a nivel estético y mecánico.
El lore de Astral ascent es mucho más extenso de lo que parece, pero insiste en esconderlo en fragmentos de texto que nos narran las historias de sus personajes; ojalá esas porciones de historia se hubieran representado en otro formato más agradable, como en las conversaciones previas en los combates, o se hubieran integrado de alguna forma en la jugabilidad. Además, el juego viene completamente en inglés, por lo que puede afectaros a la hora de disfrutarlo al máximo.
Su diseño de niveles también cuenta con luces y sombras. Si bien el contenido de sus fases cambia en cuanto a enemigos, cofres, etc. A lo largo de las partidas, la estructura de los mismos se ha realizado de forma manual, por lo que no tardaremos en aprendernos su diseño. Por el contrario, sus escenarios y enemigos, así como los efectos de sus ataques, lucen genial gracias a su precioso acabado pixel-art, pero en un juego basado en la repetición, sobre todo teniendo un desarrollo lineal en 2D, acaba afectando el hecho de que no se reciclen de alguna forma. El juego intenta introducir variedad añadiendo desafíos aleatorios de los Zodiacs, fases de plataformas, más salas especiales… pero no llega a mitigar del todo esta sensación, sobre todo en sus últimos compases.
Como suele ser habitual en este tipo de propuestas, el juego comienza cuando superas por primera vez su recorrido completo, y Astral Ascent no es la excepción. Una vez alcancemos el final del bucle, estaremos condenados a repetirlo, pero en diferentes condiciones. Desbloquearemos los puntos y la rueda de destino, que introducen cambios en los patrones de ataque de los enemigos, los niveles y la dificultad de los mismos, permitiendo moldear en parte el reto que enfrentamos. Lamentablemente, el reto de Astral Ascent crece demasiado tarde, cuando eres un héroe prácticamente imbatible, y sin mucha capacidad por parte del jugador para moldear el desafío. Se entrega de una forma demasiado dosificada, en un intento por alargar más la experiencia, pero no se siente natural.
Faltan incentivos para completar todos los objetivos que nos propone, y es una lástima, porque esas aproximadamente 10 horas que puedes tardar, dependiendo de tu suerte y habilidad, en completar tu primera huida son realmente entretenidas. El problema es que Astral Ascent comienza a exigir demasiado del jugador a mitad de su experiencia. A partir de aquí depende del jugador buscar la variedad, ya sea probando a todos los personajes, o interesándose por ser completista, pero no por un esfuerzo activo del juego. Puedes mitigar esta sensación intentando superar el juego en cooperativo, una opción muy recomendable y que ayuda a paliar la sensación de repetición, aunque no por completo.
En definitiva, Astral Ascent es un buen roguelite, sobre todo en su primera parte; divertido, difícil, satisfactorio y frenético. Sin embargo, no sabe aprovechar todos sus elementos, tanto a nivel temático como jugable, para hacer que la experiencia se alargue de forma natural todo lo que el juego nos exige. Si te engancha su mundo, hay una gran cantidad de contenido que desbloquear. Sin embargo, cuando la dificultad del título comienza a rebajarse, Astral Ascent pierde gran parte de su capacidad de enganche.
Astral Ascent es un buen roguelite, que destaca por su acercamiento a la magia, así como la importancia de su personalización, en una jugabilidad rápida y exigente. Sus cuatro héroes y los 12 Zodiacs que enfrentan cuentan con un diseño magnífico, con un apartado artístico que destaca en toda la propuesta. Sin embargo, Astral Ascent tiene problemas a la hora de mantener enganchado al jugador, sobre todo en sus últimos compases.
Comprar Astral Ascent- El anterior juego del estudio fue Dark Devotion, un roguelite con una estética mucho más oscura, y que también surgió de un exitoso Kickstarter
- Su planteamiento recuerda mucho a Saint Seiya (Los Caballeros del Zodíaco), la legendaria obra de Masami Kurumada.
- Los 12 Zodiacs, nuestros enemigos finales, contarán con sus propias historias de trasfondo, intereses y dinámicas entre ellos, igual que en el manganime.
- Astral Ascent incluye referencias a otros mangas de éxito, como One Piece.
- El juego nos pedirá al principio que introduzcamos nuestro signo zodiacal, y todos los días habrá diferentes constelaciones entre las que elegir diferentes ventajas.
Ver 0 comentarios