Tras su reciente anuncio ya hemos podido ponernos al volante de Gran Turismo 6, una nueva edición que promete llegar velozmente a las tiendas y que ya se encuentra en un estado muy sólido de su desarrollo. ¿Su objetivo? Mejorar con creces su anterior edición mientras compite directamente con la avalancha de juegos de conducción que trae consigo la nueva generación de consolas.
Quizá lo más sorprendente de Gran Turismo 6 es el hecho de que ya esté aquí. Así de rápido, sin esperas largas ni Prologues de por medio, que más que posiblemente no encontremos en esta edición. De hecho, tampoco debería sorprendernos, si atendemos a la tradición de Sony de lanzar dos Gran Turismo por cada generación de consolas.
Aun así, GT6 no lo va a tener fácil si tenemos en cuenta la situación de nueva generación en la que nos encontramos, donde hay juegos de conducción para todos los gustos que pueden aprovechar el apartado técnico de las nuevas consolas, como Need For Speed Rivals, DriveClub, The Crew y, sobre todo, Forza Motorsport 5, el único con el que quizá sirva la comparación.
Gran Turismo 6, sin embargo, se mantiene confiado. En PlayStation 3 lleva la máquina a unas cotas tan altas como las que pensábamos ingenuamente que se cumplirían a lo largo de la vida de la máquina, el estándar 1080p a 60 frames por segundo, algo que a día de hoy tampoco se verá reflejado en todos los juegos next-gen. Ver la voluntad de Polyphony Digital por incluirlos en su juego es sin duda una alegría que se disfruta cuando te deslizas por los circuitos de su demostración en una cabina de piloto preparada para la ocasión con el volante Thrustmaster, aportando más realidad al conjunto. Puede entonces que Gran Turismo 6, pese a demostrar un apartado técnico impecable, no pueda luchar gráficamente con otros títulos, pero Yamauchi ya ha anunciado su intención de llevar esta edición a PlayStation 4, aunque no se ha especificado cuándo.
Sensaciones al volante
Las sensaciones al volante no podían ser mejores. Se ha modificado enormemente la respuesta de los coches a la conducción de cada jugador, uno de los temas que más preocupaba a Yamauchi y una de las principales críticas de la comunidad de Gran Turismo 5. Es algo que ha traído de cabeza al creador japonés durante todos estos años y que ahora se ha resuelto de forma elegante, notando sus resultados más con el volante como controlador, eso sí, que con el DualShock en las manos, que te permite realizar correcciones no tan realistas.
Pero hay otro tipo de respuestas que, independientemente del mando, notará todo aficionado. Las físicas, especialmente en lo relacionado con el peso de los coches, se han mejorado enormemente, dando mucho más feedback al jugador de cómo está controlando cada vehículo. Si lo está forzando demasiado, aplicando demasiado gas, o apurando las frenadas. La suspensión mejorada ayuda mucho a ello, comportándose impecablemente tanto en plena curva como al salir disparados de ella.
Todo esto ayuda a que la sensación con cada coche sea completamente distinta, y que dominar uno por completo requiera su tiempo, esfuerzo y muchas vueltas por unos circuitos que ahora lucen mejor. Puede parecer poca cosa, pero todo este conjunto de respuestas unido a esos 60 cuadros por segundo justifican la existencia de Gran Turismo 6 de por sí.
PlayStation 3 al límite
Es posible que muchos usuarios vean a Gran Turismo 6 como una expansión, pero en el fondo, es lo que han hecho siempre todos los números pares de la serie añadiendo mejoras, más vehículos y más circuitos; pero esta vez GT6 parece lograr un talante de título totalmente nuevo gracias a sus mejoras técnicas y de control. El propio Yamauchi ya no parece tan preocupado únicamente por el realismo extremo, también quiere que todo lo que rodea al juego (las cargas, los menús), sean mucho más eficaces, sencillos y rápidos de forma que la experiencia no se entorpezca tanto, algo que enseña la demo que jugamos con sus rápidas cargas, sobre todo a la hora de repetir circuitos.
GT6 se ha comportado de forma férrea durante este E3, mirando sin pestañear a la cara de sus rivales. Su apartado técnico sigue asombrando cuando eres consciente de que estás ante una PlayStation 3, y lo mejor de todo es saber que está esperándonos a la vuelta de la curva. Los modelados siguen siendo hiperrealistas y las cámaras internas junto a la tasa de frames crea una gran sensación de velocidad que siempre se le ha resistido a la serie. Puede que la vista desde la cabina no proporcione la misma respuesta que el propio coche, ya que sigue sin reaccionar del todo a la frenada, al acelerón o a las fuerzas G de las curvas, pero todo el trabajo de Polyphony Digital para hacer parecer que el coche se comunique contigo y responda con precisión a tus acciones está tratado con tanto mimo y elegancia, que sería un error no mirar a este juego de PlayStation 3 con el mismo respeto que a los juegos del futuro inmediato.